Desde anteayer te estoy proporcionando algunas pautas para generar ideas románticas y creativas. Pues bien, vamos con la de hoy. Esta vez quiero hablarte de lo importante que es prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor para generar ideas creativas y románticas.
Normalmente, no utilizamos al completo nuestra capacidad de ver. Pasamos por la vida mirando una cantidad tremenda de información, de cosas y de situaciones y, sin embargo, miramos pero no vemos.
Cuando condicionamos nuestra mente para que se percate de las cosas importantes, más filtros estableceremos en nuestra mente para percibir dichas cosas importantes que se presentan a diario sin que nos demos cuenta. Es como cuando nos interesamos en comprar alguna prenda determinada, de repente nos parece que mucha gente la ha comprado antes y la lleva puesta. Realmente siempre había sido así, pero sólo ahora nos damos cuenta, porque nuestra mente está alerta respecto de la prenda. Lo mismo ocurre con las cosas románticas: cuando “pensamos en romántico” y todo lo vemos a través del cristal del romanticismo, encontramos ideas diferentes y muy románticas.
Prestar atención al mundo que nos rodea nos ayudará a desarrollar una extraordinaria capacidad de mirar las cosas cotidianas y de apreciar lo extraordinario que pueden esconder. Prestar una verdadera atención a lo que vemos nos permitirá ver lo que otros no ven.
Una idea romántica puede encontrase en cualquier parte. Puede que nunca la encuentres, pero lo que encuentres al prestar atención, sea lo que sea, siempre te llevará a algo.
Y vamos ya con el consejo romántico de hoy.
Mayte y Miguel estaban en el cine viendo una película. Y una de las escenas consistía en que el malo escondía unas joyas robadas en el interior de un libro de madera hueco, y lo colocaba entre otros libros de una estantería. Y claro, como Miguel “piensa en romántico”, se le ocurrió una gran idea que llevaría a cabo al día siguiente.
Justo al día siguiente, Miguel le compró a Mayte un pequeño colgante que a ella le había captado la atención el día anterior en una tienda que estaba cerca de los multicines. Pero él quería sorprenderla, por eso, además, le compró otro ejemplar de su libro favorito. El libro favorito de Mayte es “Madame Bovary”, escrito en 1857 por Gustave Flaubert. Ella tiene dos ejemplares de este libro: una edición de lujo numerada y con pasta de cuero, y otra de bolsillo que había releído muchas veces. Sin embargo, Miguel le compró otro ejemplar más. Pero esta vez, y aplicando la idea que captó con la escena de la película del día anterior, quería el libro para envolver el colgante de Mayte.
Cuando Miguel llegó al medio día a casa, aprovechando que Mayte no estaba, cogió un cutter de uno de los cajones de la cocina, y con un poco de pulso y de paciencia consiguió ahuecar el libro, en el que pudo ocultar de forma sorprendente ese pequeño colgante que a su chica le gustaba.
¿Te imaginas la ilusión que se llevó Mayte cuando Miguel le entregó por la tarde aquél paquete envuelto en papel de regalo del tamaño de un libro?
Cuando Mayte lo desenvolvió, se desilusionó un poco, porque pensó que su chico ya no le prestaba la suficiente atención, y que por eso, le había regalado otro ejemplar de un libro, que aunque le gustaba mucho, ya lo tenía por duplicado. Sin embargo, imagínate qué sorpresa se llevó cuando hizo el gesto de ojear el libro y vio lo que escondía dentro. Evidentemente, la sorpresa de Mayte fue doble. Luego se relajó, porque comprobó que Miguel, además de que sí le presta mucha atención, es una persona muy creativa.
Hay quien pensará que dedicar un libro a este fin sería un crimen contra la literatura universal, sin embargo, también hay gente que usa los libros para equilibrar una mesa...
Hasta mañana. Por cierto, ¿has votado en la nueva encuesta?
Gracias.
Ya sólo faltan 23 días para el primer Fin de Semana Romántico (pincha aquí).
Normalmente, no utilizamos al completo nuestra capacidad de ver. Pasamos por la vida mirando una cantidad tremenda de información, de cosas y de situaciones y, sin embargo, miramos pero no vemos.
Cuando condicionamos nuestra mente para que se percate de las cosas importantes, más filtros estableceremos en nuestra mente para percibir dichas cosas importantes que se presentan a diario sin que nos demos cuenta. Es como cuando nos interesamos en comprar alguna prenda determinada, de repente nos parece que mucha gente la ha comprado antes y la lleva puesta. Realmente siempre había sido así, pero sólo ahora nos damos cuenta, porque nuestra mente está alerta respecto de la prenda. Lo mismo ocurre con las cosas románticas: cuando “pensamos en romántico” y todo lo vemos a través del cristal del romanticismo, encontramos ideas diferentes y muy románticas.
Prestar atención al mundo que nos rodea nos ayudará a desarrollar una extraordinaria capacidad de mirar las cosas cotidianas y de apreciar lo extraordinario que pueden esconder. Prestar una verdadera atención a lo que vemos nos permitirá ver lo que otros no ven.
Una idea romántica puede encontrase en cualquier parte. Puede que nunca la encuentres, pero lo que encuentres al prestar atención, sea lo que sea, siempre te llevará a algo.
Y vamos ya con el consejo romántico de hoy.
Mayte y Miguel estaban en el cine viendo una película. Y una de las escenas consistía en que el malo escondía unas joyas robadas en el interior de un libro de madera hueco, y lo colocaba entre otros libros de una estantería. Y claro, como Miguel “piensa en romántico”, se le ocurrió una gran idea que llevaría a cabo al día siguiente.
Justo al día siguiente, Miguel le compró a Mayte un pequeño colgante que a ella le había captado la atención el día anterior en una tienda que estaba cerca de los multicines. Pero él quería sorprenderla, por eso, además, le compró otro ejemplar de su libro favorito. El libro favorito de Mayte es “Madame Bovary”, escrito en 1857 por Gustave Flaubert. Ella tiene dos ejemplares de este libro: una edición de lujo numerada y con pasta de cuero, y otra de bolsillo que había releído muchas veces. Sin embargo, Miguel le compró otro ejemplar más. Pero esta vez, y aplicando la idea que captó con la escena de la película del día anterior, quería el libro para envolver el colgante de Mayte.
Cuando Miguel llegó al medio día a casa, aprovechando que Mayte no estaba, cogió un cutter de uno de los cajones de la cocina, y con un poco de pulso y de paciencia consiguió ahuecar el libro, en el que pudo ocultar de forma sorprendente ese pequeño colgante que a su chica le gustaba.
¿Te imaginas la ilusión que se llevó Mayte cuando Miguel le entregó por la tarde aquél paquete envuelto en papel de regalo del tamaño de un libro?
Cuando Mayte lo desenvolvió, se desilusionó un poco, porque pensó que su chico ya no le prestaba la suficiente atención, y que por eso, le había regalado otro ejemplar de un libro, que aunque le gustaba mucho, ya lo tenía por duplicado. Sin embargo, imagínate qué sorpresa se llevó cuando hizo el gesto de ojear el libro y vio lo que escondía dentro. Evidentemente, la sorpresa de Mayte fue doble. Luego se relajó, porque comprobó que Miguel, además de que sí le presta mucha atención, es una persona muy creativa.
Hay quien pensará que dedicar un libro a este fin sería un crimen contra la literatura universal, sin embargo, también hay gente que usa los libros para equilibrar una mesa...
Hasta mañana. Por cierto, ¿has votado en la nueva encuesta?
Gracias.
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2 comentarios:
Buenas tardes MANU.
Es un gran libro, pero el fin también era muy bonito por eso creo que es perdonable. Me gusto que como siempre para Miguel no existan las fechas determinadas, los regalos que se hacen así son los más significativos y notorios en una relación.
BESOS.
Me parece muy interesante tu consejo.. a decir verdad ya una vez se me habia ocurrido algo similar pero aun no lo he puesto en practica jeje... y en cuanto a lo anterior, tienes razon en decir que solo basta en ver con ojos de romanticismo para encontrar muy buenas ideas en nuestro dia a dia... Cuidate mucho y te leo mañana!!
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