viernes, 29 de febrero de 2008

Consejo romántico número 59. Buenos días...

Una manera de enamorar a una mujer (y también a un hombre) es con la cocina. La excusa de muchos hombres que conozco es que no saben cocinar. Y tanto... si no aprenden, no saben. Estos hombres a los que me refiero creen que saber cocinar es algo genético, y por tanto, que va implícito en el cromosoma X de la mujer.

Si un buen amigo varón me preguntara qué cosas debería aprender en esta vida, yo le contestaría que cuanto más aprenda mejor, pero las cuatro cosas indispensables que debería aprender de forma urgente son, y en este orden:

1º.- Hacer reír a su pareja.
2º.- Cocinar.
3º.- Planchar.
4º.- Todo lo demás.

Y para los que todavía no saben cocinar, lo que sí pueden hacer desde ahora mismo es preparar un rico desayuno sorpresa y muy especial para su pareja. Un desayuno puede ser un perfecto regalo. Y lo mejor es si lo preparamos nosotros mismos como un regalo muy especial.

El desayuno es la mejor manera de empezar un día romántico e inolvidable tras una noche romántica, en cualquier fecha, y como siempre digo, no tiene por qué ser en el dichoso San Valentín de los co...nes, ni en un aniversario, ni en un cumpleaños... Cualquier día es perfecto.

Se trata de un desayuno en la cama o en la habitación de casa, pero siempre que sea una sorpresa y muy especial. A continuación te muestro los que, según mi humilde criterio, son los pasos para preparar uno de los mejores regalos: un desayuno perfecto, un desayuno rico.

Lo primero es despertarte y levantarte antes que ella, y por supuesto, sin hacer ruidos... Es aconsejable tener ya compradas y preparadas la mayor parte de los elementos del desayuno.

No te olvides de los ingredientes fundamentales de una buena comida matinal:

Zumos y frutas. Como mínimo debes preparar un par de zumos de frutas de temporada. Será genial si combinas alguna fruta convencional (naranja, pomelo, limón...) con alguna fruta tropical [piña, maracuyá, kiwi, mango, papaya (la fruta de la pasión)], con sus formas diferentes, vivos colores, peculiares aromas y singulares sabores. Asimismo, un bonito plato multicolor con al menos cinco frutas diferentes de temporada y troceadas, es el complemento ideal de los zumos.

Cafés e infusiones. El café debe estar calentito y recién hecho; y si es expreso mucho mejor. Para esta ocasión, la leche debe ser entera y debe estar recién calentada. Por si acaso, ten chocolate en polvo. No olvides las infusiones (té verde, té rojo, poleo menta, manzanilla...).

Pan y tostadas. Lo ideal es tener congelados algunos panecillos pequeños de muchos tipos (pan de cereales, con sésamo, con nueces, integral, con cebolla...) y servirlos calentitos recién sacados del horno, en una cestita mona y tapados con una paño. También es ideal poner unas tostadas recién hechas con pan de chapata.

Y como buen andaluz, para untar en el pan y en las tostadas, te recomiendo un buen aceite de oliva virgen. Además, y según los gustos de tu pareja, debes poner mantequillas y mermeladas. La mantequilla debe ir en un platito y hecha rulos para que sea fácil de untar. Y como mínimo unos cuatro sabores de mermeladas en pequeños recipientes colocados en un platito. Y no te olvides de la miel...

Embutidos. No debes olvidar un buen jamón cortado en lonchas muy finas, lonchas de queso fresco y curado; lonchas de jamón dulce, de pechuga de pavo, de salmón... Para el jamón es conveniente que prepares un poco de tomate triturado.

Bollos y galletas. No pueden faltar los croissants, las ensaimadas, las magdalenitas... junto con algunas galletitas muy especiales y artesanales de chocolate, de coco, caseras... Mmm, qué ricas. Es importante que tanto los bollos como las galletas sean de calidad y de un tamaño pequeño. Si puedes incluir algunos churros, será genial. De hecho, ya los venden congelados, para calentar y listo.

Azúcares. Para endulzar las bebidas calientes son indispensables los terroncitos de azúcar blanco y moreno; también los sobrecitos de azúcar blanco y moreno; y por supuesto, según el caso, la sacarina.

Yogures. No deben faltar los yogures naturales, con sabores y con trozos de frutas. También debes tener algunos batidos de sus sabores favoritos.

Debes cuidar con esmero todos y cada unos los elementos e ingredientes del desayuno. Pero... también debes prestar mucha atención a los complementos. Éstos deberán ser tan especiales como los propios alimentos: el mantel y las servilletas deben ser de tela; la vajilla y la cubertería deben están impecables y mejor si son finas y bonitas. Y por supuesto, ni que decir tiene, las flores... Un ramito de flores naturales es esencial encima de la mesa. Porque… un desayuno así se debe presentar en una mesa, no en una bandeja. Pero si es posible, desayunad en la habitación mejor que en el comedor.

Todas estas indicaciones no son más que ideas y sugerencias. Te recuerdo que el artista eres tú, y como tal, le tienes que poner ese toque que te caracteriza. Lo importante aquí es el conocimiento que tienes de tu pareja y de sus gustos. Selecciona y adapta estas propuestas a sus gustos. Pero eso sí, debes ser original y debes lograr que se sorprenda y que sonría...

Y para tu tranquilidad, preparar un desayuno como éste y en una cocina moderna como la que seguramente tienes, no debe llevarte más de media hora, incluso cuidando la presentación y los detalles. Y si tu cocina no es tan guay, no te preocupes, sólo te llevará un minuto más.

Un desayuno perfecto merece mucho la pena. Y es ideal para los fines de semanas, las vacaciones y esas fechas en las que no tenemos que ir a trabajar. Además, como te decía al principio, es la mejor manera de empezar el día, y de recuperar las fuerzas después de una noche romántica y recuperarlas para no dejar de ser románticos durante el resto de este nuevo día...

Buen provecho y hasta mañana.

Gracias.

jueves, 28 de febrero de 2008

Consejo romántico número 58. Sin manos...

El pasado viernes 22 de febrero, en el consejo romántico número 52, te hable un poco (sólo un poco) sobre sexo. Y decíamos que cuando hacer el amor se volvía algo rutinario significaba que ya se había dejado de hacer y de descubrir cosas nuevas.

Pues bien, el lunes 25, una chica encantadora y muy amable me ha escrito un correo electrónico preguntándome que a qué me refiero con cosas nuevas porque aunque ella es muy creativa no se le ocurren ya más cosas que hacer.

Lógicamente, le he contestado pero sin pretender hacerle un tratado sobre sexología ni un recetario con nuevas prácticas (porque tampoco soy quien para hacerlo...). Simplemente me limité a recomendarle que la próxima vez hicieran el amor sin manos, cada uno con sus manos atadas, por ejemplo, con el cordón del albornoz.

Hoy he recibido nuevamente un correo de esta chica tan amable, y me ha contado que ha sido fantástico, que ha descubierto unas sensaciones nuevas provocadas por las nuevas cosas que han tenido que realizar los dos.

Hacer el amor con las manos atadas, sin poder usarlas, es algo parecido a hacer el amor con los ojos vendados, porque las referencias varían y las caricias adquieren una nueva significación, y producen sensaciones inesperadas más perceptibles al tacto. De esta manera, las dos personas tienen que expresar su excitación y prestar atención a las reacciones de la pareja de otra manera.

También se puede intentar sin atar las manos, pero la costumbre nos hará sucumbir a la tentación. Para evitarlo, lo mejor es maniatarse. A lo mejor no es necesario usar unas esposas de fantasía para añadir un toque picante a la situación, ¿o sí? Yo que sé.

Lo que sí es preciso es comenzar con suavidad, con otro ritmo y elegir unas posturas estables para mantener así el equilibrio y, poco a poco...

Aunque con las manos libres también se debe usar todas las partes del cuerpo, ahora más que nunca es inevitable... Ahora hay que usar todo excepto las manos: la boca, la lengua, los pies, la barbilla, la nariz, los brazos, las piernas...

Esta técnica nos ayudará a aprender a expresarnos y a comunicarnos mejor aún con nuestra pareja. La falta de las manos para guiaros mutuamente nos incitará a expresar oralmente nuestros deseos y nuestras sensaciones.

Probadlo, y entenderéis que es eso del séptimo cielo...

Hasta mañana. Y por favor, dejadme algún comentario y votad en la encuesta. Me hará feliz...

Gracias.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Consejo romántico número 57. No cuesta nada...

Desde el sábado 2 de febrero (consejo romántico número 32) no te cuento ninguna historia romántica. Y han sido cinco chicas las que en los últimos días me han pedido que cuente un relato que han leído en mi libro, y me sugieren que la comparta con las lectoras y los lectores que no han leído todavía el libro.

La historia dice así:

Él estaba en paro. Un problema con su jefe directo le hizo tener que abandonar su empleo. Así llevaba un mes y una semana. Pero cada mañana salía a la calle en busca de trabajo como hasta hace poco salía en busca de clientes, cuando trabajaba como vendedor de telefonía móvil.

- Maldita sea –pensó él–. ¿Por qué he tenido que quedarme en paro justo a principios de año?

Queda sólo un día para el 14 de febrero, día de los enamorados. Y a él no le quedaba dinero para hacerle un regalo a su chica. Ella, para colmo, lo culpa a él de esta situación en la que se encuentra. Aunque la culpa es de su ex jefe.

Él pasea ahora por el centro de la cuidad, y en cada escaparate por el que pasa se queda mirando rabioso, porque no puede comprarle ninguno de esos preciosos detalles que están expuestos de forma tan atractiva en las tiendas. En condiciones normales él le habría comprado unos zapatos. A ella le chiflan los zapatos, y sobre todo los caros... Pero esta vez resultaba imposible.

Esa noche, él puso una excusa para no tener que verla. La vergüenza de saber que mañana no podría regalarle nada no le permitía enfrentarse a esa situación.

A la mañana siguiente, como cada mañana, él le mandó a su novia un mensaje de texto para darle los buenos días. Y ella se extrañó de que él no hiciera mención del día de San Valentín.

Era jueves, y como cada jueves, él la recogió a las 20,00 h en la puerta de la inmobiliaria en la que trabajaba. Cuando ella entró en el coche se percató de que en el asiento de atrás había un paquete envuelto en papel de regalos. El bulto tenía un tamaño parecido al de una caja de calzados, así que ella pensó que le habría comprado, como de costumbre, unos zapatos bonitos y caros.

Cuando llegaron a la calle en la que vive ella, él aparcó su coche, y al bajarse, recogió la caja del asiento trasero, y le dijo:

- Esto es para ti cielo.

Ella sonriendo, lo cogió y se sorprendió de que la caja pesara muy poco. Tan poco, que al agitarla disimuladamente apreció que dentro no había nada. Ella estaba deseando llegar a casa para abrir aquel misterioso paquete.

Cuando subieron, él se despojó de su abrigo y se fue al baño para lavarse las manos. Tenía el hábito de lavarse las manos cada vez que llegaba de la calle.

Mientras él se secaba, ella estaba en la puerta del baño con los brazos dispuestos en forma de jarra, con una postura de piernas muy retadora, con cara seria, y descargando la rabia que tenía contenida durante el mes y la semana anteriores, le espetó:

- ¿Qué tipo de broma es esta?

Él se dio la vuelta con lágrimas en sus ojos y le dijo:

- Mi vida, lamento mucho mi situación actual, y siento no haberte podido regalar otra cosa, pero esa caja no está vacía. Le puse más de doscientos besitos de amor hasta que se llenó.

Ella se quedó conmovida, cayó de rodillas, abrazó a su novio y con humedad en sus ojos le pidió que la perdonara por su desconsiderada reacción.

Quince años después, ellos siguen juntos, casados y con una parejita de mellizos de 13 años.

Se dice que, aunque ella no conserva ninguno de los zapatos caros que él le regaló cada 14 de febrero, sí conserva la cajita azul llena de besitos en el fondo de su armario... Y cada vez que se siente desanimada mete su mano en la caja azul y saca un beso imaginario de su marido.

Moraleja: ser romántica o romántico y emocionar a la pareja no cuesta dinero.

Por cierto, mañana a las 13,00h tengo una entrevista de radio en Onda Cero Cádiz. En unos días la colgaré en la web www.tumejorversion.com junto con las demás entrevistas.

Y por la tarde, estaré aquí puntual con más consejos románticos.

Gracias y vota en la encuesta, ¿vale?

martes, 26 de febrero de 2008

Consejo romántico número 56. Jesusito de mi vida...

Un amigo mío lleva cuatro o cinco días dándome la tabarra con la pregunta de adónde puede llevar a su chica durante unas pequeñas vacaciones que se va a tomar en marzo. Él pretende que yo le diga a qué lugar deben ir y en qué hotelito encantador se deben alojar. Cuando hablo con él me siento como un agente de viajes... Y lo peor de todo es que él mismo reconoce y confiesa que con este gesto quiere remendar sus errores y sus descuidos diarios para con su novia.

¿Acaso el romanticismo está en algún lugar concreto y en un hotel en particular? No, claro que no. El Romanticismo lo debemos llevar puesto.

Desde hace mucho tiempo soy yo el que también le da la tabarra a él con que debe ser más detallista con su chica, si es que realmente la ama. Él me dice que no tiene tiempo para ser romántico. Yo, lógicamente, que me encanta rebatir las pegas sobre estos asuntos, le digo siempre que si tiene tiempo. Tiene el mismo que tú y que yo, es decir, 3.600 segundos cada día, pero el problema reside en que él no sabe usarlo correctamente, y por eso tiene esa sensación de que no tiene tiempo suficiente. Él, equivocadamente le da prioridad a cosas mucho menos importantes que su pareja, por eso saca tiempo para otras cosas y no le queda para lo más importante: ella.

A veces, también me dice que él no tiene que demostrarle a su novia lo que siente por ella siendo romántico. Ser romántica o romántico no consiste en demostrar nada, sino en expresar Amor.

Si bebes no conduzcas. Pero... si Amas sé romántica o romántico.

Le recomendado muchas veces que cada día sea consciente de las veces que le dice “Te Amo” y, además, le sugiero que lleve un registro de las mismas y que las apunte. Sí, que las apunte, eso es. Le pido también que saque cada día al menos media hora y sin interrupciones para estar con su chica a solas. Que la llame cada día al menos tres veces por teléfono, simplemente para halagarla y decirle que la echa de menos. Le sugiero que le dé las gracias a ella cada vez que tiene algún detalle con él. Que se tome el tiempo necesario para darle un beso de despedida que la haga estremecerse.

En fin, Jesusito de mi vida, eres tío como yo, por eso te aprecio tanto y te doy mi recomendación. Tómala, tómala, tuya es y aplícalo.

Ya sé que debería ser “aplícala”, pero entonces no rima.

Mi consejo de hoy es sencillo: lleva un registro de las veces que le dices a tu pareja al cabo del día “Te Amo”, o cualquier otra expresión de Amor. Al finalizar la jornada te sorprenderás al comprobar que las has dicho muy pocas veces comparadas con las que podrían ser. Además, por mucho que las repitas jamás molestarás, créeme. De hecho, la palabra “Amor” es oficialmente la más bella del idioma español. ¿Qué no?

Hasta mañana, y gracias.

lunes, 25 de febrero de 2008

Consejo romántico número 55. Simple y sencillo.

Ser romántica o romántico no es complicado. Los detalles románticos pueden ser simples, muy simples. Y a veces hasta lo más sencillo y tradicional pueden seguir siendo el detalle más tierno y dulce. Por ejemplo, abrirle la puerta del coche a tu chica...

Si eres varón, déjame que te haga esta pregunta: ¿lo has hecho alguna vez? Y si eres chica, permíteme que te haga esta otra: ¿te han abierto muchas veces la puerta del coche?

No conozco a ninguna mujer que le disguste este detalle. Sin embargo, conozco a muchos hombres que lo ven como una cursilada, aunque jamás han probado algo tan mágico por sus efectos.

Ya sé que este consejo está muy sabido por todo el mundo. Pero... ¿acaso se lleva a cabo? ¿De qué sirve saber algo si no se pone en práctica?

Así que, si nunca le has abierto la puerta del coche a tu pareja, hoy debe ser tu primer día; cuando veas la carita que pone ella encontrarás el valor para no dejar de hacerlo. Y si ya lo haces... sigue así, campeón.

Hasta mañana. Estaré aquí nuevamente con más consejos románticos.

Gracias.

domingo, 24 de febrero de 2008

Consejo romántico número 54. Extra de dulzura y romanticismo.

Acabo de proponer una nueva encuesta. En esta ocasión la pregunta es: ¿Generalmente, quién es más romántico, la mujer o el hombre?

Las respuestas posibles son las siguientes:

- La mujer es más romántica que el hombre, generalmente.

- El hombre es más romántico que la mujer, generalmente.

- El romanticismo no depende del sexo.

Quizá la pregunta que te formulo te parezca muy tópica, lo sé, pero me interesa conocer tu opinión al respecto, por tanto, te ruego que no te vayas hoy sin dejar tu voto.

Y hablando de tópicos, hoy quiero referirme a esos días críticos... ya sabes, a la menstruación. Ya sé que a las chicas les parece machista que los hombres hagan uso de los tópicos sobre la regla. Yo no quiero caer en ese error. Pero es cierto que esos días, se quiera o no, son especiales. En la menstruación, el sangrado no es la única característica significativa. Otros síntomas propios de esta fase son los dolores en el bajo vientre (creo que parecidos a los retortijones, aunque más intensos), dolor de espalda, calambres en las piernas, mareos, náuseas, vómitos y diarreas. También leí una vez que una de cada tres mujeres sufre una regla muy dolorosa.

Por tanto, aunque el hombre siempre debe ser amoroso, amable, cariñoso, romántico y esas cosas... en esta fase del mes debe serlo de forma especial. Y como la memoria es algo que sirve para olvidarse de las cosas, yo recomiendo a los hombres que apunten en la agenda cada mes la fecha en la que está prevista que su chica tenga la regla. Así no faltaremos a nuestra cita mensual durante esos 3-7 días (dependiendo de la mujer) de extra de romanticismo y dulzura.

Yo sé algunas cosas, sobre todo porque pregunto. Me encanta preguntar. Además, las preguntas son la base de mi trabajo como coach. Y preguntando, he sabido que las mujeres encuentran cierto alivio dándose un relajante baño caliente, y también con un masaje suave en el abdomen, en cuanto aparecen las primeras señales de dolor.

Así que este es mi consejo romántico de hoy: prepara un rico baño caliente para tu chica, cuando notes (porque se nota) que empieza a sentir molestias. Asimismo, puedes ponerle en el baño, flotando y oculto en la espuma, una botellita con un mensaje de amor dentro. El contenido lo dejo a tu elección. Pero procura que se emocione... Y luego, ya sabes, un masajito en el vientre

¡Ah!, y ya puestos, los varones podríamos darle las gracias a la naturaleza por no habernos hecho sufrir ese martirio mensual, porque... nosotros, los que llevamos nombre de chico, no estamos hechos de esa pasta capaz de sufrir tantas molestias.

Hasta mañana, que estaré aquí otra vez con nuevos consejos románticos. Por favor, vota en la encuesta, ¿vale?

Gracias.

sábado, 23 de febrero de 2008

Consejo romántico número 53. “Tu mejor versión”

Hoy ha finalizado el plazo para votar en nuestra primera encuesta. En la misma se preguntaba: “¿Cuánto tiempo crees que dura el enamoramiento?”. Habéis contestado 92 lectoras y lectores. Bueno, rectifico, la primera respuesta fue la mía, justo en cuanto activé la encuesta. Por tanto, han habido 91 válidas.

Las posibles respuestas a la pregunta eran:

- Hasta los 6 meses -------------------------> 8,8 %
- De 6 meses a 3 años ----------------------> 15,4 %
- De 3 a 7 años ------------------------------> 5,5 %
- El enamoramiento puede ser eterno ----> 70,3 %

Lógicamente, esta encuesta no está realizada con métodos científicos. Tampoco pretendía ofrecer resultados académicos. Pero lo que sí es evidente, es que en contra de lo que muchas y muchos opinan, la gente normal como tú y yo, creemos que el enamoramiento puede durar toda la vida.

Hay personas que hacen la distinción entre enamoramiento y Amor; y dicen que el estado primero no dura demasiado; que pasado algún tiempo la realidad acaba con la pasión y es cuando el enamoramiento le cede el relevo al Amor. Y lo que aún me sorprende más, es que algunas “expertas” y algunos “expertos” incluso se atreven a dar cifras concretas (en meses o años) de la duración del enamoramiento.

Naturalmente, la persona que crea en este paradigma acabará haciéndolo realidad, porque cuando note que algo falla en su relación, en vez de luchar para ponerle solución, lo justificará pensando que lo que está pasando es irremediable...

Yo pienso que no hay diferencia entre enamoramiento y Amor. Y opino que creer en esta distinción es lo que, precisamente, hace que la pasión se disipe con el paso del tiempo. Por eso, me alegra infinitamente que la mayoría de las personas que habéis contestado a la encuesta creáis que el enamoramiento (la chispa, la pasión, la Magia, el embrujo... o como quieras llamarlo) puede durar toda la vida. Y para lograrlo, sencillamente tienes que ser siempre como al principio de la relación, con todos esos detalles y gestos románticos que tenías con tu pareja y que la enamoraron de ti. ¿Recuerdas? Y ten cada día detalles nuevos, asómbrala. De esta manera, tu pareja no dejará de amarte cada vez más, no dejará de sorprenderse, no dejará de desearte, no dejará que te escapes... Esta es la clave, y este es mi consejo romántico de hoy: saca siempre “tu mejor versión”, esa que enamoró a tu pareja y esa que hará que se enamore cada vez más de ti.

Muchas gracias por estar ahí. Mañana activaré una nueva encuesta y volveré con más consejos románticos.

viernes, 22 de febrero de 2008

Consejo romántico número 52. ¿Eres de los que se creen que lo saben todo...?

Cuando el sexo en la pareja es mal entendido siempre culmina con el orgasmo. Pero... la plena sexualidad significa mucho más que un orgasmo (o varios), cualquier forma de relacionarse íntimamente con la persona amada: besos, caricias, abrazos, miradas, masajes, baños juntos, coqueteo, juegos...

Cuando el Amor y la pasión son de verdad, no es necesario llegar más lejos. Y cuando hacer el amor con la pareja se convierte en algo estándar y rutinario significa que ya se ha dejado de hacer y de descubrir cosas nuevas.

Por eso, aquellos y aquellas que se creen que lo saben todo sobre el sexo y que lo han probado todo con la pareja, denotan claramente que son muy poco creativas y creativos. Porque... ni se imaginan lo que les queda todavía por descubrir, aprender y disfrutar juntos. La mejor amante y el mejor amante son aquellos que no se creen que lo saben todo, sino al contrario, son aquellos que tienen una actitud de aprendizaje continuo, de curiosidad, de descubrir cosas nuevas...

Lo que tenemos que hacer es hablar con nuestra pareja, sugerir, espontanear, planear... Y siempre jugando con el tercer ingrediente esencial para el sexo, que además del amor y la pasión, es el morbo. El morbo en la pareja es directamente proporcional a la capacidad creativa del más ingenioso de los dos. Así que pon en marcha la máquina más creativa de la naturaleza, tu cerebro... y encontrarás muchas fórmulas nuevas para huir de la rutina.

Por otro lado, el acto amoroso-sexual no debe acabar con el orgasmo. Mucha gente, después de ese momento, se va al baño para lavarse o ducharse. Otras y otros se fuman un cigarro. Otras y otros (mayoritariamente ellos) se dan la media vuelta, como si todo hubiese acabado. Y ahora es cuando realmente empieza lo mejor, lo más bello. No os abandonéis mutuamente en este precioso momento. Hazla tuya. Abrázala dulce y delicadamente, y haz que se quede dormida en tus fuertes brazos y pectorales. Consigue que se sienta protegida, amada y mimada.

En definitiva, ¡ámala cada vez como si te acabara de dar la última oportunidad...!

Sobre este asunto hablo con mucho más detalle en mi libro.

Hasta mañana que volveré con más consejos románticos y gracias.

jueves, 21 de febrero de 2008

Consejo romántico número 51. ¿Otra vez se fue la luz! Y esta vez por más tiempo...

¿Recuerdas el consejo romántico número 2, del jueves 3 de enero? Qué días aquellos... Y ya vamos por el consejo romántico número 51.

En aquella ocasión te hablé de hacer saltar el conmutador eléctrico y simular un corte de electricidad en casa sin que lo supiera tu pareja. Así, al no poder poner la televisión, ni el ordenador, ni la consola de videojuegos, ni la calefacción... no hay más salidas que la de encender unas velas, acurrucarse los dos muy juntitos al calor de una mantita y darle rienda suelta a la Magia del Amor.

Pues bien, hoy vamos a dar un paso más... ¿Qué te parece si durante una semana entera quitas las bombillas del dormitorio y sustituyes la luz eléctrica por la de unas velitas? Veréis qué ambiente más romántico se respira en la alcoba. Probadlo, y a lo mejor resulta que a partir de entonces durante los fines de semana hacéis lo mismo en toda la casa. Nada de luces, nada de aparatejos que distraigan la Magia... Sólo charlas, besos, caricias, masajes, más besos, más charlas, más masajes, más caricias... ¡Ufff, qué guay!

Además de que aumentaremos el romanticismo y mejoraremos la comunicación en la pareja, también quemaremos más calorías, ahorraremos en la factura de la luz y encima cuidaremos de nuestro planeta. ¿Qué no?

Por cierto, ya sólo queda el día de hoy para votar en la primera encuesta. Si no lo has hecho todavía, por favor, hazlo. Tu opinión me importa mucho.

Gracias y hasta mañana.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Consejo romántico número 50. Mmm, qué rico masaje...

Compartir un masaje con la pareja favorece la comunicación y el conocimiento pleno de la otra persona.

Y la buena noticia es que para dar un buen masaje no se necesita ser una experta ni un experto masajista. Basta con tener ganas de darlo, prestar atención al lenguaje corporal de la pareja y aprender a disfrutar de darlo tanto como de recibirlo; así surgirá en nosotros la paciencia y la disposición para dedicarle el tiempo necesario.

El masaje es una de las mejores maneras de explorar y conocer el cuerpo de la persona amada. Se puede (y se debe) recorrer mutuamente cada milímetro de la piel.

Con el masaje se logra una relajación física (relajar las tensiones de un duro día) y es una manera deliciosa para prepararse para la relación amoroso-sexual. No obstante, es necesario tener en cuenta que el masaje no siempre debe tener una finalidad sexual, sino que puede ser sencillamente una forma íntima, dulce, sensual y divertida de comunicarse con la pareja.

El masaje debe disfrutarlo en la misma medida tanto quien lo recibe como quien lo da.

¿Cómo debe ser una sesión perfecta de masaje romántico?

Una ducha previa bien caliente ayuda. Mejor aún si os ducháis juntos, así se va preparando el momento culminante: el masaje. Un masaje dado de forma adecuada puede excitar al máximo a las dos personas; aunque repito, el objetivo del masaje no debe ser siempre sexual.

No se puede dar obligado, tampoco debe ser recibido de forma forzada. Lo ideal es que los dos estéis dispuestos y motivados.

Aunque tu pareja siempre tenga el detalle de darte el masaje, no debes ser egoísta, intercambiad los papeles: una vez tú y otra vez tu pareja.

Algunos consejos para preparar el ambiente:

Una vez elegido el lugar adecuado (el dormitorio: confortable y tranquilo), se deben evitar las prisas y las interrupciones. Al masaje hay que dedicarle un buen rato. Apagad los móviles y por supuesto, la jodida tele.

La luz ambiente debe ser suave, preferiblemente generada con velas. Es ideal poner una música armoniosa. La temperatura ambiente debe ser muy cálida: la temperatura ideal es aquella en la que os sintáis a gusto desnudos.

Poneos sobre la cama. Mejor si el colchón es algo duro.

El que lo da se puede colocar encima de su pareja, sentada o sentado a horcajadas por debajo de su culete, es decir, como te pones cuando montas a caballo, o sea, rodeándola con tus piernas; también te puedes poner sentada o sentado sobre la cama con las piernas cruzadas; o con tus rodillas flexionadas y a la altura de su cabeza. Tapa las zonas que no estés masajeando en el caso de que tu pareja tenga frío.

Ni que decir tiene que no se debe dar el masaje sobre aquellas zonas irritadas o infectadas. Tampoco cuando nuestra pareja tenga fiebre. Ni si se tiene alguna zona inflamada, ni si se tienen varices. Tampoco si le duele la espalda. Y si nuestra pareja está tomando algún tratamiento médico es conveniente consultarlo antes con el doctor.

Esto es para los hombres: no se debe presionar con fuerza los huesos, sólo las zonas blanditas.

Para que el masaje sea más fluido y agradable se deben usar aceites aromáticos especiales para masajes (mejor que cualquier crema hidratante). Incluso los hay con olores y sabores deliciosos... Por supuesto, no se debe usar aceites con olores desagradables para alguno de los dos.

Ojo al detalle: cuando vayas a aplicar el aceite no lo hagas directamente sobre la piel de tu pareja porque puede resultarle algo frío. Mejor póntelo antes en las manos y frótalas hasta ponerlas a una temperatura adecuada. Ahora ya sí puedes extenderlo sobre su cuerpo.

Ufff, mira la hora qué es. Y yo con las manos llenas de aceite... Lo vamos a dejar por hoy, pero como este tema me apasiona, te prometo que seguiré otro día con más cosas interesantes sobre los masajes románticos y sensuales: cómo se dan, y algunos otros trucos.

Hasta mañana, y... Gracias.

martes, 19 de febrero de 2008

Consejo romántico número 49. Amar las diferencias...

Mira la hora que es. Siento haber llegado tan tarde, pero llego de un viaje. Y he llegado por los pelos... En fin.

Al principio de las relaciones de pareja, las dos personas se unen gracias a las coincidencias que existen entre ambos. Con el tiempo y por descuidos, generalmente de los dos, las coincidencias pierden valor y empiezan a tomar importancia las diferencias entre las dos personas.

El amor verdadero se da cuando amas a tu pareja tal y como es. Amando incluso aquellas cosas de ella que no te gustan, porque son de ella y las aceptas tal y como son. Enamorarse es muy fácil, pero conseguir que el Amor perdure y crezca no lo es tanto. El Amor verdadero te ayuda a descubrir las diferencias con tu pareja e intentar aceptarlas y comprenderlas.

Ser romántica o romántico es, entre muchas otras cosas:

- descubrir cuáles son los puntos sensibles de la persona que amas y prometer no hurgar en ellos;
- averiguar cuáles son sus complejos y ayudarla a superarlos;
- reconocer cuáles son sus manías y consentirlas;
- explorar cuáles son sus puntos débiles y apoyarla para que se sobreponga a ellos;
- aprender cuáles son sus puntos fuertes y ayudarla a desarrollarlos y potenciarlos;
- averiguar qué le gusta y ofrecérselo continuamente;
- descubrir qué le disgusta y evitarlo siempre;
- hallar en tu pareja a ese ser único y genuino...

Amar a tu pareja de forma romántica es un gran desafío, pero es una de las cosas más hermosas que puedes lograr y sentir.

Y esto es todo por hoy. Mañana habrá más consejos románticos.

Gracias.

lunes, 18 de febrero de 2008

Consejo romántico número 48. Lo que más coraje te dé...

Hola a todas y a todos. Hoy es uno de esos días en los que ni el mejor gestor del tiempo es capaz de salir airoso. Ni te imaginas la cantidad de cosas que he tenido que hacer ni las que me quedan todavía. Y para colmo, mañana imparto un curso fuera y tengo que salir muy temprano de viaje...

Estoy seguro de que te preguntas que para qué te cuento todo esto. Y es lógico que te lo preguntes, pero realmente estoy intentando justificarme y advertirte de que dispongo de poco tiempo para el consejo romántico de hoy, así que seré muy breve.

Normalmente, recomiendo tener detalles románticos muy bellos, muy dulces y muy delicados. Pero... ¿no has pensado que tan romántico es hacer algo agradable por tu pareja como hacer algo por ella que generalmente aborreces y detestas, y encima sin protestar, sino alegremente?

Nadie mejor que tú sabe qué es lo que puedes hacer sin rechistar para contentar a tu pareja. No obstante, te doy algunas sugerencias:

- ir de compras al supermercado;
- ir a tirar la basura;
- preparar la cena;
- recoger la cocina;
- levantarse a media noche para atender al peque o la peque que llora;
- afeitarse cada día;
- hacer la colada;
- planchar la ropa;
- ...

Repito, nadie mejor que tú conoce qué es lo que tu pareja agradecerá más que nada si esta vez te esfuerzas un poco. Y cuando descubras que no pasa nada por hacer esas cosas, encontrarás la inspiración y la motivación suficientes para que a partir de ahora compartas esa responsabilidad al 50 % con la persona que amas.

Joder, si ser romántica o romántico es muy fácil.

Por cierto, he recibo varios correos electrónicos de lectoras (y también algunos de lectores) pidiéndome información sobre cómo adquirir mi libro “Cómo mejorar tu relación de pareja”. Es tan grande el interés que estáis mostrando por el libro que como agradecimiento por mi parte me he puesto al habla con la editorial, para llegar a un acuerdo que me permita ofreceros dicho libro con un descuento. Así que no lo compréis todavía y esperad un par de días para que os podáis beneficiar de este descuento.

Hasta mañana, gracias por estar ahí...

domingo, 17 de febrero de 2008

Consejo romántico número 47. Riégala cada día, sin excepción...

Una querida amiga me dijo una vez que no le gustaban las flores cortadas, que las prefería en una maceta.

Y ella me dio una idea... Porque las flores cortadas son muy bonitas, pero se marchitan. Los ramos de flores cortadas pueden ser espectaculares, pero dejan de serlo en unos días. Tienen que ponerse siempre en agua limpia y renovarla cada vez que se ensucia. Claro, como la flor ha perdido las hojas y las raíces, para poder subsistir ya sólo le queda el oxígeno disuelto en el agua y que absorbe a través del tallo. Disolver una aspirina en el agua también ayuda a su conservación. Incluso hay productos especiales de jardinería que sirven para eliminar las bacterias que pueden desarrollarse en el agua y que aceleran la putrefacción de la flor. Asimismo hay que retirar los restos de flores y hojas marchitas que al caer en el agua se pueden pudrir y activar el proceso de corrupción de la flor.

Además, hay que tener en cuenta otros factores como el jarrón, el lugar en el que estén las flores, la sequedad del ambiente, las corrientes de aire, el sol...

¿Quién dijo que regalar un ramo de flores no conlleva un esfuerzo posterior?

Por eso, sugiero que las próximas flores que le regalemos a nuestra pareja, en vez de que vengan en un ramo precioso, sean una planta preciosa en su maceta. Así, además del hermoso detalle, podremos acordarnos cada día de que tenemos que “regar nuestra relación de pareja” como también tendremos que regar la planta.

Esta maceta nos recordará cada día que el Amor no se conquista ni se impone, sino que se cultiva como una planta, que se abona con pequeños detalles diarios, detalles románticos, de cortesía, de ternura, de respeto, de lealtad, de comprensión. Se riega con el desinterés y con el cariño genuino.

Mañana volveré con nuevos consejos románticos. Hasta entonces... Gracias por leerme, y gracias por vuestros correos electrónicos.

sábado, 16 de febrero de 2008

Consejo romántico número 46. Te Amo tanto...

La persona romántica es el mayor fan de su pareja. Continuamente le está proporcionando un apoyo incondicional y entusiasta. Siempre la anima. Permanentemente le proporciona más seguridad en sí misma, reforzando sus habilidades y sus virtudes. Aprovecha cualquier oportunidad para halagar el talento de la persona que ama. En definitiva, la persona romántica siempre reafirma las cualidades que en un principio hicieron que se sintiera atraída por su pareja. Y no me estoy refiriendo a cualidades excepcionales. Todo el mundo tiene algún punto fuerte y favorable. Pero... a veces, el tiempo, la convivencia o la rutina hacen que se nos olvide. Por eso, te recomiendo que te pares a pensar en qué tiene tu pareja de especial para ti, qué la hace diferente a las demás personas, y sobre todo, que es lo que la hace mejor para ti. Y no dejes de decírselo jamás.

Nunca dudes en expresarle a tu pareja lo que realmente valoras de ella o de él. Recuérdale siempre que para ti es una persona adorable. Háblale siempre en sentido positivo; dile lo que deseas que haga en vez de lo que NO quieres que haga.

Exterioriza continuamente tus sentimientos. Dile con frecuencia cuánto te gusta, lo mucho que te atrae, cuánto la admiras, cuánta pasión te produce y el respeto que sientes por tu pareja. Explícale lo mucho que representa para ti. Confiésale que no imaginas el futuro sin estar a su lado. Demuéstrale que estás dispuesta o dispuesto a todo por luchar por su Amor y por vuestra relación.


Dile simplemente:


Eres lo que tanto esperaba, lo que en sueños buscaba, lo que en ti descubrí...



Hasta mañana querida lectora o apreciado lector.

Volveré con más consejos románticos. Y quiero agradeceros los correos electrónicos que me mandáis con vuestras palabras de agradecimiento y con vuestras consultas, a las cuales, respondo con la mayor humildad.

Mi correo personal es: mpuntomoreno@gmail.com.

Gracias.

viernes, 15 de febrero de 2008

Consejo romántico número 45. Escúchame, por favor...

Las relaciones de pareja empiezan a ir mal cuando se acaba uno de los ingredientes fundamentales: el Romanticismo. Y el Romanticismo se empieza a escapar cuando dejamos de escuchar a la pareja.

Pero escuchar no es lo mismo que oír. Son cosas muy diferentes. La escucha es una decisión que se toma de forma consciente. Mientras que oír es algo automático e involuntario. Escuchar de verdad a nuestra pareja es una de las muestras de Amor mayores que podemos hacerle.

Es paradójico que estemos en la era de la comunicación y, sin embargo, fallemos en la principal habilidad de la comunicación: la escucha.

Escucha a tu pareja con atención y sin interrumpirla, aunque no estés de acuerdo con su opinión. Y mientras escuchas, no estés preparando la respuesta que vas a soltarle. Concéntrate en sus palabras, en su tono y en sus gestos. Tu pareja necesita terminar de explicar sus ideas y sus puntos de vista antes de escuchar los tuyos.

Escucha de forma amorosa, para lo cual tienes que someterte a la disciplina del silencio. Parafraseando una canción de El último de la fila: “Si no vas a decir algo más bonito que el silencio, no lo digas”.

Para los hombres, que generalmente escuchamos menos y peor que las chicas, deberíamos hacerlo de forma amorosa, es decir, deberíamos escucharla de la misma manera que cuando hacemos el amor con ella.

Siempre he defendido y defenderé el romanticismo de bajo presupuesto económico... ¿Se te ocurre un regalo romántico más barato que escuchar a la persona que amas?

Hasta mañana. Te espero con nuevos consejos románticos. Y gracias por leerme.

jueves, 14 de febrero de 2008

Consejo romántico número 44. Cerrado por el día de San Valentín.

Mi querida amiga Genoveva me dijo anoche que estaba impaciente por leer mi consejo romántico de hoy, día de San Valentín, creyendo que debía ser un consejo especial. Yo le contesté que, precisamente hoy, es el día menos romántico de todos, aunque sí es uno de los más comerciales del año.

Mientras se celebre el desafortunado día de los enamorados, estaremos consiguiendo que el resto de los días sean los del “consumismo”, es decir, la mayoría seguirá el resto del año con-su-mismo comportamiento de siempre, con-su-mismo estilo de siempre, con-su-misma rutina de siempre, con-su-misma actitud antirromántica de siempre...

El miércoles 9 de enero, en el consejo romántico número 8, propuse boicotear el día de San Valentín. ¿Recuerdas? Y hoy, me sumo nuevamente a ese boicot.

Por otro lado, el domingo 6 de enero, en el consejo número 5, decíamos que existen dos tipos de romanticismo: el genuino y el forzado. El romanticismo genuino, el auténtico, ése sí es romanticismo de verdad; y consiste en tener detalles de amor sólo porque nos lo pide el cuerpo, simplemente porque estamos enamoradas o enamorados. En cambio, el otro tipo de romanticismo, el forzado o impuesto, como por ejemplo tener que hacer un regalo en el día de hoy, ese carece de espontaneidad, de frescura, de lozanía... Y a veces justificamos nuestros descuidos haciendo un regalo en un día concreto y marcado en el calendario.

Espero y deseo que no me tomes por un loco ni por un desalmado. Simplemente trato de reivindicar el romanticismo como una forma de ser, como una forma de ver la vida. Con esta visión, cualquier día es el mejor para festejar que estamos enamoradas y enamorados... Así que hoy precisamente no voy a dar ningún consejo romántico. Te ruego que me comprendas y me perdones. De todos modos, cualquiera de los consejos que hasta ahora hemos visto es perfecto para aplicarlo hoy, si es que realmente no te sumas a mi boicot.

Aprovecho también esta ocasión para pedirte que a la hora de desarrollar cualesquiera consejos románticos de los que hemos visto y de los que te seguiré facilitando, apli­ques tu propio criterio.

En todas las artes la técnica es imprescindible, pero el artista ha de im­primir su sello personal a la obra. El Romanticismo, y más aún en estos tiempos que corren, también es un arte. Tiene su téc­nica, pero ésta incluso te la facilito cada día (te muestro cómo preparar el lienzo, cómo mezclar las distintas pintu­ras, cómo manejar los diferentes pinceles). Pero al final, la obra la tienes que pintar tú.

Hasta mañana, que sí volveré con nuevos consejos románticos.

Gracias.

P.D.: ¿Te acuerdas de que mi correo electrónico personal es mpuntomoreno@gmail.com?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Consejo romántico número 43. ¿La guerra de los qué...?

Esta mañana he estado en el centro de Sevilla, en la famosa calle Sierpes. Y en una de las calles cercanas había una librería en la que entré para comprar alguna novela. Hubo una cuya portada y título me captó la atención. Le eché un vistazo a la contraportada y parecía bastante interesante. Pero... al final, en el último párrafo hablaba de la “guerra de sexos”. ¡Oh, no! Otra tópica novela. Lógicamente, la solté de forma veloz.

Odio el concepto “guerra de sexos”. Vale que se use como reclamo en el título de una divertida comedia romántica, o como enunciado para el debate de un programa de televisión, o para un chiste sexista. Pero, a estas alturas de la vida ha quedado ya muy claro que no existe ninguna guerra de sexos.

Ojo, precisamente lo que más me gusta de las mujeres es todo lo que las diferencia (psicológica y físicamente) de nosotros los hombres. Pero de ahí, a una guerra...

Y lo malo no es sólo el concepto, sino que en el fondo, tras él se esconde una forma de pensar que lleva a establecer estereotipos. Por eso, no debe extrañar que existan todavía personas que traten a su pareja como a “todas las mujeres” o como a “todos los hombres”. Pasando por alto el hecho de que realmente son personas únicas y diferentes a las demás. Lo cual es lo que nos hizo elegirla a ella y no a otra.

Además, esta forma estereotipada de pensar bloquea la comunicación en la pareja, reduce la complicidad y se convierte en una barrera para el Romanticismo y la Magia.

Pero... aunque el romanticismo no entiende de sexo, ni de edad, ni de nada, sigo pensando que hay detalles más adecuados para ellas y otros que lo son para ellos. No obstante, me acaba de venir a la cabeza uno que vale para todos...

¿Tu pareja tiene una mascota a la que adora?

Una vez descubrí que la persona que tiene algún animalito de compañía agradece tanto un detalle que tengas con ella como con su mascota. Cuando le hagas un regalo a la persona que amas, acuérdate también de su mascota. Notarás que el agradecimiento se duplica. ¿No te lo crees? Haz la prueba.

Por favor, déjame algún comentario, ¿vale? Gracias. Mañana volveré con más consejos románticos.

martes, 12 de febrero de 2008

Consejo romántico número 42. Cuando el grajo vuela bajo...

En los comentarios del consejo romántico de ayer (número 40), “Anónimo” preguntaba que cómo se puede sorprender a un marido que no es romántico, con el que lleva 25 años de casada y con el que pasó 5 de novios.

En primer lugar, quiero agradecer a “Anónimo” su consulta. Y en segundo lugar reflexionaré por escrito, a ver si consigo ayudar a nuestra querida amiga “Anónima” a mejorar su situación...

Aunque yo presumo de ser un romántico incorregible, ¿realmente hay personas que no son románticas? El romanticismo es una actitud, no una capacidad. Por tanto, nadie nace romántico. En tanto que es una actitud, una o uno la puede adoptar con el único requisito de quererlo. Hay un segundo requisito, que es ser creativa o creativo. La creatividad, en cambio, sí es una capacidad, pero que también se puede cultivar si se quiere. Por tanto, todas y todos podemos (y debemos) ser románticas y románticos.

De cualquier manera, independientemente del tiempo que se lleve en pareja, es necesario combatir la rutina y el aburrimiento. La buena noticia es que se pueden acometer de infinitas maneras diferentes, sencillas, baratas, divertidas, sensuales, morbosas, sexuales... Además, no se deben hacer de vez en cuando, sino cada día. Sólo es necesario forzarse un poquito. También es preciso que los dos miembros de la pareja tengan el deseo mutuo de luchar contra el aburrimiento y la monotonía y que se pongan manos a la obra. Aquí, la comunicación y el diálogo son fundamentales.

Es imprescindible que los dos crean de verdad que a cualquier edad y en cualquier circunstancia se puede (y se debe) cambiar a mejor. Es esencial que los dos descubran esas cualidades ocultas que seguro que tienen, pero que todavía no han demostrado.

Así que si percibes que cada día vuestra vida juntos es muy parecida a la del día anterior, y presumiblemente será muy parecida a la del día siguiente, no esperéis más. Cada día que pasa es más difícil combatir la rutina. Ayer hubiera sido más fácil que hoy, aunque hoy será más fácil que mañana, así que... ¡Al ataquerrrrr!

De todos modos, amiga Anónima, ¿en los 41 consejos románticos que ya te he dado desde el 1 de enero, nos has encontrado ninguno que te parezca adecuado?, ¿o es que crees que son para parejas que llevan menos tiempo juntos? Porque si es así, déjame decirte que el romanticismo no está reñido ni con el tiempo ni con ninguna otra circunstancia que se dé en la pareja. Así que no lo dudes más y ponte manos a la obra. Además, cuanto más tiempo haya pasado desde el último detalle romántico, más se sorprenderá tu marido. ¡Animo...!

También aprovecharé para decirte que en el libro “Cómo mejorar tu relación de pareja”, también hablo en un capítulo completo sobre cómo luchar contra el aburrimiento y la monotonía.

No obstante, el consejo de hoy es... Estamos en invierno. Hoy incluso aquí en Jerez el grajo vuela bajo. Y ya sabes lo que dicen: “Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del copón...”. En días como hoy lo romántico no es prepararle una taza de chocolate caliente a nuestra pareja, porque aunque en la calle hace frío, en casa seguro que estamos a gustito. Lo que realmente es romántico y amoroso es salir a la calle a tirar la basura, o sacar a la mascota, o a lo que sea... Y no permitir que lo haga nuestra pareja. Este consejo, y no quiero pecar de machista ni de machito, es más propio para los chicos. ¿A que sí?

Hasta mañana. Y no olvides que estaré aquí con nuevos consejos románticos. No faltes, pasaré lista... Gracias.

lunes, 11 de febrero de 2008

Consejo romántico número 41. Veo, veo...

- Veo, veo...

- ¿Y qué ves?

- Una cosita...

- ¿Con qué letrita?

- Con la “e”...

- ¿Escoba?

- No, no es una escoba.

- ¿Y entonces de qué se trata?

- Espejo, lo que estaba viendo era un espejo.

- Bueno, ¿y qué pasa con el espejo?

- Pues que hoy quiero que me des un consejo romántico que tenga que ver con un espejo.

- Vaya, cada vez me lo pones más difícil. Pero tranquilo, sólo necesito tres segundos para pensar, y ya han pasado dos. Ya lo tengo... Puedes comprar una cartulina de espejo. La venden en esas tiendas de manualidades. Y la cortas del tamaño de una postal o de una tarjeta de felicitación. Y con un rotulador o de cualquier otra manera que se te antoje, puedes poner una nota que diga algo así como: “Si miras atentamente, en esta tarjeta verás la imagen de la mujer más hermosa del mundo”.

- Gracias, Manu.

- Gracias a ti por ponerme en estos aprietos...

¿Una chorrada? Puede ser, pero además de una chorrada es un detalle ingenioso y simpático. Todo depende del espejo... perdón, todo depende del cristal con el que lo mires. Y las románticas y los románticos siempre miramos con el cristal adecuado...

Hasta mañana. Pero antes quiero agradecer a todas las chicas que me han escrito a mi correo personal. No es que a los chicos no se lo agradezca, sino que ellos son más perezosos y ninguno me ha escrito nada.

En fin... Gracias aunque no me hayas escrito. Gracias por estar ahora mismo aquí. Y mañana volveré con más consejos románticos. Por favor, no faltes.

domingo, 10 de febrero de 2008

Consejo romántico número 40. Sorpresa, sorpresa...

La sorpresa es romántica. Además, cuando la sorpresa es diferente a lo habitual, el romanticismo que impregna a esa sorpresa es aún mayor.

¿Qué te parece si coges el libro que esté leyendo actualmente tu pareja, y con un lápiz (para que ella lo pueda borrar si quiere) señalas en el próximo capítulo que vaya a leer, con un círculo, las letras que deletreen el mensaje que desees comunicarle. Por ejemplo, en el siguiente texto encontrarás el mensaje “Mayte, cada día te amo más”.

“El AlquiMistA conocía la leYenda de Narciso, un hermoso joven que Todos los días iba a contEmplar su propia belleza en un lago. Estaba tan fasCinAdo consigo mismo que un Día cADentro del lago y se murIó Ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor, a la que llamaron narciso.

Pero no era así como Oscar Wilde acababa la hisToria.

Él decía quE, cuAndo Narciso Murió, llegarOn las Oréades –diosas del bosque- y vieron el lago transforMado, de un lAgo de agua dulce que era, en un cántaro de lágrimaS saladas.”

¿Te imaginas qué sorpresa se levará cuando vea el mensaje oculto...?

Hasta mañana, que volveré con más consejos románticos. Gracias.

sábado, 9 de febrero de 2008

Consejo romántico número 39. Barato, sencillo y muy romántico...

Cuando sepas que tu pareja va a tener un día muy duro, hazle llegar al trabajo (como creas oportuno) una pequeña cajita que tú mismas o tú mismo hayas decorado y envuelto con papel de regalo. Además, ponle un lazo bonito. Y dentro, debe haber un frasquito de aceite para masajes, de su aroma preferido, y una tarjeta que diga: “Si deseas para esta noche un delicioso y sensual masaje, reserva cita llamando al 6XX XXX YYY (tu número de teléfono, claro)".

Te aseguro que recibirás una llamada y esta noche tendrás trabajo...

Además, para cuando llegue a casa puedes tener preparada la bañera con agua muy caliente y con aceites aromáticos. Bañaos juntos, y luego encárgate de secar a tu pareja (no permitas que se rompa la Magia secándoos cada uno a sí mismo con toallas diferentes). Y luego, le das ese prometido y ansiado masaje.

Tu pareja se quedará tan relajada que ni siquiera es necesario que haya sexo. Aunque tal como está sucediendo todo, dudo que no ocurra... Lo importante es que tras ese día de trabajo intenso y duro se haya relajado gracias a ti.

Es barato, sencillo y muy romántico, ¿verdad?

Por cierto, debajo de mi fea foto aparece mi correo electrónico personal (mpuntomoreno@gmail.com). Si quieres contactar conmigo para hacerme alguna sugerencia o para lo que te dé la gana, por favor, no dudes en mandarme un mensaje. Me encantaría saber qué te parece todo esto... Te prometo que te contestaré.

Bueno, no te entretengo más. Mañana volveré con más consejos románticos. Hasta mañana, y gracias por estar ahí.

viernes, 8 de febrero de 2008

Consejo romántico número 38. Dale siempre una vuelta más a la tuerca...

El 31 de enero, en el consejo romántico número 30, le dimos una vuelta de tuerca al consejo romántico número 6 del 7 de enero... ¿Recuerdas?

Hoy, 8 de febrero, haremos lo mismo con el primero de los consejos románticos, el del día 2 de enero...

En aquella ocasión te sugerí que le regalaras a tu pareja una docena de rosas con un toque diferente: once rosas rojas y una blanca, y con una nota que dijera algo así como: “En cada ramo de rosas siempre hay una que destaca sobre las demás. Y tú eres ésta”. Luego te sugerí algo más: que las once rosas fueran blancas y la otra roja. O mejor aún, once blancas y una amarilla.

Esta vez, podemos mejorar aquél consejo para volver a ser única o único y diferente

¿Qué te parece si el próximo ramo de rosas que le regalemos a nuestra pareja contenga once rosas naturales (del color que prefieras) y una artificial, con una nota manuscrita que diga: “Te amaré mientras que la última rosa de este ramo no se marchite”?

En fin, siempre podemos superarnos.

Hoy no quiero entretenerte mucho, porque me encantaría que vieras el siguiente video. Dura 8 minutos, pero... te aseguro que serán 8 minutos maravillosos. Por cierto, coge un paquete de pañuelos de papel. Lo necesitarás...

Que lo disfrutes. Hasta mañana y gracias.


jueves, 7 de febrero de 2008

Consejo romántico número 37. La impulsividad, a veces, también es romántica...

Hace unos meses yo estaba en una tienda de ropa y pude asistir a una situación con la que a veces sigo teniendo pesadillas... Se trataba de una pareja que estaba en aquella misma tienda. La chica, con toda la ilusión del mundo, le dijo a su chico: “Mira cariño, qué falda tan bonita, como las que a ti te gustan”. Ella cogió una prenda de su talla y se fue al vestidor para probársela. Y cuando salió de allí (que por cierto, la falda le sentaba muy bien), su pareja le dijo con una cara de bobo y de majadero: “Mmm, pues no me dice nada”. Ella puso una sonrisa de plástico del número tres, poco sincera, lógicamente. Yo, en cambio, estaba que me subía por las paredes de la tienda. Me entraron ganas de partirle las piernas a ese capullo a la altura de las rodillas. Pero lo pensé un poco y me di cuenta de que estaba feo hacer eso delante de tanta gente... ¡Será gilipollas!

¿Cómo hubiera actuado nuestro querido Miguel en una situación como ésa?

Por supuesto, Miguel, mientras Mayte hubiera estado probándose la falda en el probador, habría ido rápidamente a la caja para pagarla sin que ella lo supiera. Después, cuando Mayte saliera del probador, él le habría dicho con una sonrisa sincera (no de plástico): “Guau, estás preciosa con esa falda, mi vida”. Y acto seguido habría entrado en el probador para coger las cosas de Mayte, y al llegar a su lado le arrancaría la etiqueta con el precio, la cogería de la mano y tiraría de ella hasta sacarla de la tienda con la falda puesta. Claro... era suya.

¿Te imaginas la cara de Mayte con su mandíbula inferior colgando...?

Hasta mañana, que volveré con nuevos consejos románticos.

Gracias una vez más.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Consejo romántico número 36. Que no se apague la llamita...

Las románticas y los románticos son apasionados. Perdón, somos apasionados... Y no me refiero sólo a la pasión sexual, que también, sino a la pasión por vivir de forma intensa. Las románticas y los románticos no permitimos que ningún aspecto de nuestra vida caiga en la monotonía ni en el aburrimiento.

Y por supuesto, que también tendemos a ser sexualmente más apasionados que la media, lo cual no deja de ser otra de las muchas ventajas que tiene ser romántica o romántico.

Como ya hemos dicho en alguna ocasión, el romanticismo consiste en expresar el Amor que sentimos por nuestra pareja. Y lo mágico del romance es que también nos permite expresarlo de forma física.

Las románticas y los románticos siempre estamos ideando cosas para estimular la pasión en la alcoba. Y de eso podemos hablar hoy, ¿vale?

Pero... sigamos con el juego de ayer. Ese juego que consiste en que tú me dices algo, cualquier cosa, y lo convertiremos en una idea romántica.

O sea, que hoy eliges “velas”.

Vale, ¿y por qué no?

¿Y qué hacemos? ¿Poner unas velas en la próxima cena que tengamos en casa para realzar el ambiente con su suave luz? No está mal, pero esto ya lo habrás hecho muchas veces. Esto es lo que ayer denominábamos “romanticismo corriente”, ¿recuerdas? Así que tendremos que pensar un poco. Bueno, no tanto, porque ya se me ha ocurrido algo mejor.

¿Qué te parece si con una velitas encendidas dibujamos un camino que vaya desde la puerta de la calle al dormitorio? Así, con la luz apagada, podemos espera a nuestra pareja en la cama, con nuestra propia llama ardiendo apasionadamente.

¿Chachi, verdad? Esto está bien para esos días en los que la persona que amamos llega a casa un poco más tarde y agotada o agotado por un día intenso. ¡Qué recibimiento...! Imagínate cómo te agradecerá que seas tan creativa o creativo.

Bueno, me voy al gimnasio. Mañana estaré aquí puntual con más consejos románticos.

Gracias.

martes, 5 de febrero de 2008

Consejo romántico número 35. El romanticismo hay que inflarlo...

Ser romántica o romántico es guay, ¿verdad? Pero os propongo ir más allá de lo que yo llamo el “romanticismo corriente”. El romanticismo corriente es lo que ya viene determinado por nuestra cultura como romántico: las joyas, las flores (en especial las rosas rojas), los bombones, las cenas con velas, el cava, la lencería, el perfume, las tarjetas... Por supuesto que todo esto es romántico, pero se trata sólo del primer nivel del romanticismo. Si deseas que la Magia del Amor perdure en tu relación hasta que ni la muerte pueda con ella... debes ir muchíííííímo más lejos del romance corriente.

Hay que convertir cualquier evento o cualquier cosa ordinaria en una oportunidad para expresar a nuestra pareja el Amor que sentimos por ella. Con un poco de imaginación y de ganas podemos hacer que lo ordinario sea especial, que lo especial sea sublime y que lo sublime sea la ostia...

Venga, hagamos un juego. Tú me dices una palabra y yo la convierto en algo romántico. ¿Te apetece jugar? Vale, genial.

Tú me dices que la palabra que eliges es “globo”.

Globo. Un globo es un recipiente de material flexible (goma, látex, o nylon) relleno de aire o de gas, usado a menudo como juguete para las niñas y niños. También se usa como decoración en fiestas.

¿Y qué podemos hacer con un globo? ¿Decorar el próximo cumpleaños de nuestra pareja con cientos de globos por toda la casa? Nooooo, para eso tendríamos que esperar a que llegue esa fecha y, además, eso lo hacen todas y todos (romanticismo corriente).

Se me ocurre que hoy mismo, sin demorarlo más, puedes comprar un globo, y cuando llegues a casa puedes escribir en él, todavía desinflado y con un rotulador, un mensaje de Amor, que sea cortito, claro. Después debes ponerlo a mano de tu pareja para que se sienta tentada a inflarlo. ¿Te imaginas la sorpresa que se llevará cuando lea lo que has escrito?

Pues sí, un globo da para mucho más de lo que podríamos pensar y también puede convertirse en un detalle romántico. Y, además, por muy pocos céntimos...

Aún hay más consejos románticos, pero eso será mañana. Muchas gracias.

lunes, 4 de febrero de 2008

Consejo romántico número 34. Responsabilizarse es romántico.

La palabra “ayuda” debe desaparecer del vocabulario de las parejas, especialmente del de los chicos. Es habitual oír decir a un hombre cosas del tipo: ¿Te ayudo, cariño? Esto, lógicamente, denota que el peso del trabajo de la casa recae básicamente sobre la mujer. Por ejemplo, si ella está trabajando en la cocina, como suele ser habitual, ¿qué hace él viendo la tele, o leyendo el periódico, o jugando a la play? ¡Joder!, que se levante y se vaya con ella, pero no sólo para ayudarle a enjuagar la lechuga, sino que se ponga manos a la obra como ella. ¡Ah!, y si no sabe cocinar, que aprenda. Porque seguro qué es más fácil preparar una rica cena que ganar en un juego de esos de la consola de videojuegos, ¿que no?

Es fácil pensar que mientras ella se encarga de la cena, él se puede ocupar de la colada; pero pienso que es mejor aún que ambos hagan la misma tarea, así podrán estar juntos, muy juntos.

En definitiva, es obligatorio y romántico, hacer un reparto de las tareas y de las responsabilidades. Y por supuesto, cumplir lo pactado.

Otro caso es la injusticia y la desigualdad que se dan habitualmente en los trabajos. Si un hombre se va antes de su hora porque tiene que recoger a su hija en el colegio o tiene que llevarla al pediatra, ese hombre es un buen padre. En cambio, si la madre es la que sale antes para tales menesteres, no es una buena madre, sino una mala trabajadora que se despreocupa de su empelo. ¿Será que los hombres lo hacemos muy poco y cuando lo hacemos suenan las campanas...?

Es curioso como a la salida de un colegio o de un conservatorio o en la consulta de un médico suele haber muchas más madres que padres. ¿Y por qué se da esto?, ¿porque las mujeres no trabajan o lo hacen en casa? No. Esto ocurre porque ellas están más concienciadas en cumplir con una serie de responsabilidades de las cuales los hombres nos creemos exentos. Debemos compartir las responsa-bilidades del hogar y de la pareja o de la familia, y veremos que así la relación mejora en los demás ámbitos. Esto es tan válido para las parejas que conviven siempre como para las que lo hacen sólo los fines de semana. Y debemos recordar siempre que es injusto que si no nos hacemos cargo de nuestros deberes, lo tenga que hacer otra persona por nosotros. ¿Qué pasaría si en el trabajo alguien se escaquea...? Pues que más temprano que tarde, lo echarían a la pu... calle. Así que si no quieres que te echen de la empresa más importante de todas (tu relación), ya sabes... responsabilízate, es decir, sé más romántico...

Mañana estaré aquí con más consejos románticos. Mientras tanto, te doy las gracias por seguirme. Y por favor, déjame algún comentario.

domingo, 3 de febrero de 2008

Consejo romántico número 33. ¿Qué hacemos con la tele...?

La comunicación es, en definitiva, el factor clave para el mantenimiento y el desarrollo de una pareja feliz y romántica. Y la técnica básica que debemos poner en práctica es muy simple y sencilla: hablar.

Sí, es simple y sencilla, pero... desgraciadamente hay parejas que pasan días y días sin hablar. Seguro que piensas: ¿y cómo es que una pareja va a pasar días sin hablar? Y a mí me agrada mucho que me hagas esa pregunta. Porque así puedo aclarar que “hablar”, en el sentido que yo quiero darle no se refiere a decir cosas, porque en ese caso es evidente que la gente habla. Y mucho, diría yo. Pero cuando digo que una pareja hable, me refiero a mucho más que a decir cosas. Me refiero a contarse esas pequeñas cosillas importantes o no que nos suceden al cabo del día, y que nos permite conocer aún más a nuestra pareja. Además, ¿hay algo mejor que saber qué nos hemos perdido a lo largo del día al no haber podido estar al lado de nuestra pareja?

No permitamos que la incomunicación nos robe a la persona que amamos. Hay que buscar y encontrar momentos para hablar en pareja. Por ejemplo, por la noche, antes de ir a la cama, es genial preparar un vaso de leche muy caliente con chocolate, o con café (mejor descafeinado), o una infusión, o lo que os dé la gana. La clave está en establecer cada día algunos momentos para hablar. Y la noche es un momento muy propicio. No debe haber un orden del día ni una duración prefijada, pero sí mucha comunicación. Y la comunicación es cosas de dos. No es suficiente con que uno de los miembros de la pareja se empeñe en esto; es necesario que los dos lo deseen de forma conjunta. Y en estos ratos de charla cualquier tema es importante, por muy estúpido que parezca. Lo importante es conocer y poner en común los pormenores, los pequeños problemas y dificultades, también las pequeñas cosas felices que nos sucedan, el estado de los proyectos, y todas las cosas que tengan que ver o no con la relación. Además, la buena noticia es que estos ratos nocturnos de charla los podemos sacar de esos espacios de tiempo muertos y sin conversación que nos roba la dichosa televisión, y que hace que nos vayamos a la cama sin más diálogo que un simple “buenas noches”. Y a veces ni siquiera eso.

Cada minuto que pasamos delante de la televisión son sesenta segundos menos de conversación con nuestra pareja. Con esto no estoy queriendo decir que no debamos ver la tele. Lo que realmente quiero decir es que debemos tirar a la basura la puta tele... Te aseguro que no pasa nada si lo hacemos. Yo lo hice hace casi cinco años y mi vida es mejor desde entonces y, además, mis días parecen que tienen setenta y nueve minutos más. Créeme.

Ver la tele es poco romántico, aunque se vea en compañía de la pareja, aunque se vea estando los dos abrazados. Es mejor conversar y aprender el uno del otro.

¿Cuántas personas hay que se van a la cama tarde después de haber visto un programa de esos nocturnos que te enganchan y que no te aportan nada? ¿Y cuántas de estas mismas personas por la mañana cuando se despiertan salen pitando de casa hacia el trabajo? ¿Y cuántas de estas personas se pasan los días sin haber mantenido una conversación relevante con su pareja? Joder, si la vida de una persona consiste de lunes a viernes en levantarse, asearse, desayunar, irse a trabajar hasta la tarde, llegar a casa, enchufar la televisión, cena viendo la televisión, relajarse viendo la televisión hasta acabar rendida o rendido de sueño e irse a la cama a dormir, ¿cuándo se habla con la pareja?, ¿los fines de semana, con la cantidad de cosas pendientes que hay por hacer y los compromisos que hay que sortear...?

Tenemos que sacar cada día un rato (o mejor varios) para charlar con la pareja. Este es mi consejo romántico de hoy: robarle minutos a la tele para regalárselos a tu pareja; y como colofón, preparar una bebida calientita para los dos antes de ir a la camita.

En otras ocasiones hablaremos de qué otros momentos podemos sacar cada día para charlar. Pero por hoy te dejo, para que puedas conversar ahora mismo con tu pareja.

Hasta mañana, que volveré con nuevos consejo románticos. Mientras tanto... muchas gracias.

sábado, 2 de febrero de 2008

Consejo romántico número 32. ¡El Romanticismo es la “leche”...!

Los teléfonos de la oficina no dejaban de sonar. Como cada final de mes, los clientes eran más exigentes. Mayte y todos sus compañeros de la oficina estaban muy agobiados y estresados porque en esas fechas el trabajo aumentaba y se acumulaba. Incluso a Mayte, tan simpática y agradable, le costaba sonreír en jornadas como éstas. El ambiente era tan tenso y espeso que se podía cortar con una navaja...

A eso de las 12 del medio día llegó el joven mensajero con los habituales paquetes que siempre dejaba en la mesa del recepcionista de la puerta. Pero esta vez, portaba un paquete más. El repartidor le advirtió a Javier, el recepcionista, que ese sobre era para Mayte. Javier le señaló quién era ella y el mensajero se lo entregó personalmente, porque debía firmar el albarán de entrega.

Mayte no esperaba ningún paquete. Cuando ella realizaba alguna compra por Internet siempre pedía que la entrega se la hicieran en la oficina, porque en horario laboral no había nadie en casa. Pero últimamente ella no había comprado nada por la red, de ahí su extrañeza.

Estaba tan impaciente que desgarró la bolsa en la que venía el misterioso sobre. Éste era de tamaño A5, es decir, era la mitad de una hoja A4. En el remitente no ponía nada, y en el anverso ponía con letra a mano pero poco familiar: “Para Mayte”.

Lo abrió con cuidado y dentro había cuatro trozos de cartulinas de color pastel con la forma de piezas de puzzle. Lógicamente, un rompecabezas de cuatro piezas era muy fácil de montar, y cuando lo hizo en el se leía: “En este preciso momento estás pensando en mí. Yo, en cambio, no puedo sacarte de mi mente... Te adoro, Mayte”. Esta letra sí era fácil de reconocer. Se trataba de Miguel, ¿quién si no?

Mayte emocionada se olvidó por dos minutos de dónde estaba y llamó sin pensárselo a su chico. La conversación fue preciosa, pero por respeto a la intimidad de ellos prefiero obviarla. Lo cierto es que a partir de ese momento, Mayte no dejó de sonreír durante el resto de la jornada, y pronto toda la oficina se contagió de su entusiasmo...

Y es que el Romanticismo es la “leche”...

Mañana te espero con más consejos románticos. Mientras tanto, gracias por estar ahí. Y como agradecimiento, te pido que veas y escuches el siguiente video. Fliparás como yo lo he hecho, créeme. Pon alto el volúmen de tus altavoces.


viernes, 1 de febrero de 2008

Consejo romántico número 31. Gracias...

GRACIAS.

Hoy no puedo empezar de otra forma que con un agradecimiento sincero a quienes han hecho el esfuerzo de dedicar un ratito de su valioso tiempo a leer mis consejos románticos. Y en especial mi gratitud va hacia quienes, además, han dejado su huella mediante un comentario amable y cariñoso hacia este blog y hacia mí.

Esta aventura comenzó el martes 1 de enero de 2008. Hoy hace justo un mes que te prometí presentarte cada día alguna idea romántica. Nunca suelo faltar a mis promesas, pero después de leer vuestros comentarios me siento con más fuerza si cabe para cumplir con mi compromiso. Y toda esta fuerza te la agradezco a ti, por estar ahí, por leerme y por dejar constancia de que me lees. Gracias.

Gracias... qué palabra más linda. Suena bonito, ¿verdad? Gracias... Mmm.

¿Hay algo más romántico que regalarle un simple “gracias” a tu pareja después de cada uno de esos detalles amorosos que tiene contigo?

Desgraciadamente, es muy fácil acostumbrarse a las atenciones de la pareja, a su dulzura y a sus ganas de ayudarnos. Por eso, al cabo de un tiempito se pierde la sana y bonita costumbre de agradecerle sus detalles. También se hace difícil percibirlos y apreciarlos. Si nos acostumbramos demasiado, en lugar de reconocer las cosas buenas que la pareja nos da, las tomamos como un derecho adquirido y olvidamos que realmente son un regalo, producto de su amor por nosotros. Asimismo, si no las agradecemos, podemos dejar de recibirlas. Por eso, mi consejo de hoy es, simplemente, agradece a tu pareja cada una de las atenciones, delicadezas, gentilezas, galanterías, favores, amabilidades, simpatías y cortesías que tenga contigo, aunque sean muy pequeños, porque hasta éstos merecen tu agradecimiento.

Y recuerda siempre: dale siempre las gracias como si te acabara de dar la última oportunidad.

Hasta mañana, que volveré con nuevos consejos románticos. ¡Ah!, y GRACIAS.