jueves, 28 de junio de 2012

Blog nuevo, vida nueva...

Hola.

Esta vez tengo el placer de presentaros mi nuevo blog (http://manumorenoescritor.wordpress.com), en el que voy a seguir hablando sobre el amor, las relaciones de pareja y sobre mi última novela “Rendirse al amor”. Además, también he creado un nuevo perfil de Facebook para compartir con vosotros todo sobre esta novela (http://www.facebook.com/ManuMorenoEscritor). Y por último, he creado una cuenta de Twitter (https://twitter.com/@ManuEscritor).

Estoy compartiendo los avances de mi novela con todos los lectores de mi nuevo blog. No te los pierdas. Clica aquí: http://goo.gl/QF8O8.

Ojalá me sigáis en el nuevo blog de la misma manera que lo hicisteis en éste en el que nos encontramos ahora, y que tan feliz me hizo mientras lo editaba.

Os espero con un abrazo sincero.
Manu Moreno

jueves, 16 de junio de 2011

Hoy me siento de puta madre...

Hoy me siento muy… no sé. No sé cómo me siento, pero… ¡joder, me siento! Y me encanta cómo me siento.

Me explico…

A lo largo de este blog he hecho muchas veces referencia a una novela romántica que estuve escribiendo. Es una lástima pero no la acabé. ¿Y sabes por qué? Porque cuando me vino la idea a la cabeza y empecé a escribir, sólo sabía cómo empezaba la historia y quiénes eran los personajes, pero no planeé previamente ni el climax y el desenlace de la historia. De manera que pronto los personajes tomaron vida propia y se me fueron de las manos. Hubo un momento a partir del cual la historia se estaba escribiendo sola, y como no me gustaba el giro que estaba tomando, dejé de acudir a mi cita diaria para escribir 5 páginas cada jornada. Algún día la retomaré…

Pero hoy me siento de puta madre porque ahora mismo me voy a poner a escribir una nueva novela; por supuesto que también romántica, pero esta vez ya sí tengo planteada la historia. Y me siento emocionado, porque necesito escribir. Así que te dejo y me voy a empezarla…

Por cierto, he recibido un montón de correos electrónicos de seguidoras que me piden que vuelva a retomar este blog. Y… me lo estoy pensando muy en serio.

Es curioso que cuando me escribe alguien con nombre de varón, no es para pedirme que vuelva, sino para otras cosas…

Saludos sinceros, y hasta pronto.

jueves, 19 de mayo de 2011

Nueva forma de contactarme...

Hola a todas y a todos los lectores de este blog.

Hace unos días cambié la dirección de correo electrónico de todos los post en los que dejé el antiguo, y me ha sorprendido gratamente que desde entonces haya recibido muchos correos electrónicos de gente que me felicita, que me comenta cosas e incluso que me pide consejos…

En fin, aprovecho esta ocasión para agradecer a todas esas personas románticas que le dan importancia a esas cosas que pienso y escribo, y por otro lado, aprovecho también para invitar a quienes me hayan escrito anteriormente al correo antiguo, que ya no existe y que por eso no les pude contestar, a que lo hagan de nuevo a mi email actual: mpuntomoreno@gmail.com.

¡GRACIAS!

miércoles, 31 de diciembre de 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Vaya culebrón...!

Hola de nuevo.

Cada día me sorprendo más, si es que cabe más sorpresa..., de las interpretaciones que algunas personas que se hacen llamar anónimo y algunas otras que indican su nombre o seudónimo, se hacen y dejan por escrito, acerca de mis comentarios.

Me siento el personaje de un “culebrón” que no existe. Me están atribuyendo parejas y/o ex-parejas que no han existido ni existen. Cualquier parecido de mi realidad con lo que escribo a veces, sería una putada, y afortunadamente, mi vida no es una putada.

Gracias a todas las personas que denotan preocupación por mí, acerca de lo que escribo, pero que nadie se preocupe porque estoy francamente bien. Eso sí, tengo mucho trabajo porque ahora, por culpa de la “jodida crisis”, hay que trabajar mucho más duro y durante más horas. Pero... os quiero a todas y a todos.

Y como soy un romántico, no voy a desaparecer jamás. Sólo os ruego un poco de paciencia. De cualquier manera, GRACIAS.

domingo, 9 de noviembre de 2008

¿Consejo romántico número 268? ¡He vuelto...!

Intento ser libre pero no lo consigo. Hay algo que me tiene encadenado y dominado. Trato de evadirla pero me atrae y me hipnotiza. No puedo vivir sin ella, aunque quiero hacerlo. Sé que no me conviene porque si no me hace daño a la entrada, me lo hará a la salida. Sé que no me conviene...

Es la más dura de las drogas. Y cuando ya creí haberla vencido, reaparece de nuevo tentándome, provocándome, animándome, convenciéndome, cautivándome...

Ya me la prohibí una vez y volví a caer. Me la prohíbo ahora pero caeré... Espero no convertirme el único animal que de tanto tropezar con la misma piedra la convierta en arenilla fina...

Me domina, me ciega, me fascina, la tengo en mi mente de forma crónica. Me esfuerzo por no rendirme fácilmente; lucho de forma brava por escaparme de su hechizo, pero todo resulta baldío e inútil, me atrapa...

Es fácil caer en sus garras porque cuando me falta, la vida la veo en blanco y negro, vacía y sin sentido. En cambio, cuando me tiene pillado, la vida es como el arco iris, me dan placenteros ataques de taquicardia y me sube la tensión de forma deliciosa: pum pum, pum pum, pum pum...

Pero me da miedo, mucho miedo, porque es lo único en esta vida que de un chasquido me puede llevar de la euforia al desánimo, del clímax al vacío, del mismo paraíso al averno... Lo malo es que cuando has estado en el paraíso, ya no puedes conformarte con vivir en la Tierra.

Qué puedo hacer contra esa droga tan poderosa que una vez que la has probado ya no puedes dejarla...

He vuelto, gracias a todas y a todos por vuestro reclamo... GRACIAS.

miércoles, 15 de octubre de 2008

¡Quiero ganar! Pero necesito tu apoyo...

Hola.

Muy pronto, casi ya, volveré como el “doctor Amor”. Pero ahora os hablo como editor de la revista sportes. Y os ruego que me permitáis transcribiros un artículo que urgentemente he incluido en el próximo número de esta revista.

Sportes, tal y como señala uno de sus eslóganes, es la revista de deporte y calidad de vida para jóvenes de cualquier edad. Sin embargo, hay gente que no disfruta de la calidad de vida necesaria y suficiente como para practicar deporte; ni siquiera para poder jugar. Éste es el caso del niño José Carlos Galera, que tan sólo tiene 6 añitos y ya está tratando de ganar la competición más importante y dura de su vida.

El pasado mes de febrero le diagnosticaron la terrible enfermedad llamada “adrenoleucodistrofia”.

En la película “El aceite de la vida” se relata fielmente en qué consiste esta espantosa enfermedad genética y hereditaria de las denominadas raras. Afecta a sólo 1 de cada 50.000 nacimientos. Se caracteriza por una acumulación de los ácidos grasos de cadena larga en las glándulas suprarrenales y en el cerebro. La aglomeración de estos ácidos grasos en las glándulas suprarrenales hace que éstas dejen de funcionar; y en el cerebro, provoca la destrucción de la mielina, que es la cubierta de las terminaciones nerviosas, y cuando ésta se destruye provoca que los impulsos eléctricos de la terminaciones nerviosas se pierdan, es decir, produce la perdida de la vista, del oído, el retraso mental, la falta de movilidad, y poco a poco se entra en un estado vegetativo hasta que llega la muerte en uno o dos años después del diagnostico.

José Carlos, a pesar de su juventud, está luchando duramente en una competición que injustamente le ha tocado disputar. Pero no se rinde. Todavía le queda un periodo de dos meses, antes de que empiecen las afectaciones físicas, tras las cuales ya no habrá nada que hacer. Por tanto, es muy urgente, casi no le queda tiempo.

La única solución posible que hasta la fecha ha dado resultado es el trasplante de medula ósea. Pero en España nadie quiere arriesgarse a realizarlo. Solamente en el Hospital de la Universidad de Minnesota, el Doctor Chamas, después de hacerle un chequeo, está dispuesto a realizarle el tratamiento con cierta garantía de éxito. Pero ya se sabe cómo funciona la sanidad en los Estados Unidos. ¡Hay que pagar! En concreto, por este tratamiento le piden a sus padres 700.000 euros. Y lógicamente, es una cifra muy elevada, y todo un desafío conseguirla.

Sólo tiene 6 años y unas ganas de vivir increíbles. No quiere dejarse vencer por esta terrible enfermedad. Sus abuelos le necesitan, sus primos y sobre todo su hermana y sus padres. Él quiere seguir yendo al colegio cada día, porque le encanta hacerlo, y jugar con sus compañeros de clase...

Desde sportes os pedimos ayuda para José Carlos. Pensemos que aunque nuestra aportación sea pequeña, lo importante es la suma total.

Los padres de José Carlos son José Manuel Galera y Eva Lázaro. Los cuales, ya os agradecen por adelantado la atención que habéis prestado a este mensaje.

El correo electrónico que han habilitado para esta causa es:
galera-lazaro@hotmail.es. Y el teléfono de contacto de la portavoz de la familia es 653 330 420 (preguntar por Flora).

Existe una cuenta corriente para hacer tu aportación:

Banco de Santander 0049-1613-51-2790094106.

Sportes donará el 10% recaudado en concepto de publicidad en este número y en el próximo.

Entre todas y todos podemos ayudar a José Carlos a ganar...

sábado, 11 de octubre de 2008

Consejo romántico número 267. El mismo cuento pero al revés...

Hola otra vez. No he desaparecido una vez más. Lo que me ha ocurrido es que algunas circunstancias personales me han alejado un poco del blog. Pero como sabéis, en cuanto puedo vuelvo con todas vosotras y con todos vosotros.

Os agradezco que me hayáis dejado comentarios para el chico sevillano. Pero estoy de acuerdo con lo que él mismo dijo en uno de esos comentarios: algunas os habéis ensañado con el pobre. Yo conozco su historia con detalle porque él me la ha contado con detalle también y creo que mi resumen no ha reflejado fielmente lo que sucedió en realidad.

De cualquier manera, tampoco se trata de echar más leña al fuego, aunque el tiempo que empieza a hacer, lo está recomendando...

Algunas de las personas que han dejado su comentario, sugería que contara “algo bonito ya”. Y eso es lo que voy a hacer, contaré alguna historia más bonita que la anterior...

Arturo, trabaja en la delegación de Sevilla de una gran empresa que está presente en casi toda España. Él es el responsable del departamento comercial de dicha delegación, y hace sólo unas semanas uno de sus vendedores tuvo un problema en su nómina: dos de las comisiones que le correspondían cobrar no le fueron abonadas. Por eso, Arturo, se hizo cargo personalmente de solucionar ese error burocrático, y para ello llamó al departamento de recursos humanos de la central, que está ubicada en Palma de Mallorca.

A la llamada le contestó una de las secretarias, y ésta le pasó con la responsable del departamento, María. Ésta era la primera vez que María y Arturo hablaban por teléfono. La conversación duró varios minutos, y ambos se cayeron muy bien. A partir de aquella primera llamada, Arturo siempre encontraba algún motivo para telefonear a recursos humanos y para que le pasaran con María.

Al cabo de unos días, se intercambiaron los teléfonos personales, y se llamaban cada noche. Él se sentía cada vez más atraído por ella, pero tenía cierta desconfianza porque la chica le parecía demasiado especial, extremadamente encantadora y exageradamente bella como para no tener pareja, y encima, para “seguirle el juego” a él, que se sentía de la parte inferior del montón... Ambos se habían intercambiado fotos, por lo que tenían una ligera idea de cómo eran sus respectivos físicos.

Ambos habían pactado conocerse personalmente muy pronto, para comprobar si esa sintonía que existía entre los dos era Magia o simplemente una mera ilusión. No obstante, Arturo tenía sospechas de que María se pudiera estar viendo con otros chicos, a pesar de que ella le aseguraba que no era así. Sin embargo, María, que sabía que Arturo era un gran hombre, pero quizá se sentía inseguro ante su majestuosidad, decidió acelerar la primera cita, con el objeto de que en persona, mirándose ambos a los ojos, ella le pudiera demostrar que no tenía nada de lo que temer. Y así fue, sin más demora, María sugirió quedar el próximo fin de semana en Madrid, a mitad de camino entre Sevilla y Palma. No obstante, Arturo que era un verdadero caballero no permitió que ella tuviera que hacer ningún esfuerzo, así que propuso que la cita fuese en Palma de Mallorca.

Hasta el momento de poner pié en la preciosa isla, Arturo tuvo que soportar las cosquillas más brutales que jamás había sentido antes en su estómago .

Ella le esperaba en el aeropuerto. Lógicamente, Arturo se quedó prendado cuando la vio. Y a ella también le gustó mucho en persona, porque realmente Arturo también es atractivo, a pesar de que su dañada autoestima no le permite creérselo. El avión llegó a las 21,30h, así que se fueron a cenar al restaurante en el que el propio Arturo había reservado mesa desde Sevilla.

Estuvieron en el restaurante más de dos horas. Ambos se dieron cuenta de que la sintonía que existía entre ambos desde el principio era Mágia, no sólo una ilusión efímera. Y también como por arte de magia, a él se le quitaron todos los miedos sobre ella.

Y comieron muchas perdices...

Lo malo es que esta historia es inventada, ¿que no?

Hasta mañana, y muchas gracias.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Consejo romántico número 266. ¿El fin justifica los medios...?

En el último consejo romántico habíamos quedado en que es esencial conocer la biografía amorosa de la pareja, o en su caso, de la futura pareja. Y es que de su pasado se puede extrapolar lo que será, probablemente, su futuro. Así, evitamos embarcarnos en una relación sin porvenir.

Hay que enamorarse con el corazón y también con la cabeza. Lógicamente, vuelve a salir la pregunta inevitable: ¿y cómo conocer a fondo a la pareja, o en su caso, a la futura pareja?

Una de las personas que amablemente me han enviado algún correo electrónico esta mañana para comentar este asunto, me contó brevemente su historia personal, y me preguntaba si el fin justifica los medios. Es decir, si con el fin de saber si la chica de la que se está enamorando le conviene o no, debe usar los medios que sean necesarios. Os cuento brevemente su historia.

Este chico trabaja en una gran empresa que está presente en casi toda España. Él trabaja en la delegación de Sevilla, y un día tuvo que llamar por teléfono a la oficina de Palma de Mallorca. La conversación giró en torno a un problema que se dio entre ambas sucursales, de manera que al final, después de varios minutos de charla, ambos se cayeron bien y a partir de entonces, él se las ingeniaba para tener que hablar nuevamente con esta chica. Al cabo de unos días, las llamadas ya se producían entre sus respectivos móviles particulares y en horarios fuera de oficina. Ella cada vez le gustaba más a él, pero tenía cierta desconfianza porque la chica le parecía demasiado especial, extremadamente encantadora y exageradamente bella (se intercambiaron fotos) como para no tener pareja, y encima para “seguirle el juego” a él, que se sentía de la parte inferior del montón...

Ambos habían pactado conocerse personalmente muy pronto, para comprobar si esa sintonía que existía entre los dos era Magia o simplemente una ilusión. No obstante, él tenía sospechas de que ella se pudiera estar viendo con otros chicos, a pesar de que le aseguraba que no era así. Y él se lo acabó contando a una amiga, la cual, sin avisarle usó la inteligencia y la picardía femenina de la que disponía y averiguó cosas muy interesantes, como por ejemplo, que la chica de Palma de Mallorca seguía viéndose con su supuesto ex para mantener relaciones sexuales; y que, además, tenía un amigo con el que quería pero no podía tener una relación sentimental. En fin, que el chico de Sevilla sólo era el monigote que la distraía cuando su ex y su amor platónico no estaban disponibles. Lógicamente, la sintonía no era ni Magia ni ilusión, sino simplemente una pantomima...

Indudablemente, lo que la amiga del chico hizo no estuvo correcto. Pero... ¿estuvo bien que la chica de Palma de Mallorca le mintiera al chico de Sevilla? ¿Es honesto usar estrategias inadecuadas para destapar cosas que de otra manera no se podrían descubrir? En definitiva, y como me preguntaba esta mañana este chico: ¿el fin justifica los medios?

Tengo un problema... No sé qué contestarle.

Por favor, si alguien me quiere echar una mano lo puede hacer dejando un comentario.

Por cierto, en lo últimos días estabais dejando muchos comentarios con motivo de mi supuesta “huída” y posteriormente con mi lógica “reaparición”. Los comentarios han sido en su mayoría muy cariñosos, los cuales agradezco; y en su minoría, un poco menos cariñosos, los cuales también agradezco.

Ni soy tan bueno como algunas y algunos creen, ni tan malo como a algunas y algunos les gustaría que fuera. Simplemente soy un chico bien intencionado. Lo que pasa es que la bonanza de mis intenciones es relativa. Es decir, lo que pienso, o que digo y lo que hago les gusta a algunas personas y a otras les gusta menos. Pero esto no podría ser de otra manera en un mundo como éste, creado en siente días.

Al igual que nunca llueve a gusto de todos, es lógico que mi paraguas no pueda dar cobijo tampoco a todo el mundo. ¡Qué más quisiera yo!

De cualquier manera, agradezco infinitamente todos vuestros comentarios, tanto los buenos como los mejores; y tanto los menos buenos, como los peores. TODOS. Y os ruego que sigáis dejando vuestros puntos de vista. Y esta vez aún más, porque le servirá de ayuda al chico de Sevilla.

Hasta mañana. Gracias.

lunes, 6 de octubre de 2008

Consejo romántico número 265. ¿Estáis hechos el uno para el otro...?

Una vez más, gracias por vuestros comentarios. Ni os podéis imaginar las ganas y las fuerzas que esto me imprime...

No sé si lo sabéis, y esto sí es autobiográfico, que soy el editor de una revista deportiva. Y para el 20 de diciembre de este año, vamos a organizar el campeonato Open de press banca sportes 2008 en las modalidades de fuerza-resistencia y de potencia. Esto es poco romántico, no obstante, es una pena que en esta ocasión yo no voy a competir sino que me voy a limitar a organizarlo. Y digo que es una pena porque con las fueras y la motivación que me estáis dando últimamente, no creo que se me escapara la medalla de oro. Si seguís así, además de organizarlo soy capaz de... En fin, volvamos a lo verdaderamente importante...

Al acabar el post de ayer, me surgió la idea de hablar hoy sobre cómo advertir si nuestra relación de pareja tiene perspectivas de futuro o no. Y lanzábamos a modo de adelanto las siguientes preguntas: ¿estáis hechos el uno para el otro?, ¿atesoráis las características de una pareja feliz y armónica?, ¿estaréis juntos el resto de vuestras vidas?, ¿en qué estado se encuentra vuestra relación actualmente?

Y ayer decíamos que difícilmente podemos responder a estas preguntas con una elevada probabilidad de acertar. No obstante, podemos prever si nuestra relación de pareja tiene porvenir o no.

Y ahora, en frío, un día después de haber planteado el tema, pienso que me he metido en un berenjenal de dos palmos de narices. No escarmiento... Pero ya no me puedo echar para atrás, así que... al toro, ¿qué no?

Pienso, que uno de los momentos en los que la relación de pareja muestra visos de tener futuro es en la forma en cómo se afrontan los conflictos y los inconvenientes. Y se me ocurren las siguientes cuestiones: ante un problema determinado, ¿cualquiera de las partes puede contar con la otra y sentirse apoyada, o esto sólo sucede si la otra parte está implicada de alguna manera en el problema? ¿Tras una fuerte discusión se reparten las responsabilidades y se llega a algún tipo de acuerdo para no volver a cometer el mismo error, o siempre existe el empeño en encontrar a un culpable?

Los apoyos recíprocos y las soluciones pactadas son una buena señal de que la relación marcha feliz y eficazmente, y de que se le augura un bonito futuro.

Otro buen indicio de la marcha de la relación es la forma en que se enfrentan las dificultades sexuales; por ejemplo, el "enfriamiento" de las relaciones sexuales. Dialogar sobre este arduo asunto cada vez que sea necesario, es una señal inequívoca de que la relación marcha bien y está consolidada. En cambio, no hablar nunca, o casi nunca, sobre el sexo en la relación suele ser un alarmante presagio.

Además, los conflictos de pareja señalan la salud de la relación. Son positivos cuando persiguen un acuerdo o una solución, sin violencia ni ofensas ni críticas ni infravaloraciones; sirven para que la relación mejore, ayudado por el placer que entraña la reconciliación posterior.

En cambio, son negativas si implican a terceras personas para conseguir un fin o incluyen la crítica constante, la humillación o los juicios personales sobre la pareja, o emplean el chantaje psicológico, recurriendo a frases del tipo "si no haces esto, te dejo o dejo de hacer aquello".

También son un signo de que algo marcha mal cuando las discusiones acaban con un silencio o con la indiferencia, lo cual acaba minando paciencia de la otra persona, empeorando gravemente la situación.

Finalmente, las disputas son un punto de no retorno cuando se empiezan a exigir a la pareja cesiones que ésta no está dispuesta a ceder, o lo que es lo mismo, cuando se empieza a imponer en vez de sugerir. Y otro punto de no retorno se da cuando se cede siempre para evitar que la discusión continúe.

De cualquier manera, como ya adelantamos antes, es difícil anticipar con absoluta certeza el futuro de una relación de pareja, ni siquiera con la mejor bola de cristal... Pese a todo, teniendo claros algunas cuestiones y estando atenta o atento a lo que acontece en la relación se pueden vislumbrar las posibilidades que existen de que el Amor y la Magia permanezcan vivos.

Aunque nos cueste, debemos ser realistas. Cuando nos enamoramos solemos adaptar nuestro comportamiento a las expectativas que tenemos respecto de la persona amada. O lo que es lo mismo, sacamos nuestra “mejor versión”... ¡Joder, cuánto me gusta esta expresión! NUESTRA MEJOR VERSIÓN. Pero tarde o temprano (más bien temprano), aflorará lo que alguna gente llama “la propia personalidad”. Que no es más que descuidar la MEJOR VERSIÓN DE UNO MISMO. Y sacar la “mejor versión de uno mismo” es a lo que estamos obligado siempre como seres humanos que somos, y que tenemos el privilegio de poder decidir en cada momento cuál debe ser nuestro mejor comportamiento o “mejor versión”. Por tanto, cuando nos descuidamos en nuestra responsabilidad de humanos, también surgen las primeras decepciones en la persona amada, porque dejamos de ajustarnos a lo que antaño la enamoró de nosotros.

De cualquier manera, debemos evitar "tirar la toalla" rápidamente. Darse por vencida o por vencido ante la primera desavenencia importante que surja en la relación no es la mejor solución, ya que ni las personas ni las relaciones son perfectas. Sí son perfectibles, pero no perfectas. Y para mejorarlas o hacerlas perfectibles es necesario desarrollar un trabajo duro y constante. Las parejas felices se edifican día a día y por ambas partes, preocupándose ambos de evitar todo lo que las debilitan y fomentando todo lo que las fortalece.

Y por supuesto, esto que decimos no está en contra de la idea romántica del Amor de pareja, sino que por el contrario, nos evitará las desagradables sorpresas más adelante.

Otro aspecto importante es conocer la biografía amorosa de la pareja. A veces, nos embarcamos en una relación sin sentido simplemente (que no es simple) porque nos dejamos llevar por el corazón en vez de hacerlo también por nuestra cabeza, y nos sentimos atraídos por el bello físico de la otra persona, en vez de por su forma de ser. Y es que rara vez buscamos la información necesaria y suficiente sobre la otra persona cuando empezamos a salir y a conocerla. Cuidado, no me refiero a que haya que hacerle un test... ¿O sí habría que hacerlo? No sé...

Lo que sí quiero decir es que es esencial conocer el pasado amoroso de la persona que nos interesa, porque tiene mucho que ver con cómo se comportará en el futuro con nosotros.

Y la pregunta que surge ahora es, ¿y cómo conocer a fondo a tu pareja?

Para conocer a fondo a la otra persona conviene cavilar sobre lo siguiente: ¿ha tenido alguna relación amorosa duradera o sus relaciones han sido cortas?, ¿hace planes para el largo plazo, o sólo le preocupa el futuro el próximo mes?, ¿habla de tener una relación duradera o de matrimonio?, ¿hace referencia en sus conversaciones sobre cómo le gustaría que fuese una relación seria o de matrimonio?

Para decidir si conviene continuar con la relación o decir ¡basta ya!, es recomendable responderse a una serie de preguntas:

¿La relación significa lo mismo para los dos? Puede darse el caso de que uno de los miembros busque estabilidad y compromiso, y el otro pasión y aventura.

¿Tenemos intereses y objetivos comunes o que se puedan compartir?

¿Estoy dispuesta o dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para resolver los conflictos que me han llevado a plantearme la disolución de la relación?

¿El desgaste de la relación se debe a motivos prácticos de la convivencia más que a razones emocionales, como la falta de Amor o Pasión?

¿Los beneficios que obtienes por seguir adelante con la relación son mayores que lo que tienes que dar a cambio...?

Si las respuestas a la mayoría de estas cuestiones son afirmativas, la relación de pareja tiene muchas posibilidades de salvarse y de permanecer viva y feliz una vez resueltas las discrepancias.

¡Vaya berenjenal en el que me he metido...!

Hasta mañana, y reitero mi más sincero agradecimiento.

domingo, 5 de octubre de 2008

Consejo romántico número 264. No necesito tiritas para mi corazón “partío”...

Por cierto, antes de seguir adelante. Nunca quise referirme en este blog a mi vida personal. Uno mismo, cuando escribe, aunque sea una simple ecuación matemática o un prospecto para un medicamento, no puede evitar que salga a relucir de forma directa o indirecta algún pasaje autobiográfico. Es inevitable... Por otro lado, es lógico que cualquiera que haya seguido este blog crea, o sepa, que yo soy romántico. Es lógico... Sin embargo, siempre he intentado evitar convertir esto en mi propio confesionario amoroso. Y espero haberlo conseguido. Ni siquiera en el post número del 262 del pasado martes 30 de septiembre os hablé de nada personal. Vamos, dicho de otra manera: yo no tengo pareja ni la tenía el martes pasado cuando escribí aquello.

Sí, ya lo sé, algunas y algunos pensarán que cómo se puede ser tan romántico y no tener pareja. Tengo un buen amigo que es dermatólogo y está especializado en la caída del cabello, y no tiene ni un pelo de tonto. Y en la cabeza tampoco tiene ni un solo cabello. También conozco abogados que no han estado nunca en la cárcel. Por tanto, se puede ser romántico y no tener pareja. Yo soy un claro ejemplo de que es posible.

Bueno, realmente sí que tengo, lo que pasa es que ella todavía no lo sabes... Ni siquiera yo mismo lo sé, pero seremos pareja, seremos muy felices y comeremos muchas perdices, que en escabeche y en ensalada están riquísimas.

De manera que nadie se preocupe por mí, “no necesito tiritas para mi corazón partío” porque mi corazón está intacto. Todavía...

Así que a nuestro amigo José Luis Perales, que se acaba de incorporar a nuestro blog con un comentario, no puedo decirle quién es ella ni a qué dedica su tiempo libre...

Y en otro orden de cosas. Últimamente me llama la atención cómo algunas mujeres con las que hablo reconocen que no son románticas ni les importa un bledo el romanticismo. Lo malo no es que estas mujeres te digan eso, sino que lo malo es que una mujer que te gusta, o a la que ames no sea romántica...

Y entonces empiezo a pensar, ¿existe gente romántica y gente no romántica? O mejor dicho, ¿el romanticismo es genético o simplemente es una actitud adquirida?

Yo, nunca he oído hablar del gen del romanticismo...

De cualquier manera, ¿qué coño está pasando con en el romanticismo? Ya no sólo las chicas se quejan de que los hombres son menos dulces, sensibles y tiernas. Ahora los varones también nos quejamos de que las mujeres lo son cada vez menos. Ojo, estoy generalizando. Siempre están las “Maites” y los “Migueles”, que para quien no lo sepa aún, son los protagonistas de nuestras historias románticas. Y que por cierto, no nos acompañan desde hace bastantes días.

¿Te conviene empezar una relación de pareja con una persona que es tan romántica como un centollo de mármol?

Todo depende de una cosa: de que esta persona presuma de ser fría, o de que no presuma. Si presume de serlo, evidentemente no va a cambiar su actitud. Sólo si esta persona reconoce que le gustaría ser más dulce y cariñosa, entonces podrá lograrlo. De cualquier manera, con la intención de cambiar no es suficiente. Si te propones ser una persona más delicada, tierna, y amorosa, hazlo ya.

Y se me acaba de ocurrir de qué podemos hablar mañana. Lo haremos sobre si nuestra relación de pareja tiene futuro o no.

¿Estáis hechos el uno para el otro? ¿Reunís las condiciones de una pareja feliz y armónica? ¿Podréis envejecer juntos? ¿Qué camino lleva la relación?

Es muy difícil contestar a estas preguntas con certeza y anticipar lo que puede pasar, ¿verdad? Sin embargo, existen señales que indican si tu relación amorosa tiene presente y futuro, o sólo presente. Y mañana hablaremos de todo esto.

Gracias y hasta mañana.

viernes, 3 de octubre de 2008

Consejo número 263. Gracias a todas y a todos...

¡Guau...! Cuántos comentarios y cuántos correos electrónicos. GRACIAS.

Ahora sé que es lo que sienten algunos artistas cuando una vez muertos, desde el cielo (o desde el infierno), ven hecha realidad su obra póstuma. Hemos batido el record de comentarios en el post en que aparentemente (sólo aparentemente) me despedía. Pero... ¿quién se había creído por un momento que yo iba a desaparecer de aquí?, ¿cómo iba yo a poder pasar un día más sin venirme a nuestro rinconcito romántico para contaros cualquier cosa?

Noooo, sólo necesitaba un respiro, pero os habéis pasado. Nada más que necesitaba “un poco de aire fresco”, sin embargo, me habéis soplado entre todas y entre todos con tantas ganas y con tanto aprecio que me he tenido que agarrar muy fuerte para no salir volando con vuestros maravillosos soplos de aliento... GRACIAS, DE VERDAD.

Me siento abrumado. Es más, me llegué a preguntar si realmente merezco tanto ánimo y tanto apoyo como he recibido de vosotras y de vosotros. De cualquier manera, en un caso como éste sólo hay que limitarse a ser agradecido, y yo lo soy. GRACIAS. MUCHAS GRACIAS.

Me encantaría comentar uno por uno cada uno de vuestros preciosos mensajes. Pero son tan explícitos que no necesitan de una explicación que los pudiera enturbiar. De todos modos, son todos tan acertados que sólo tengo que pediros disculpas. PERDÓN. OS PIDO PERDÓN SINCERAMENTE.

Con este blog sólo pretendía dar una visión optimista sobre el Romanticismo, y al mismo tiempo, dar una “patada simbólica en la espinilla” a los menos románticos (y a las menos románticas) para inducirles (e inducirlas) a que a diario hicieran el pequeño esfuerzo de mejorar aún más su relación de pareja. Incluso podía presumir de haber logrado algo bueno. Así que... quién coño soy yo para cargarme de un zarpazo el camino tan bonito que entre todas y todos habíamos construido, ¿verdad?

En fin, me desvié un poco del buen camino, pero vosotras y vosotros me habéis reconducido nuevamente. GRACIAS. INFINITAS GRACIAS. Nunca sabré como devolveros tanta felicidad como la que me habéis regalado y como la que siento ahora mismo.

Por cierto, mañana sí volveré con una nueva sugerencia romántica.

A ti mujer, te amaré como nadie te ha amado nunca y como nadie te amará jamás. Por eso... siempre confiaré en ti. SIEMPRE.

Hasta mañana. GRACIAS.

martes, 30 de septiembre de 2008

Éste no será el consejo romántico 262. Simplemente es mi único secreto...

Hola, soy Manu.

Sí, ese estúpido romántico que ya conoces. Siempre se me ocurre algo bonito para cada ocasión, pero es que, además, cada cosa que se me ocurre la siento desde dentro... Cariñoso, detallista, romántico, sensible, apasionado, atento, dulce y todas esas cualidades que a cualquier persona le gustaría que tuviese la pareja de su hija. Pero... déjame que hoy te cuente un secreto que hasta ahora era inconfesable, y que te lo descubro porque ya no me quedan dudas, ni la menor duda de que siempre será así.

Y mi secreto es que no me fío de las mujeres. DE NINGUNA. Que conste que a mi madre la quiero con locura, porque me dio lo más preciado que tengo. Que conste que a mi hermana la quiero sobremanera porque siempre dedicó su vida a facilitarme la mía, y nunca sabré ni podré agradecérselo. Y que conste que a mi hijita de 11 años la adoro, porque es mi mayor don. Y ellas tres son las mujeres más maravillosas del mundo. Pero de ninguna que pudiera ser la cuarta me fío. DE NINGUNA.

Sin las mujeres el mundo sería gris, las flores serían cardos borriqueros, el verano sería invierno y la primavera no sería nada porque no existiría la primavera, las canciones no tendrían letras, las motos serían monoplazas y no serían divertidas, y el cabello de ángel sería caspa del demonio... Las mujeres son todas maravillosas. TODAS. Pero ojito... ya no me fío de ellas. DE NINGUNA.

Te dicen cosas y te las crees. Te miran y te lo crees. Te sonríen y te lo crees. Te besan y te quieres morir... Pero ya no confío en ellas. EN NINGUNA.

Cualquiera diría que estoy dolido. Y sí, estoy dolido. Efectivamente me duele la tendinitis que tengo en mi antebrazo izquierdo; aunque tampoco me duele tanto.

Las hay bajas y altas; las hay rellenitas y delgadas; las hay morenas y rubias y castañas y pelirrojas y con mechas y con más mechas y sin ellas; las hay inteligentes, más inteligentes y extremadamente inteligentes; las hay guapas y más guapas... Hay mujeres de todas las clases. Pero todas, absolutamente todas, sin excepción alguna, tienen una cualidad común: te hacen sufrir y te hacen llorar si tienes nombre de varón. Todas lo han hecho o lo harán alguna vez. TODAS. Y la que no esté de acuerdo es porque o bien no lo sabe, o bien lo desconoce; pero ella misma también... Ésta es una cualidad propia de las mujeres. DE TODAS. Y algún día, los investigadores descubrirán el gen que gobierna esta peculiaridad.

A ti mujer, te amaré como nadie te ha amado jamás y como nadie te amará nunca. Ni siquiera te imaginas que se pueda amar de esa manera como yo te amaré. Pero... nunca me fiaré de ti. NUNCA.

Hasta cuando sea. Necesito un respiro.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 261. En gran medida depende de cada uno y él lo consigue...

¿Qué hubiera pasado si la chica a la que en el post anterior llamaron por error hubiera sido Mayte, la novia de Miguel?

Para quienes todavía no lo sepan, Mayte y Miguel son los nombres de la pareja protagonista de la mayoría de nuestras historias.

Déjame imagina cómo habría transcurrido todo.

Jorge cogió el teléfono y llamó a su amigo Carlos. Pero le contestó una señorita muy agradable con una voz muy dulce diciendo:

- Hola.

- Hola. Veo que no eres Carlos –replicó el chico.

- Efectivamente, no soy Carlos. Ja ja ja.

- Es una pena que esto sea un error, porque tienes una voz preciosa y una sonrisa encantadora.

- ¡Vaya!, muchas gracias. Esto mismo es lo que me dice mi chico cada vez que hablamos por teléfono.

- Bueno, lo siento, ¿eh?

- No importa. Buenas tardes.

- Buenas tardes.

Jorge se quedó mirando su teléfono durante unos segundos con cara de pasmado. Y cuando volvió del limbo, miró la tarjeta de su amigo, que había cambiado recientemente de número de móvil, y comprobó aturdido que ciertamente había traspuesto las dos últimas cifras de dicho número.

Después de hablar con Carlos volvió a mirar en la lista de llamadas enviadas el número al que por error había llamado unos minutos atrás, pero comprendió que esa chica parecía enamorada de su novio.

Mayte, aprovechando que tenía el móvil en su mano decidió mandarle un mensaje de texto a Miguel. Un mensaje muy sencillo: “Hola mi Amor, estaba pensándote y no he podido resistirme a mandarte un dulce beso... TE ADORO”.

Es imposible que en la vida romántica de Mayte entre otro hombre, porque ese ámbito de su vida está copado, está repleto, está colmado... En la vida romántica de alguien sólo puede haber una persona. Nunca dos. Es imposible que haya más de una. Por eso, de cada uno depende que la vida romántica de quien amamos esté completa o abierta a ser completada por una tercera persona.

En gran medida depende de cada uno y de cada una. Miguel siempre lo consigue...

Hasta mañana, y gracias por seguir ahí...

Consejo romántico número 260. En gran medida depende de ti...

Buenas madrugadas. En esta ocasión, una obligación profesional me ha impedido llegar a tiempo, así que decidí dejarlo para mañana. Pero como no podía conciliar el sueño, he resuelto escribir un poco. Hoy te contaré una historia... Con permiso:

Jorge cogió el teléfono y llamó a su amigo Carlos. Pero le contestó una señorita muy agradable con una voz muy dulce diciendo:

- Hola.

- Hola. Veo que no eres Carlos –replicó el chico.

- Efectivamente, no soy Carlos. Ja ja ja.

- Es una pena que esto sea un error, porque tienes una voz preciosa y una sonrisa encantadora.

- ¡Vaya!, muchas gracias.

- Bueno, lo siento, ¿eh?

- No importa. Buenas tardes.

- Buenas tardes.

Jorge se quedó mirando su teléfono durante unos segundos con cara de pasmado. Y cuando volvió del limbo, miró la tarjeta de su amigo, que había cambiado recientemente de número de móvil, y comprobó aturdido que ciertamente había traspuesto las dos últimas cifras de dicho número.

Después de hablar con Carlos volvió a mirar en la lista de llamadas enviadas el número al que por error había llamado unos minutos atrás, y sin dudarlo lo grabó en su agenda de contactos.

Al cabo de dos días, Carlos se armó de valor y sin prepararlo siquiera volvió a marcar el teléfono errado.

- Hola –contestó ella.

- Hola. Veo que sigues sin ser Carlos.

- Ja ja ja. No, no soy Carlos. Y me temo que por ahora no va a venir por aquí.

- Y si no eres Carlos... ¿quién eres entonces?

- ¿Pretendes que le diga quién soy a un desconocido?

- Bueno, yo soy Jorge, y precisamente te pregunto tu nombre para que dejemos de ser dos desconocidos.

- Ja ja ja, qué simpático eres Jorge.

- ¿Te han dicho alguna vez que tienes una sonrisa muy bonita?

- Si, precisamente hace un par de días me lo dijo un chico muy majo...

- Entonces... ¿me vas a decir cómo te llamas?

- Me llamo María. Encantado Jorge.

- Encantado María. Hasta pronto –se despidió Jorge sin querer seguir tentando a la suerte.

- Hasta pronto –repitió María.

Y mientras ella sonreía, decidió grabar también el número de teléfono de Jorge en la agenda de su teléfono.

Jorge volvió a editar el registro que dos días atrás había guardado en su móvil, y cambió “Dulce voz” por “Dulce María”.

Nuevamente a los dos días, Jorge volvió a llamarla.

- Hola. No soy Carlos -contestó la chica al ver que se trataba de Jorge.

- Ja ja ja. Hola María –saludó él, sonriendo.

- ¿Qué tal Jorge?

- ¡Vaya!, me halaga que me hayas fichado en tu agenda.

- Sí, lo hice porque veo que sigues empecinado buscando a tu amigo Carlos.

- No, ya no lo busco a él. Ahora te busco a ti.

- ¿Y eso?

- Pues ya ves. Siento mucha curiosidad –continuó diciendo Jorge.

- ¿Sí?

- Ahá.

- ¿Y qué es lo que te intriga tanto?

- Por ejemplo... ¿Tienes pareja?

- ¡Vaya!, un poco indiscreta tu pregunta, ¿no?

- Bueno, realmente la indiscreción está, en todo caso, en tu repuesta, ¿no crees?

- Tienes razón. Pues no, en estos momentos no tengo pareja –contestó María.

- Pues créeme que no lo siento.

- Ja ja ja. ¿Y tú, tienes pareja?

- Si la tuviera, no estaría buscando a Carlos... –contestó él, sonriendo.

Esta conversación duró algunos minutos más. María realmente si tiene pareja. Sale con Juanjo desde hace poco más de seis años, pero desde hace unos cuatro, lo más apasionante que le ha pasado a María ha sido las llamadas erróneas de Jorge. Por eso le mintió diciéndole que estaba sola, para que esta situación no se acabara tan pronto.

Esta historia no es real, es inventada. Y cualquier parecido con la realidad es sólo una coincidencia. Sin embargo, tiene una lectura clara... No permitas que un simple error sea más apasionante que lo que tú le proporciona a tu pareja. No permitas que una llamada de un tal Jorge (o de una tal Jorja) sea más deseada que tu propia llamada. De ti depende, en gran medida, que cuando a tu pareja le pregunten por su situación romántica, conteste refiriéndose a ti y no te oculte ni te reniegue. En gran medida depende de ti...

Hasta mañana, que no es mañana, sino hoy mismo. Gracias.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 259. ¿Has visto alguna vez un sapo montando en moto...?

Ella es preciosa. Todos quieren tocarle el culo. Aunque parece inaccesible e inalcanzable, siempre se la ve acompañada de algún chico apuesto. Nunca suele repetir una cita. Se queja de que los príncipes azules acaban destiñendo en las primeras citas. No obstante ella lo sigue intentando. Cada fin de semana va al estanque en busca de nuevas ranas a las que besar. Las ranas que ella besa cada viernes y sábado suelen llevar camisa de cuello alto tipo italiano y perfume de la marca de moda.

Al otro lado del estanque hay otro anfibio pero con cara de sapo. Este no lleva el cuello alto italiano y simplemente huele a canela. Pero no pretende tocarle el culo. No es que no le apetezca, sino que ni siquiera se cree merecedor de soñarlo.

Una vez el chico con cara de sapo estaba en la calle con ella y con sus amigas. Hablaban todos de forma amigable sobre el trabajo. Todos trabajan en la misma empresa. En la calle corría un aire desagradable y la chica guapa se puso dando la espalda a la corriente para que no le diera en la cara. Pero esto hacía que su pelo se le fuese para delante tapándole incómodamente los ojos.

El chico con cara de sapo siempre deseo tocarle la suave piel de su cara, pero nunca imaginó que pudiera hacerlo; sin embargo, esta vez, aprovechando que ella sostenía en su mano izquierda su cartera y en la derecha el cigarro que se estaba fumando, se armó de valor y ni corto ni perezoso, y sin pensárselo dos veces para no arriesgarse a arrepentirse, alargó su brazo derecho y dulcemente le apartó el pelo rebelde de sus lindos ojos y de su bonita boca. Ese fue el gesto más romántico que alguien había tenido con la chica bella durante toda su vida.

Todos querían tocarle el culo, pero nadie en un día de viento le había apartado jamás el pelo de su cara. Sin embargo, esta vez, la primera, ella no se había dado ni cuenta, porque lo estaba haciendo un sapo...

Moraleja: los príncipes azules no siempre son ranas que van en un caballo blanco. A veces, los príncipes azules son sapos y van en moto...
Hasta mañana. Muchas gracias...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 258. ¿Hartos de discutir...?

Cuando comienza una relación y todo es nuevo, cada día surgen de forma espontánea nuevos detalles románticos que resultan increíbles y emocionantes para la otra persona. Sin embargo, con el correr del tiempo, cada uno se va acostumbrando a la presencia del otro, y aunque sigan enamorados, la relación empieza a tornarse algo rutinaria. Es duro de reconocer, pero seguramente ya no es tan fácil encontrar novedades en la persona amada. La buena noticia es que con sólo algunos cambios se puede volver a deslumbrar como en los primeros meses.

Y... ¿cómo podemos sorprender a nuestra pareja? ¿Cómo tener un gesto inesperado cuando ya nos conocemos tanto?

Hay un momento en el que todo el mundo desea tener una varita mágica... Me refiero a ese maldito momento en el que estamos inmersos en una “estúpida” discusión. Ahí precisamente deseamos que todo acabe, pero no es posible, al contrario, parece que cada vez estamos mas lejos de zanjar esa maligna discusión. Pues aquí también romper con la rutina es la solución. Lo habitual es enfrascarse en ganar, en tener la razón, en conseguir que la pareja de doblegue y nos dé la peseta (o el céntimo de euro), pero sabemos por experiencia que cada céntimo que le ganemos a la pareja, le estamos restando un millón de euros a la relación. Por tanto, ¿qué prefieres tener la razón o ser feliz? Si eres de los que eliges la segunda opción, ¿qué te parece si la próxima vez que te encuentres en una de esas odiosas trifurcas decides olvidar aquello que la provocó y le cortas su último argumento con un beso de tornillo repentino. Tu pareja no sabrá que tanque militar la ha atropellado. Lo mejor de todo, esto enfriará completamente la pelea, y tu pareja quedará gratamente sorprendida.

Son éstos, los pequeños detalles únicos o diferentes, los que verdaderamente suman, estos gestos espontáneos que desarman a cualquiera y que la dejan gratamente sorprendida.

Las sorpresas aportan emociones nuevas a la relación. Debes saber que es más grato aún sorprender a la otra persona que ser sorprendido. Y tendrás la oportunidad de comprobarlo cuando tu pareja se esmere en recompensarte por alguna de tus formas de hacerla sentir tan única y especial.

Hasta mañana. Buenas noches, y gracias.

martes, 23 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 257. Cómo seguir aumentando el placer en la relación sexual...

Tal y como acordamos ayer, hoy continuo con este agradable, pero difícil asunto...

Ayer quedamos en algunas cosas:

- hacer el amor es una habilidad que puede aprenderse y mejorarse;

- no conocer el propio cuerpo y las técnicas amorosas, limitan la posibilidad de gozar adecuadamente del sexo;

- hacer el amor puede consistir simplemente en besar, acariciar y abrazar a la persona amada, sin necesidad de que haya penetración, orgasmo o eyaculación;

- es necesario tener muy claro lo que se desea y lo que se valora en el sexo `para que sea satisfactorio y, lógicamente, hay que decírselo a la pareja sin rodeos;

- si la vida sexual no marcha bien en la pareja hay que esforzarse por solucionarlo de forma inmediata;

- para disfrutar de una satisfactoria vida sexual es necesario romper con las ideas erróneas, con las opiniones equivocadas y con las actitudes desacertadas sobre el sexo, que a lo largo de nuestra vida hemos adquirido.

Y hoy, vamos a continuar... Y lo haremos en primer lugar con algo sobre la comunicación en el sexo.

Como decíamos ayer, hay personas que, en las ocasiones en las que estás sometidas a mucho cansancio o estrés, suelen privarse del sexo porque el deseo sexual suele disminuir, así como el propio placer. Y como muchas veces no se dan cuenta de lo estresados que están ni de cómo eso va mermando sus energías, tampoco relacionan una cosa con la otra... Por eso, es necesario prestar atención a cualquier causa que pudiera estar disminuyendo el deseo sexual o el placer.

La mayoría de la gente cree que su pareja sabe (o debe saber) instintivamente lo que le satisface sexualmente sin necesidad de tenérselo que decir. Sin embargo, a menos que la pareja sea adivina (con lo cual sería también hiper-ultra-mega-super-millonaria), es necesario hablar de sexo con la pareja para que el deseo y el placer sexual sean satisfactorios.

Teóricamente, todo debería ser de un modo espontáneo, mágico, sin problemas, sin palabras. Pero, a menos que se exprese de forma inequívoca lo que realmente se desea y se prefiere, nadie tendrá una idea clara de lo que a su pareja le gusta o le disgusta. Muchas veces se teme o se duda en preguntar directamente a la pareja qué le gusta, qué le excita, si le apetece hacer el amor ahora mismo... Por otro lado, muchas parejas pasan más tiempo hablando de cuestiones prácticas menos importantes (qué comprar, dónde, cuándo...) que de lo que quieren, necesitan y sienten respecto del sexo.

Por supuesto que no es fácil ni cómodo hablar de sexo con la pareja, y me refiero al principio, pero aún cuando sea difícil, siempre hay que aprender a hacerlo. Pedir lo que deseas es la única manera de asegurar que lo recibirás.

Incluso cuando al principio de la relación el sexo es apasionado y placentero, es fácil caer en la monotonía y en el sexo mecánico que caracteriza a muchas relaciones estables. No obstante, nunca es tarde para hacer resurgir la Magia del Amor y del Romanticismo si se consigue que el sexo satisfactorio sea una prioridad en la vida de la relación, añadiendo algo de sorpresa.

Lógicamente, si la pasión ya no es lo que era al principio, aspectos como la ternura, los gestos de amor y de dulzura, y el cuidado por la otra persona también deberán recuperarse nuevamente.

¿Y cómo podemos poner todo lo anterior en marcha y de forma práctica?

Por ejemplo, para no tener que afrontar el trago de hablarlo de forma directa, al principio, podéis hacer de forma individual una lista con las diez cosas que más os excitan. Después, haced una lista de las diez cosas que más os desaniman. Y luego, compartir vuestras listas. Escuchad muy atentamente los sentimientos de la pareja. Y tras haber explicitado cada uno vuestras respectivas preferencias sexuales, llegad a acuerdos consensuados.

La satisfacción sexual depende en gran medida de la excitación. Por eso, la estimulación física de todo el cuerpo es imprescindible, no sólo la de los genitales y zonas erógenas.

La sensualidad incluye los cinco sentidos: el sabor de un beso, el olor característico de una persona, la visión de un cuerpo que atrae, el sonido de una respiración que se acelera, el tacto de una piel cálida. Presta atención a todos tus sentidos. Todas estas sensaciones placenteras se pasan por alto cuando el objetivo del sexo se centra únicamente en el coito y en la prisa por alcanzar el orgasmo.

En fin, una vez más, sé que muchas y muchos no han aprendido nada nuevo, por eso, ojalá no dejen de seguir practicando todo esto que es tan importante como ya ellas y ellos saben...

Hasta mañana, y muchas gracias una vez más.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 256. Cómo aumentar el placer en la relación sexual...

¡Vaya título! Me lo he puesto a mí mismo bastante difícil...

Mucha gente cree que el sexo satisfactorio debe darse de forma natural y no piensan que, como en casi todo, se trata de una habilidad que puede y debe aprenderse y desarrollarse. Asimismo, el desconocimiento del propio cuerpo y de las técnicas amatorias, son un obstáculo que limita la capacidad de gozar de las relaciones sexuales.

Por otro lado, para que el sexo sea satisfactorio, no siempre es necesario que exista la penetración, el orgasmo o la eyaculación. Hacer el amor, aunque parezca una cursilada, puede consistir simplemente en besar, acariciar y abrazar al amante, y concentrarte exclusivamente en su contacto físico y emocional. Por eso, es necesario tener muy claro lo que realmente se desea y se valora respecto del sexo. Hay que pararse a reflexionar sobre todo lo que para nosotros hace que una experiencia sexual resulte satisfactoria y, lógicamente, hay que comunicárselo a la pareja con lujo de detalles y sin tapujos.

Naturalmente, la definición de sexo satisfactorio depende de cada persona. Sin embargo, cualquier definición llevaría implícito los siguientes aspectos:

- compartir una emoción mediante un intercambio físico;

- una manera de estar más cerca de la otra persona;

- una forma de expresar amor;

- una elección libre del amante, del momento y del lugar;

- ser conciente de las consecuencias;

- respeto por el amante o la amante;

- erotismo;

- seducción;

- juego;

- ...

Piensa en lo siguiente: cualquier cosa que se te ocurra necesita tiempo... Hay cosas para las cuales es necesario el dinero, para otras no; hay cosas para las que necesitas ayuda, para otras no; hay cosas que necesitan frío, otras no; pero todo, absolutamente todo, sin excepción ninguna, necesita tiempo, más o menos tiempo, pero requiere tiempo... Por tanto, hacer el Amor también demanda el dichoso tiempo. Sin embargo, el trabajo y las demás obligaciones cotidianas compiten con el sexo para robarle el tiempo disponible.

Fíjate, el sexo, generalmente, es lo primero que la gente se quita cuando tiene estrés, cuando está enferma, cuando está embarazada o cuando envejece. Es paradójico, pero mucha gente cuando está mal, se quita de lo mejor... ¡No lo entiendo!

Si vuestra vida sexual no marcha bien, debéis concederle la misma atención que le prestáis a los demás problemas que os van surgiendo.

Lo queramos o no, la mayoría de nuestras opiniones y de nuestras actitudes sobre el sexo las hemos aprendido. Este aprendizaje comenzó cuando éramos muy jóvenes. Nos enseñaron nuestros padres, otros adultos y nuestros amigos. También aprendimos de los medios de comunicación: la televisión, la radio, las revistas, los periódicos... Y muchas de las cosas que aprendimos son prejuicios, inhibiciones, algunos "debería" y "no debería" y muchos otras ideas erróneas.

Lógicamente, para disfrutar de una reconfortante vida sexual, a menudo es necesario romper con estas ideas equivocadas que son dictadas fuera de nosotros mismos, de nuestros gustos y de nuestras apetencias.

No hay que ser muy listo para darse cuenta de que las ideas preconcebidas por la sociedad buscan satisfacer a una mayoría abstracta y no a cada persona de forma individualizada. Por eso, tu satisfacción sexual debe depender únicamente de tu exploración y conocimiento de tu propia sensualidad.

¿Y cuáles son algunas de esas creencias equivocadas?

Sé que algunas te parecerán absurdas, pero hay personas que las tienen ancladas en su cabeza y no les dejan ser genuinamente felices. Y lo malo es que ni siquiera son conscientes de ellas. Muchas personas creen que:

- la gente mayor no hace el amor ni deberían hacerlo;

- el sexo es para gente guapa y con cuerpos perfectos;

- un verdadero hombre es el que está siempre listo para el sexo;

- una verdadera mujer debe estar sexualmente disponible cuando su pareja lo desee;

- hacer el amor implica coito y orgasmo;

- el orgasmo debe darse simultáneamente en ambos amantes;

- los besos, las caricias, y los abrazos sólo son para conducir al coito;

- ...

Bueno, voy a parar por hoy. Es que cuando me caliento (en el buen sentido de la palabra...) no paro. Así que mañana seguiré con las cosas que me he dejado en el teclado (no en el tintero): la comunicación sexual, la monotonía en el sexo, algunas recomendacioncillas...

Estoy seguro de que muchas y muchos pensarán que lo que he contado hoy es muy obvio y sabido por todas y todos. Sin embargo, también es cierto que muchas de esas personas que ya sabían todo esto, cuando las veo por un agujerito... parece que no lo saben tanto...

En fin, mañana seguimos con esto. Te espero aquí. Gracias.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 255. Simple, pero capital...

A veces, buscamos el romanticismo en lo sofisticado, en lo rebuscado, en lo complicado… cuando, por otra parte, algunas y algunos descuidan lo básico, lo esencial.

Esta tarde estuve hablando con una amiga que se queja de que su marido antes de dormir ni siquiera le da ya las buenas noches. Claro, si no le da las buenas noches, es fácil suponer que este señor pasa de cualquier cosa que escribamos aquí en este blog, del romanticismo y de la madre que lo parió. Por eso, hoy me siento obligado a descender a lo básico. El consejo de hoy será simple, muy simple, pero de capital importancia: dale a tu pareja cada día sin excepción antes de iros a dormir las buenas noches. Pero no como se lo dirías a tu amiga o amigo, o a tu hermana o hermano, sino como se lo dirías a tu pareja si llevarais nada más que dos semanas de relación… Sólo de esta manera, el resto de sugerencias románticas tienen sentido.

Hasta mañana, buenas noches. Y todas las gracias…

viernes, 19 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 254. Esto es simplemente una ilusión...

Y como me gusta predicar con el ejemplo, hoy no voy a dar consejos románticos, porque esta es una actividad que me resta un maravilloso tiempo que durante el fin de semana hay que usar mejor, como ya dijimos ayer...

Así que esto que estás leyendo, no lo estás leyendo realmente, lo estás imaginando, porque hoy no he estado aquí. Supongo que eres una lectora o un lector fiel y por eso, como cada día, has venido a este rinconcito romántico, y aunque yo no he venido a escribir, tú, por inercia, me estás leyendo... Curioso, ¿verdad?

No obstante, seguro que esperas encontrar una sugerencia amorosa. Es más, creo que será hasta surrealista. Y es que cuando piensas en romántico, todo lo ves de forma romántica...

Estoy convencido de que ya estás harta o harto de las cenas románticas tradicionales, y prefieres un almuerzo romántico (en Andalucía, el almuerzo es la comida que se hace al medio día). Y como ya está empezando a refrescar, comienza a apetecer una sopita caliente.

Sopa... Sopa de letras... Sopa de letras para formar palabras románticas...

Seguro que te estás imaginando prepararle una sopa con letras de pasta. Además, probablemente sólo le dejas las letras que puedan forma una determinada frase corta de Amor... Y verás como hasta te inventas en tu cabeza una imagen y todo...

Hoy no he venido, pero mañana no faltaré. Hasta entonces... gracias por leerme incluso cuando no escribo nada.

Consejo romántico número 253. Como una lapa, pero sin pasarse...

Ya ha llegado el fin de semana tan ansiado por muchas y muchos... Y en el Manual de las Relaciones de Pareja aparece que el fin de semana es el momento más propicio para dedicarle el tiempo necesario a la pareja y a la relación. Sin embargo, mañana por la mañana empezarán a surgir las complicaciones, los compromisos, las dificultades para estar con la pareja: el partido con los colegas, la visita a la amiga de la infancia, los flecos pendientes en el trabajo... En fin, que al final, lo que propugna el Manual no se cumple...

Y cuando hablo de Manual no me refiero al libro “Cómo mejorar tu relación de pareja”, que aunque es un fantástico libro no me gusta referirme a él.

¿Y por qué no me voy a referir a él? ¿Sabes que una floristería muy importante de esas que venden flores por Internet y que te las envían a tu domicilio, está interesada en poner publicidad en este blog? Pero les he dicho que no, porque no quiero convertir este sitio en una tienda... No obstante, si me lo permites, hoy haré “publicidad subliminal” (entre comillas) de mi libro...

Cómo mejorar tu relación de pareja (pincha aquí).

En fin, volviendo a lo que nos compete... Mi sugerencia de hoy es muy sencilla pero importante: durante este fin de semana (durante el fin de semana entero) debes estar todo (todo, todo, todo...) el tiempo con tu pareja. Si va a hacer la compra, la acompañas y le ayudas a elegir la compra y a transportar las bolsas. Si va a casa de su madre, la acompañas y de paso saludas a tu suegra. Si va a jugar un partido, la acompañas y ya puestos animas a su equipo. Si va al baño, la acompañas y le acercas el papel higiénico. Si..., la acompañas. Así de sencillo... Como una lapa, pero sin pasarse. Yo sé que tú sabes dónde está la justa medida, ¿a que sí?

Hasta mañana. Muchas y sinceras gracias.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 252. Sorpresa por partida doble, o triple...

En muchas parejas existe un conflicto muy común: la impuntualidad de unos de los dos. Si éste es tu problema, es decir, si sueles llegas tarde a casa, se me ocurre una forma muy simpática y romántica de hacerle ver a tu pareja que ya eres consciente de tu defecto y que estás haciendo lo posible por remediarlo. Consiste en que cuando estés de vuelta a casa por la tarde, muy cerca de la puerta, a tan sólo unos metros, puedes mandarle un mensaje de texto del tipo: “Mi Amor, lo siento, pero me voy a retrasar por lo menos dos horas y media. Se me ha complicado el trabajo. TE AMO”.

Ni que decir tiene que en unos 15 o 20 segundos tú debes llegar a casa con una sonrisa de esas que dejan “líneas de expresión”. Después del sofocón que le habrás provocado, la alegría de verte puntual será doble. Y si quieres que sea triple, puedes llegar, por ejemplo, con una botella de Lambrusco muy muy muy frío.

Lo siento, pero hoy no me puedo quedar mucho más tiempo, que llego tarde...

Hasta mañana, y como siempre, gracias por estar aquí una vez más.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 251. Aumenta la admiración por tu pareja…

¿Te has fijado en esas parejas que están en un restaurante, se sienta uno frente al otro y permanecen en silencio hasta que llega el camarero…? Revisan la carta y cuando han elegido y el camarero recoge su comanda, ella mira para un lado, mientras él mira para otro; ambos en silencio; sólo intercambian unas palabras de vez en cuando... Es como si cada uno de ellos hubiese llegado por su lado y se sentaron en esa mesa porque no había ninguna otra libre.

¿Se les habrá acabado el Amor de tanto usarlo?, ¿habrán discutido antes de llegar al restaurante?, ¿o simplemente es que ya se han acostumbrado a vivir la relación de esa manera fría y distante?

Lamentablemente, en muchas parejas aparecen claramente marcadas dos etapas en la vida de la relación: la primera, al comienzo de la relación, cuando se enamoran y sienten la absoluta seguridad de amar y de ser correspondidos, donde los detalles y las palabras amorosas abundan en el día a día; y la segunda, cuando comienzan a saltar las alarmas que advierten de que algo anda mal, cuando se quiere pasar más tiempo con los amigos que con la pareja, cuando se pelea por cualquier nimiedad, cuando conversan y no se entienden porque parece que hablan dos idiomas diferentes, porque ya no sienten el mismo interés el uno por el otro... Es en esta segunda fase cuando descubren que en realidad sólo son un par de extraños, cargados de resentimientos y frustraciones, unidos por muchas obligaciones, con poco amor y casi nada de pasión…

¿Qué ha pasado?, ¿dónde quedó todo ese Amor y toda esa pasión que sentían al principio?

Afortunadamente, al otro lado de la balanza, existen otras parejas que a pesar del paso de los muchos años que llevan juntos, disfrutan enormemente de su relación: sonríen, se consienten mutuamente, se comunican en un precioso lenguaje secreto que sólo ellos conocen, se consultan todo... ¿Cuál será su secreto?

No hay ningún secreto… De cualquier manera, reavivemos la magia del amor y comencemos a ser especiales de nuevo con nuestra pareja. El primer paso consiste en conectarnos al sentimiento del Amor que todavía seguro que conservamos, entreguémosle lo mejor de nosotros mismos, olvidemos el pasado negativo y los resentimientos, decidamos perdonar como hacemos con otras personas. Y en poco tiempo, veremos cómo recuperamos y disfrutamos del Amor de los comienzos.

Para empezar, y desde ahora mismo, aumenta la admiración por tu pareja. Aprende a ser el más ferviente admirador de tu pareja, cuéntale todo lo que te agrada de él o de ella, alábale su físico, su forma de vestir, cómo cocina, cómo te hace el Amor... Consigue que tu pareja se sienta una persona especial. Resalta y refuerza sus virtudes y logros, y minimiza sus errores.

Por otro lado, comparte más tiempo con tu pareja. Disfruta y hazla disfrutar de estar juntos, compartid vuestros sentimientos y aspiraciones, divertíos juntos, trabajad los dos por conseguir objetivos comunes, compartid vuestros éxitos y apoyaos en los momentos difíciles... Convierte en tu prioridad número 1 disfrutar de vuestra relación. Y recuerda que el Amor de pareja requiere atención, dedicación y tiempo.

Y por último, por ahora…, se más detallista aún con tu pareja. Como siempre decimos por aquí, no es necesario que sea el día de San Valentín, ni su cumpleaños, ni el aniversario desde el comienzo de la relación, para tener algún detalle amoroso. Lo verdaderamente importante es hacerle sentir a tu pareja que la amas. ¿Qué tal si ahora la sorprendes con cualquier cosa…? Aunque estés cansado, es fundamental que seas detallista con tu pareja, y ya verás cómo se te pasa el cansancio…

Hasta mañana, ¿Que no?

Gracias.

martes, 16 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 250. Tan simple como esto...

Hoy no voy a tener que espera a las doce menos cuarto de la noche (como viene siendo habitual) para escribir mi sugerencia romántica de hoy, porque mi amigo... llamémosle, por ejemplo Gustavo para despistar, me lo ha puesto a huevo.

Gustavo me ha llamado hace un rato y hemos hablado de unas cuantas cosas. Y claro, como casi siempre, me ha preguntado que si seguía todavía con la, según él, “tontería esa del blog romántico”. Yo le he dicho que sí, que claro que sigo con la “tontería esa del blog romántico”. Y para ponerme a prueba, me ha preguntado que qué podía hacer esta noche por su chica, llamémosla, por ejemplo Matilde para despistar, y que fuera un detalle romántico.

Inmediatamente, se me ha venido a la cabeza un simple detalle con el que yo saldría “victorioso”, ya que a Matilde le encanta, le chifla, le vuelve loca la tarta de manzana. Así que le he propuesto a Gustavo que se quitara el pijama hortera que siempre se pone cuando llega a casa por las tardes y con el que tiene menos sexapil que una tortuga bailando Break Dance, y que saliera de casa en busca de una buena porción de tarta de manzana con el que sorprender a Matilde... Esto, hasta mi amigo Gustavo podría haberlo hecho fácilmente, y va el cap... y me dice que “sí, claro, a las 22,00h voy a salir de casa a comprar un trozo de tarta de manzana”. Yo, mosqueado le he dicho, “¡serás cap... (me refería a CAPULLO)! ¿Entonces qué vas a esperar para tener un detalle con ella, al próximo 14 de febrero...?”

Por cierto, no preocuparos que le llame “capullo”, porque yo se lo digo 20 veces cada vez que lo veo y, además, él hace gala de serlo. O sea, que en el fondo, esto le pone y todo...

En fin, que hoy no me puedo resistir... Si a tu pareja le gusta la tarta de manzana, o el arroz con leche, o la tarta imperial, o los chupa chups de cola, o una tortuga bailando Break Dance, no lo dudes, sal ahora de casa y ve a buscárselo... La sorprenderás...

Por cierto, a mí me encantan los pastelitos de cabello de ángel.

Hasta mañana y muchas gracias por estar aquí.

PD: ¡Gustavo, CAPULLO!

lunes, 15 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 249. Si lo haces con tus manos y con mucha imaginación e ilusión, le encantará...

Ayer ofrecí una sugerencia romántica especial para hombres... Y esta mañana, cuando me miré al espejo, me dije algo así como: “Eres un estúpido mach...”. Menos mal que antes de terminar la frase conseguí taparme la boca, porque no permito que nadie con perilla me llame “machista”.

Y para colmo, terminé con la propuesta de regalar margaritas violetas. Pero lógicamente, esto si que no iba dirigido sólo a ninguno de los dos sexos... Es más, ¿quién ha dicho que regalar flores es exclusivo del sexo masculino? No obstante, hay que reconocer que no es muy habitual que las mujeres nos regalen flores.

Estoy seguro de que algunas lectoras pensarán que ellas lo han hecho muchas veces y que lo seguirán haciendo muchas más. Pero claro, yo no me refería a ellas, sino a las mujeres que nunca, o casi nunca, lo han hecho. Y para ellas va la sugerencia de hoy, empalmando y complementando la de ayer. Sorpréndelo enviándole flores a su casa, o mejor aún a su trabajo. Y sin son especiales, mejor que mejor.

¿Y qué son flores especiales? Me pregunto a mí mismo. Pues... por ejemplo, las flores hechas con las propias manos; o flores negras, olvidando las connotaciones que pudiera tener ese color; o flores hechas con globos; o flores que venden en algunas floristerías y que no se marchitan nunca, y cuyo nombre ahora no recuerdo (ideales para los varones, que generalmente no hemos solido tener la costumbre de regar las plantas)...

Sugerencia: hazle unas florecitas de papel de colores con tus propias manos, y escóndeselas en cualquier parte de la casa. Cuando llegue del trabajo haz que encuentre un papelito en algún lugar, en la mesa por ejemplo, con alguna adivinanza, para que cuando la descubra tenga que ir a alguna parte, a la habitación por ejemplo, y allí encuentre otro papelito con otra adivinanza que le lleve a otro lugar y así sucesivamente hasta que llegue al sitio en cuestión y encuentre sus flores de papel. Te aseguro que hasta al hombre más “sieso” de España le hará sonreír, le hará sentirse bien, le hará saber que te importa mucho, y te lo agradecerá... Hazlo, pruébalo, y si no te funciona te regalo unas flores de papel...

Hasta mañana. Muchas gracias.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 248. Haz la prueba si tienes dudas...

Todas y todos sabemos que el romanticismo es fundamental para que la relación de pareja sea feliz e inmortal. Pero... ¿existe alguna manera de comprobar si hasta ahora hemos sido suficientemente románticos o si hemos descuidado esta faceta tan importante?

Sí, existe una prueba, que me temo que sólo nos sirve a los varones. Es muy sencilla: cómprale flores a tu chica, y si cuando las reciba te pregunta directamente, o te insinúa que qué te traes entre manos, o qué quieres, o qué hiciste para sentirte culpable... entonces, inequívocamente, no sólo no has sido románticos en el pasado, sino que ahora partes desde el punto menos diez. Pero no te desanimes, empieza ahora mismo, nunca es tarde...

Una sugerencia: regálale margaritas violetas. Ni siquiera sé si existen, pero de existir, deben ser preciosas. Yo por lo menos pienso hacerlo.

Hasta mañana, que espero venir con más tiempo... Y gracias.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 247. Dedica el resto de tu vida a conocerla o a conocerlo...

Él entró en la nueva oficina de la caja de ahorros que han abierto en su barrio para pedir un préstamo, a sabiendas de que no se lo concederían, porque su riesgo financiero había sobrepasado con creces el permitido por cualquier entidad.

El único puesto de trabajo que estaba libre de clientes era el del fondo a la derecha. Así que se dirigió con paso firme hacia aquel sitio. Y a medida que se iba acercando, se daba cuenta de que la empleada que estaba allí sentada era preciosa. Tanto, que prefirió no ser atendido por ella, pero antes de que pudiera frenar su paso, la chica levantó su cabeza y le sonrió invitándole a que se sentara.

Fue inevitable, los vasos capilares de la cara del chico se llenaron de sangre tiñéndola de color bermellón. Y no era el reflejo de la violeta que había en un vaso con agua en la mesa.

- Buenos días –saludó ella con una agraciada sonrisa-.

- Buenos días –contestó él tímidamente-.

- ¿En qué puedo ayudarle?

- Quiero informarme sobre los planes de pensiones que anunciáis en la entrada.

El chico prefirió cambiar de tercio. No quiso pedir el préstamo en aquel momento porque era consciente de que ella le diría que es imposible concedérselo en su situación actual. Pensó que quedaría mal ante ella y por eso se inventó el asunto de los panes de pensiones. Y mientras la bella mujer le explicaba la última promoción, él disimuló haciéndole cree que le interesaba mucho, pero realmente no se enteró de nada; primero, porque el asunto no le importaba; y segundo, porque los ojos de la chica, su pelo y su olor le distraía...

Cuando la mujer hubo terminado, él hizo el ademán de levantarse, lo que provocó que ella diera por finalizada la reunión, se despidieron y él se fue. Pero era incapaz de alejarse de la oficina. Disimuladamente, miraba a través del escaparate. No podía dejar de contemplarla.

Al día siguiente volvió a la oficina con la excusa de abrir una cuenta corriente. No se acercó a ella para que le atendiera porque le daba mucha vergüenza. Se dirigió a otra mesa. Él sólo quería verla. Necesitaba verla.

Al otro día también volvió. Y al otro, y al otro... Se había enganchado a la chica, la cual no se había dado cuenta de nada. Y desde entonces, va a esa caja de ahorros cada día de la semana, menos los viernes, que es cuando le envía un ramo de violetas como la que tenía en el vaso con agua la primera vez.

Ya han pasado casi tres meses y todavía no se ha atrevido a dar un paso más. Él sabe que no se puede amar lo que no se conoce. Él sabe que necesita toda una vida para conocer a una persona. Pero él también sabe que quiere dedicar el resto de su vida a conocerla a ella...

Hasta mañana. Gracias.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 246. ¿Para qué esperar...?

Es habitual que en muchas casas (no en todas) haya reservada una vajilla y una cubertería para las ocasiones especiales: comidas y cenas de Navidad, cumpleaños... Pues bien, tener pareja, estar enamorada o enamorado y ser correspondida o correspondido es tan especial, que también es digno de celebrar en cada día.

Una vez un hombre abrió el cajón de la mesita de noche de su esposa y sacó una cajita de color azul marino brillante. Abrió la caja y dentro había una precioso conjunto de lencería fina. Se sentó en la cama y se puso a contemplar aquella bella prenda. Ella la compró en Palma de Mallorca, en una tienda de lencería importada de Alemania. Y cuando llegaron a casa de las vacaciones la puso en la mesita de noche, y nunca la usó. La reservaba para una ocasión especial. El hombre pensó que aquél era el momento adecuado: su mujer acababa de morir y el conjunto de lencería fina lo puso al lado de la ropa que llevaría a la funeraria.

Hay gente que deja las cosas para “cuando llegue el día”, para “un día de estos”... y esos días no llegan, porque ese día es hoy, es ahora.

Si realmente merece la pena, hazlo ahora mismo, sin más demora. Mañana puede ser tarde. ¿Para qué esperar?

Celebra ahora mismo que amas y eres amada o amado. No esperes a que cumpláis otro año más de pareja. Coged ahora la vajilla y usadla. Y si ya habéis cenado, pues usadla para hacer música junto con los cubiertos...

Hasta mañana. Espero que mañana no sea tarde...

Gracias.