miércoles, 15 de octubre de 2008

¡Quiero ganar! Pero necesito tu apoyo...

Hola.

Muy pronto, casi ya, volveré como el “doctor Amor”. Pero ahora os hablo como editor de la revista sportes. Y os ruego que me permitáis transcribiros un artículo que urgentemente he incluido en el próximo número de esta revista.

Sportes, tal y como señala uno de sus eslóganes, es la revista de deporte y calidad de vida para jóvenes de cualquier edad. Sin embargo, hay gente que no disfruta de la calidad de vida necesaria y suficiente como para practicar deporte; ni siquiera para poder jugar. Éste es el caso del niño José Carlos Galera, que tan sólo tiene 6 añitos y ya está tratando de ganar la competición más importante y dura de su vida.

El pasado mes de febrero le diagnosticaron la terrible enfermedad llamada “adrenoleucodistrofia”.

En la película “El aceite de la vida” se relata fielmente en qué consiste esta espantosa enfermedad genética y hereditaria de las denominadas raras. Afecta a sólo 1 de cada 50.000 nacimientos. Se caracteriza por una acumulación de los ácidos grasos de cadena larga en las glándulas suprarrenales y en el cerebro. La aglomeración de estos ácidos grasos en las glándulas suprarrenales hace que éstas dejen de funcionar; y en el cerebro, provoca la destrucción de la mielina, que es la cubierta de las terminaciones nerviosas, y cuando ésta se destruye provoca que los impulsos eléctricos de la terminaciones nerviosas se pierdan, es decir, produce la perdida de la vista, del oído, el retraso mental, la falta de movilidad, y poco a poco se entra en un estado vegetativo hasta que llega la muerte en uno o dos años después del diagnostico.

José Carlos, a pesar de su juventud, está luchando duramente en una competición que injustamente le ha tocado disputar. Pero no se rinde. Todavía le queda un periodo de dos meses, antes de que empiecen las afectaciones físicas, tras las cuales ya no habrá nada que hacer. Por tanto, es muy urgente, casi no le queda tiempo.

La única solución posible que hasta la fecha ha dado resultado es el trasplante de medula ósea. Pero en España nadie quiere arriesgarse a realizarlo. Solamente en el Hospital de la Universidad de Minnesota, el Doctor Chamas, después de hacerle un chequeo, está dispuesto a realizarle el tratamiento con cierta garantía de éxito. Pero ya se sabe cómo funciona la sanidad en los Estados Unidos. ¡Hay que pagar! En concreto, por este tratamiento le piden a sus padres 700.000 euros. Y lógicamente, es una cifra muy elevada, y todo un desafío conseguirla.

Sólo tiene 6 años y unas ganas de vivir increíbles. No quiere dejarse vencer por esta terrible enfermedad. Sus abuelos le necesitan, sus primos y sobre todo su hermana y sus padres. Él quiere seguir yendo al colegio cada día, porque le encanta hacerlo, y jugar con sus compañeros de clase...

Desde sportes os pedimos ayuda para José Carlos. Pensemos que aunque nuestra aportación sea pequeña, lo importante es la suma total.

Los padres de José Carlos son José Manuel Galera y Eva Lázaro. Los cuales, ya os agradecen por adelantado la atención que habéis prestado a este mensaje.

El correo electrónico que han habilitado para esta causa es:
galera-lazaro@hotmail.es. Y el teléfono de contacto de la portavoz de la familia es 653 330 420 (preguntar por Flora).

Existe una cuenta corriente para hacer tu aportación:

Banco de Santander 0049-1613-51-2790094106.

Sportes donará el 10% recaudado en concepto de publicidad en este número y en el próximo.

Entre todas y todos podemos ayudar a José Carlos a ganar...

sábado, 11 de octubre de 2008

Consejo romántico número 267. El mismo cuento pero al revés...

Hola otra vez. No he desaparecido una vez más. Lo que me ha ocurrido es que algunas circunstancias personales me han alejado un poco del blog. Pero como sabéis, en cuanto puedo vuelvo con todas vosotras y con todos vosotros.

Os agradezco que me hayáis dejado comentarios para el chico sevillano. Pero estoy de acuerdo con lo que él mismo dijo en uno de esos comentarios: algunas os habéis ensañado con el pobre. Yo conozco su historia con detalle porque él me la ha contado con detalle también y creo que mi resumen no ha reflejado fielmente lo que sucedió en realidad.

De cualquier manera, tampoco se trata de echar más leña al fuego, aunque el tiempo que empieza a hacer, lo está recomendando...

Algunas de las personas que han dejado su comentario, sugería que contara “algo bonito ya”. Y eso es lo que voy a hacer, contaré alguna historia más bonita que la anterior...

Arturo, trabaja en la delegación de Sevilla de una gran empresa que está presente en casi toda España. Él es el responsable del departamento comercial de dicha delegación, y hace sólo unas semanas uno de sus vendedores tuvo un problema en su nómina: dos de las comisiones que le correspondían cobrar no le fueron abonadas. Por eso, Arturo, se hizo cargo personalmente de solucionar ese error burocrático, y para ello llamó al departamento de recursos humanos de la central, que está ubicada en Palma de Mallorca.

A la llamada le contestó una de las secretarias, y ésta le pasó con la responsable del departamento, María. Ésta era la primera vez que María y Arturo hablaban por teléfono. La conversación duró varios minutos, y ambos se cayeron muy bien. A partir de aquella primera llamada, Arturo siempre encontraba algún motivo para telefonear a recursos humanos y para que le pasaran con María.

Al cabo de unos días, se intercambiaron los teléfonos personales, y se llamaban cada noche. Él se sentía cada vez más atraído por ella, pero tenía cierta desconfianza porque la chica le parecía demasiado especial, extremadamente encantadora y exageradamente bella como para no tener pareja, y encima, para “seguirle el juego” a él, que se sentía de la parte inferior del montón... Ambos se habían intercambiado fotos, por lo que tenían una ligera idea de cómo eran sus respectivos físicos.

Ambos habían pactado conocerse personalmente muy pronto, para comprobar si esa sintonía que existía entre los dos era Magia o simplemente una mera ilusión. No obstante, Arturo tenía sospechas de que María se pudiera estar viendo con otros chicos, a pesar de que ella le aseguraba que no era así. Sin embargo, María, que sabía que Arturo era un gran hombre, pero quizá se sentía inseguro ante su majestuosidad, decidió acelerar la primera cita, con el objeto de que en persona, mirándose ambos a los ojos, ella le pudiera demostrar que no tenía nada de lo que temer. Y así fue, sin más demora, María sugirió quedar el próximo fin de semana en Madrid, a mitad de camino entre Sevilla y Palma. No obstante, Arturo que era un verdadero caballero no permitió que ella tuviera que hacer ningún esfuerzo, así que propuso que la cita fuese en Palma de Mallorca.

Hasta el momento de poner pié en la preciosa isla, Arturo tuvo que soportar las cosquillas más brutales que jamás había sentido antes en su estómago .

Ella le esperaba en el aeropuerto. Lógicamente, Arturo se quedó prendado cuando la vio. Y a ella también le gustó mucho en persona, porque realmente Arturo también es atractivo, a pesar de que su dañada autoestima no le permite creérselo. El avión llegó a las 21,30h, así que se fueron a cenar al restaurante en el que el propio Arturo había reservado mesa desde Sevilla.

Estuvieron en el restaurante más de dos horas. Ambos se dieron cuenta de que la sintonía que existía entre ambos desde el principio era Mágia, no sólo una ilusión efímera. Y también como por arte de magia, a él se le quitaron todos los miedos sobre ella.

Y comieron muchas perdices...

Lo malo es que esta historia es inventada, ¿que no?

Hasta mañana, y muchas gracias.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Consejo romántico número 266. ¿El fin justifica los medios...?

En el último consejo romántico habíamos quedado en que es esencial conocer la biografía amorosa de la pareja, o en su caso, de la futura pareja. Y es que de su pasado se puede extrapolar lo que será, probablemente, su futuro. Así, evitamos embarcarnos en una relación sin porvenir.

Hay que enamorarse con el corazón y también con la cabeza. Lógicamente, vuelve a salir la pregunta inevitable: ¿y cómo conocer a fondo a la pareja, o en su caso, a la futura pareja?

Una de las personas que amablemente me han enviado algún correo electrónico esta mañana para comentar este asunto, me contó brevemente su historia personal, y me preguntaba si el fin justifica los medios. Es decir, si con el fin de saber si la chica de la que se está enamorando le conviene o no, debe usar los medios que sean necesarios. Os cuento brevemente su historia.

Este chico trabaja en una gran empresa que está presente en casi toda España. Él trabaja en la delegación de Sevilla, y un día tuvo que llamar por teléfono a la oficina de Palma de Mallorca. La conversación giró en torno a un problema que se dio entre ambas sucursales, de manera que al final, después de varios minutos de charla, ambos se cayeron bien y a partir de entonces, él se las ingeniaba para tener que hablar nuevamente con esta chica. Al cabo de unos días, las llamadas ya se producían entre sus respectivos móviles particulares y en horarios fuera de oficina. Ella cada vez le gustaba más a él, pero tenía cierta desconfianza porque la chica le parecía demasiado especial, extremadamente encantadora y exageradamente bella (se intercambiaron fotos) como para no tener pareja, y encima para “seguirle el juego” a él, que se sentía de la parte inferior del montón...

Ambos habían pactado conocerse personalmente muy pronto, para comprobar si esa sintonía que existía entre los dos era Magia o simplemente una ilusión. No obstante, él tenía sospechas de que ella se pudiera estar viendo con otros chicos, a pesar de que le aseguraba que no era así. Y él se lo acabó contando a una amiga, la cual, sin avisarle usó la inteligencia y la picardía femenina de la que disponía y averiguó cosas muy interesantes, como por ejemplo, que la chica de Palma de Mallorca seguía viéndose con su supuesto ex para mantener relaciones sexuales; y que, además, tenía un amigo con el que quería pero no podía tener una relación sentimental. En fin, que el chico de Sevilla sólo era el monigote que la distraía cuando su ex y su amor platónico no estaban disponibles. Lógicamente, la sintonía no era ni Magia ni ilusión, sino simplemente una pantomima...

Indudablemente, lo que la amiga del chico hizo no estuvo correcto. Pero... ¿estuvo bien que la chica de Palma de Mallorca le mintiera al chico de Sevilla? ¿Es honesto usar estrategias inadecuadas para destapar cosas que de otra manera no se podrían descubrir? En definitiva, y como me preguntaba esta mañana este chico: ¿el fin justifica los medios?

Tengo un problema... No sé qué contestarle.

Por favor, si alguien me quiere echar una mano lo puede hacer dejando un comentario.

Por cierto, en lo últimos días estabais dejando muchos comentarios con motivo de mi supuesta “huída” y posteriormente con mi lógica “reaparición”. Los comentarios han sido en su mayoría muy cariñosos, los cuales agradezco; y en su minoría, un poco menos cariñosos, los cuales también agradezco.

Ni soy tan bueno como algunas y algunos creen, ni tan malo como a algunas y algunos les gustaría que fuera. Simplemente soy un chico bien intencionado. Lo que pasa es que la bonanza de mis intenciones es relativa. Es decir, lo que pienso, o que digo y lo que hago les gusta a algunas personas y a otras les gusta menos. Pero esto no podría ser de otra manera en un mundo como éste, creado en siente días.

Al igual que nunca llueve a gusto de todos, es lógico que mi paraguas no pueda dar cobijo tampoco a todo el mundo. ¡Qué más quisiera yo!

De cualquier manera, agradezco infinitamente todos vuestros comentarios, tanto los buenos como los mejores; y tanto los menos buenos, como los peores. TODOS. Y os ruego que sigáis dejando vuestros puntos de vista. Y esta vez aún más, porque le servirá de ayuda al chico de Sevilla.

Hasta mañana. Gracias.

lunes, 6 de octubre de 2008

Consejo romántico número 265. ¿Estáis hechos el uno para el otro...?

Una vez más, gracias por vuestros comentarios. Ni os podéis imaginar las ganas y las fuerzas que esto me imprime...

No sé si lo sabéis, y esto sí es autobiográfico, que soy el editor de una revista deportiva. Y para el 20 de diciembre de este año, vamos a organizar el campeonato Open de press banca sportes 2008 en las modalidades de fuerza-resistencia y de potencia. Esto es poco romántico, no obstante, es una pena que en esta ocasión yo no voy a competir sino que me voy a limitar a organizarlo. Y digo que es una pena porque con las fueras y la motivación que me estáis dando últimamente, no creo que se me escapara la medalla de oro. Si seguís así, además de organizarlo soy capaz de... En fin, volvamos a lo verdaderamente importante...

Al acabar el post de ayer, me surgió la idea de hablar hoy sobre cómo advertir si nuestra relación de pareja tiene perspectivas de futuro o no. Y lanzábamos a modo de adelanto las siguientes preguntas: ¿estáis hechos el uno para el otro?, ¿atesoráis las características de una pareja feliz y armónica?, ¿estaréis juntos el resto de vuestras vidas?, ¿en qué estado se encuentra vuestra relación actualmente?

Y ayer decíamos que difícilmente podemos responder a estas preguntas con una elevada probabilidad de acertar. No obstante, podemos prever si nuestra relación de pareja tiene porvenir o no.

Y ahora, en frío, un día después de haber planteado el tema, pienso que me he metido en un berenjenal de dos palmos de narices. No escarmiento... Pero ya no me puedo echar para atrás, así que... al toro, ¿qué no?

Pienso, que uno de los momentos en los que la relación de pareja muestra visos de tener futuro es en la forma en cómo se afrontan los conflictos y los inconvenientes. Y se me ocurren las siguientes cuestiones: ante un problema determinado, ¿cualquiera de las partes puede contar con la otra y sentirse apoyada, o esto sólo sucede si la otra parte está implicada de alguna manera en el problema? ¿Tras una fuerte discusión se reparten las responsabilidades y se llega a algún tipo de acuerdo para no volver a cometer el mismo error, o siempre existe el empeño en encontrar a un culpable?

Los apoyos recíprocos y las soluciones pactadas son una buena señal de que la relación marcha feliz y eficazmente, y de que se le augura un bonito futuro.

Otro buen indicio de la marcha de la relación es la forma en que se enfrentan las dificultades sexuales; por ejemplo, el "enfriamiento" de las relaciones sexuales. Dialogar sobre este arduo asunto cada vez que sea necesario, es una señal inequívoca de que la relación marcha bien y está consolidada. En cambio, no hablar nunca, o casi nunca, sobre el sexo en la relación suele ser un alarmante presagio.

Además, los conflictos de pareja señalan la salud de la relación. Son positivos cuando persiguen un acuerdo o una solución, sin violencia ni ofensas ni críticas ni infravaloraciones; sirven para que la relación mejore, ayudado por el placer que entraña la reconciliación posterior.

En cambio, son negativas si implican a terceras personas para conseguir un fin o incluyen la crítica constante, la humillación o los juicios personales sobre la pareja, o emplean el chantaje psicológico, recurriendo a frases del tipo "si no haces esto, te dejo o dejo de hacer aquello".

También son un signo de que algo marcha mal cuando las discusiones acaban con un silencio o con la indiferencia, lo cual acaba minando paciencia de la otra persona, empeorando gravemente la situación.

Finalmente, las disputas son un punto de no retorno cuando se empiezan a exigir a la pareja cesiones que ésta no está dispuesta a ceder, o lo que es lo mismo, cuando se empieza a imponer en vez de sugerir. Y otro punto de no retorno se da cuando se cede siempre para evitar que la discusión continúe.

De cualquier manera, como ya adelantamos antes, es difícil anticipar con absoluta certeza el futuro de una relación de pareja, ni siquiera con la mejor bola de cristal... Pese a todo, teniendo claros algunas cuestiones y estando atenta o atento a lo que acontece en la relación se pueden vislumbrar las posibilidades que existen de que el Amor y la Magia permanezcan vivos.

Aunque nos cueste, debemos ser realistas. Cuando nos enamoramos solemos adaptar nuestro comportamiento a las expectativas que tenemos respecto de la persona amada. O lo que es lo mismo, sacamos nuestra “mejor versión”... ¡Joder, cuánto me gusta esta expresión! NUESTRA MEJOR VERSIÓN. Pero tarde o temprano (más bien temprano), aflorará lo que alguna gente llama “la propia personalidad”. Que no es más que descuidar la MEJOR VERSIÓN DE UNO MISMO. Y sacar la “mejor versión de uno mismo” es a lo que estamos obligado siempre como seres humanos que somos, y que tenemos el privilegio de poder decidir en cada momento cuál debe ser nuestro mejor comportamiento o “mejor versión”. Por tanto, cuando nos descuidamos en nuestra responsabilidad de humanos, también surgen las primeras decepciones en la persona amada, porque dejamos de ajustarnos a lo que antaño la enamoró de nosotros.

De cualquier manera, debemos evitar "tirar la toalla" rápidamente. Darse por vencida o por vencido ante la primera desavenencia importante que surja en la relación no es la mejor solución, ya que ni las personas ni las relaciones son perfectas. Sí son perfectibles, pero no perfectas. Y para mejorarlas o hacerlas perfectibles es necesario desarrollar un trabajo duro y constante. Las parejas felices se edifican día a día y por ambas partes, preocupándose ambos de evitar todo lo que las debilitan y fomentando todo lo que las fortalece.

Y por supuesto, esto que decimos no está en contra de la idea romántica del Amor de pareja, sino que por el contrario, nos evitará las desagradables sorpresas más adelante.

Otro aspecto importante es conocer la biografía amorosa de la pareja. A veces, nos embarcamos en una relación sin sentido simplemente (que no es simple) porque nos dejamos llevar por el corazón en vez de hacerlo también por nuestra cabeza, y nos sentimos atraídos por el bello físico de la otra persona, en vez de por su forma de ser. Y es que rara vez buscamos la información necesaria y suficiente sobre la otra persona cuando empezamos a salir y a conocerla. Cuidado, no me refiero a que haya que hacerle un test... ¿O sí habría que hacerlo? No sé...

Lo que sí quiero decir es que es esencial conocer el pasado amoroso de la persona que nos interesa, porque tiene mucho que ver con cómo se comportará en el futuro con nosotros.

Y la pregunta que surge ahora es, ¿y cómo conocer a fondo a tu pareja?

Para conocer a fondo a la otra persona conviene cavilar sobre lo siguiente: ¿ha tenido alguna relación amorosa duradera o sus relaciones han sido cortas?, ¿hace planes para el largo plazo, o sólo le preocupa el futuro el próximo mes?, ¿habla de tener una relación duradera o de matrimonio?, ¿hace referencia en sus conversaciones sobre cómo le gustaría que fuese una relación seria o de matrimonio?

Para decidir si conviene continuar con la relación o decir ¡basta ya!, es recomendable responderse a una serie de preguntas:

¿La relación significa lo mismo para los dos? Puede darse el caso de que uno de los miembros busque estabilidad y compromiso, y el otro pasión y aventura.

¿Tenemos intereses y objetivos comunes o que se puedan compartir?

¿Estoy dispuesta o dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para resolver los conflictos que me han llevado a plantearme la disolución de la relación?

¿El desgaste de la relación se debe a motivos prácticos de la convivencia más que a razones emocionales, como la falta de Amor o Pasión?

¿Los beneficios que obtienes por seguir adelante con la relación son mayores que lo que tienes que dar a cambio...?

Si las respuestas a la mayoría de estas cuestiones son afirmativas, la relación de pareja tiene muchas posibilidades de salvarse y de permanecer viva y feliz una vez resueltas las discrepancias.

¡Vaya berenjenal en el que me he metido...!

Hasta mañana, y reitero mi más sincero agradecimiento.

domingo, 5 de octubre de 2008

Consejo romántico número 264. No necesito tiritas para mi corazón “partío”...

Por cierto, antes de seguir adelante. Nunca quise referirme en este blog a mi vida personal. Uno mismo, cuando escribe, aunque sea una simple ecuación matemática o un prospecto para un medicamento, no puede evitar que salga a relucir de forma directa o indirecta algún pasaje autobiográfico. Es inevitable... Por otro lado, es lógico que cualquiera que haya seguido este blog crea, o sepa, que yo soy romántico. Es lógico... Sin embargo, siempre he intentado evitar convertir esto en mi propio confesionario amoroso. Y espero haberlo conseguido. Ni siquiera en el post número del 262 del pasado martes 30 de septiembre os hablé de nada personal. Vamos, dicho de otra manera: yo no tengo pareja ni la tenía el martes pasado cuando escribí aquello.

Sí, ya lo sé, algunas y algunos pensarán que cómo se puede ser tan romántico y no tener pareja. Tengo un buen amigo que es dermatólogo y está especializado en la caída del cabello, y no tiene ni un pelo de tonto. Y en la cabeza tampoco tiene ni un solo cabello. También conozco abogados que no han estado nunca en la cárcel. Por tanto, se puede ser romántico y no tener pareja. Yo soy un claro ejemplo de que es posible.

Bueno, realmente sí que tengo, lo que pasa es que ella todavía no lo sabes... Ni siquiera yo mismo lo sé, pero seremos pareja, seremos muy felices y comeremos muchas perdices, que en escabeche y en ensalada están riquísimas.

De manera que nadie se preocupe por mí, “no necesito tiritas para mi corazón partío” porque mi corazón está intacto. Todavía...

Así que a nuestro amigo José Luis Perales, que se acaba de incorporar a nuestro blog con un comentario, no puedo decirle quién es ella ni a qué dedica su tiempo libre...

Y en otro orden de cosas. Últimamente me llama la atención cómo algunas mujeres con las que hablo reconocen que no son románticas ni les importa un bledo el romanticismo. Lo malo no es que estas mujeres te digan eso, sino que lo malo es que una mujer que te gusta, o a la que ames no sea romántica...

Y entonces empiezo a pensar, ¿existe gente romántica y gente no romántica? O mejor dicho, ¿el romanticismo es genético o simplemente es una actitud adquirida?

Yo, nunca he oído hablar del gen del romanticismo...

De cualquier manera, ¿qué coño está pasando con en el romanticismo? Ya no sólo las chicas se quejan de que los hombres son menos dulces, sensibles y tiernas. Ahora los varones también nos quejamos de que las mujeres lo son cada vez menos. Ojo, estoy generalizando. Siempre están las “Maites” y los “Migueles”, que para quien no lo sepa aún, son los protagonistas de nuestras historias románticas. Y que por cierto, no nos acompañan desde hace bastantes días.

¿Te conviene empezar una relación de pareja con una persona que es tan romántica como un centollo de mármol?

Todo depende de una cosa: de que esta persona presuma de ser fría, o de que no presuma. Si presume de serlo, evidentemente no va a cambiar su actitud. Sólo si esta persona reconoce que le gustaría ser más dulce y cariñosa, entonces podrá lograrlo. De cualquier manera, con la intención de cambiar no es suficiente. Si te propones ser una persona más delicada, tierna, y amorosa, hazlo ya.

Y se me acaba de ocurrir de qué podemos hablar mañana. Lo haremos sobre si nuestra relación de pareja tiene futuro o no.

¿Estáis hechos el uno para el otro? ¿Reunís las condiciones de una pareja feliz y armónica? ¿Podréis envejecer juntos? ¿Qué camino lleva la relación?

Es muy difícil contestar a estas preguntas con certeza y anticipar lo que puede pasar, ¿verdad? Sin embargo, existen señales que indican si tu relación amorosa tiene presente y futuro, o sólo presente. Y mañana hablaremos de todo esto.

Gracias y hasta mañana.

viernes, 3 de octubre de 2008

Consejo número 263. Gracias a todas y a todos...

¡Guau...! Cuántos comentarios y cuántos correos electrónicos. GRACIAS.

Ahora sé que es lo que sienten algunos artistas cuando una vez muertos, desde el cielo (o desde el infierno), ven hecha realidad su obra póstuma. Hemos batido el record de comentarios en el post en que aparentemente (sólo aparentemente) me despedía. Pero... ¿quién se había creído por un momento que yo iba a desaparecer de aquí?, ¿cómo iba yo a poder pasar un día más sin venirme a nuestro rinconcito romántico para contaros cualquier cosa?

Noooo, sólo necesitaba un respiro, pero os habéis pasado. Nada más que necesitaba “un poco de aire fresco”, sin embargo, me habéis soplado entre todas y entre todos con tantas ganas y con tanto aprecio que me he tenido que agarrar muy fuerte para no salir volando con vuestros maravillosos soplos de aliento... GRACIAS, DE VERDAD.

Me siento abrumado. Es más, me llegué a preguntar si realmente merezco tanto ánimo y tanto apoyo como he recibido de vosotras y de vosotros. De cualquier manera, en un caso como éste sólo hay que limitarse a ser agradecido, y yo lo soy. GRACIAS. MUCHAS GRACIAS.

Me encantaría comentar uno por uno cada uno de vuestros preciosos mensajes. Pero son tan explícitos que no necesitan de una explicación que los pudiera enturbiar. De todos modos, son todos tan acertados que sólo tengo que pediros disculpas. PERDÓN. OS PIDO PERDÓN SINCERAMENTE.

Con este blog sólo pretendía dar una visión optimista sobre el Romanticismo, y al mismo tiempo, dar una “patada simbólica en la espinilla” a los menos románticos (y a las menos románticas) para inducirles (e inducirlas) a que a diario hicieran el pequeño esfuerzo de mejorar aún más su relación de pareja. Incluso podía presumir de haber logrado algo bueno. Así que... quién coño soy yo para cargarme de un zarpazo el camino tan bonito que entre todas y todos habíamos construido, ¿verdad?

En fin, me desvié un poco del buen camino, pero vosotras y vosotros me habéis reconducido nuevamente. GRACIAS. INFINITAS GRACIAS. Nunca sabré como devolveros tanta felicidad como la que me habéis regalado y como la que siento ahora mismo.

Por cierto, mañana sí volveré con una nueva sugerencia romántica.

A ti mujer, te amaré como nadie te ha amado nunca y como nadie te amará jamás. Por eso... siempre confiaré en ti. SIEMPRE.

Hasta mañana. GRACIAS.