jueves, 31 de enero de 2008

Consejo romántico número 30. Déjame que te haga unas preguntas...

¿Cuando ves a tu pareja después de dos minutos sin estar con ella notas que tu corazón deja de latir durante unos segundos...?

¿Cuando vuestras miradas se cruzan percibes un pellizco en el estómago que te sube hasta la tráquea...?

¿Y cuando rozas tus labios con los suyos, notas que tus ojos se lubrican más de lo habitual gracias a la emoción que sientes...?

¿Echas de menos a esa persona cada día cuando no estáis juntos y el deseo de estar a su lado te aprieta el corazón...?

¿Cuándo no estáis juntos, a pesar de que la echas de menos, logras con tus pensamientos sentir como si estuviese a tu lado...?

¿El último pensamiento que te viene a la cabeza por la noche antes de dormir es tu pareja...? ¿Y el primero que te viene a la mente cuando despiertas, sigue siendo ella...?

¿El olor de su aliento y de su cabello te vuelven loca o loco...?

¿Te encantan todas sus muecas y todos sus gestitos...?

¿Cuándo tienes algún problema necesitas más que nada tenerla o tenerlo a tu lado...?

¿Piensas que es una persona bellísima aún recién levantada de la cama con ese pijama raído y con el cabello revuelto...?

¿Te desconcentras en el trabajo cuando piensas que por la tarde podrás ver a tu pareja?

¿Eres incapaz de imaginar tu futuro sin esa persona a tu lado...?

¿Deseas más que nada envejecer a su lado, y aún así, tienes la certeza de que vas a estar toda la vida loca o loco por tu pareja...?

Si a estas preguntas me has contestado que sí... déjame que te diga una cosa: tú estás enamorada o enamorado, ¿que no?

Las personas se enamoran varias veces a lo largo de su vida. Pero son muy pocas las que han conocido el Amor verdadero. A veces, han estado frente a la persona adecuada, pero por no prestar atención a las señales, la dejan escapar.

No dejes que el orgullo ni la soberbia ni la vanidad ni las gilipolleces del día a día te dejen ciega o ciego para vivir la mejor cosa de la vida... LA MAGIA DEL AMOR.

¿Recuerdas uno de los consejos románticos que te di el 7 de enero? Me refiero a que cuando tu pareja esté saliendo de la ducha la sorprendas dándole una toalla recién calentada con la plancha. Pues bien, las personas románticas somos muy creativas y siempre estamos ideando variaciones sobre un tema con el fin de inventar nuevas ideas románticas...

Esta vez te recomiendo que además de calentar la toalla, en vez de entregársela, te dediques durante un rato a secarla L-E-N-T-A-M-E-E-E-E-E-N-T-E. Si consigues que se quede quieta o quieto y con los ojos cerrados, es porque lo estás haciendo perfectamente...

Hasta mañana y no faltes a nuestra cita. Yo te juro que no faltaré y que te traeré nuevos consejos románticos. Y por favor, déjame algún comentario. Sabes que me gusta.

¡Ah!, se me olvidaba. Mañana a las 9,30h de la mañana me entrevistan en Onda Jerez Radio...

Gracias.

miércoles, 30 de enero de 2008

Consejo romántico número 29. ¿A qué esperas...?

Hay personas que cuando quieren introducir algún cambio importante en su vida lo posterga hasta el día 1 del próximo mes. Por ejemplo, si quieren dejar de fumar, si desean comenzar una dieta, si quieren empezar a hacer deporte, si aspiran a ser románticas o románticos... Además, estas personas, cuando el día 1 de ese mes no les coincide con un lunes, prefieren empezar el lunes siguiente, pero como este otro primer día de la semana tampoco les cae en día “redondo”, lo posponen hasta el día 15, y como este día no les cae en lunes lo vuelven a aplazar hasta el día 1 del próximo mes... Y así, sus vidas transcurren en busca de un puto día 1 que caiga en lunes...

Este año 2008 sólo contiene dos meses cuyos primer día cae en lunes: septiembre y diciembre. ¿Acaso la vida de estas personas empieza el día uno de mes? No, claro que no. La vida de esta gente, la tuya y la mía comienzan hoy mismo, en este preciso momento. Por tanto, no esperemos ni un segundo más para introducir cambios en nuestras mejorables vidas. Y perdóname por decirte esto, pero... por muy bien que te vayan las cosas, aún puedes lograr que te vayan mejor. Y la buena noticia es que sólo depende de ti.

Por ejemplo, si deseas ser más romántica o más romántico con la persona que amas, no esperes más. Coge ahora mismo tu teléfono móvil y escríbele una bonita frase para decirle cuánto la amas o lo amas. Venga, no seas perezosa ni perezoso, hazlo ahora mismo y no le digas simplemente “Te quiero”, y mucho menos un solo “TQ”.

Por favor, cuando escribas un mensaje de texto a tu pareja hazlo de forma correcta, como lo hacíamos en la escuela... No lo hagas como se ha puesto de moda: con abreviaturas ni prescindiendo de algunas palabras. El esfuerzo que hay que hacer para escribir correctamente es muy pequeño y, sin embargo, la diferencia en el resultado es abismal. Además, mandarle un sms a tu chica o a tu chico también es comunicación en la pareja...

¿Recuerdas el consejo del pasado viernes 25 de enero? Dijimos que tenemos que ser diferentes a los demás, y que precisamente porque somos diferentes es por lo que nuestra pareja nos eligió a nosotros. Y, hoy día, escribir correctamente un sms es una forma de diferenciarnos de los demás. No permitas que un día de estos la atención de tu pareja sea captada por un mensaje bien escrito que reciba de otra persona... Y recuerda: los pequeños detalles marcan la gran diferencia.

Gracias por estar ahí. Hasta mañana.

martes, 29 de enero de 2008

Consejo romántico número 28. Deja tus problemas en el puesto de trabajo...

El romanticismo consiste en decirle a tu pareja en cada momento y de forma diferente "TE AMO" sin tener que pronunciar esas dos preciosas palabras.

No obstante, ser romántica o romántico no sólo se consigue haciendo cosas. A veces, también se logra evitando muchas otras... Por ejemplo...

No te traigas el mal humor ni los problemas de tu trabajo a casa. Y si no tienes más remedio que acarrearlos, trata de que no te afecten a tu carácter. Tampoco te vuelvas hermética ni hermético. Y si tu pareja te pregunta “¿Qué te pasa?”, no reacciones de forma grosera. Y menos aún, esperes que ella o que él adivine sin preguntarte lo que te sucede.

Lógicamente, tú quieres solucionar tus problemas por ti misma o por ti mismo, y que tu pareja no te los resuelva, pero nunca desprecies el apoyo que te brinda.

Llega siempre a casa con buen humor, aunque haya sido un día difícil. Ella o él lo merece. Y nunca nunca... Repito: nunca nunca le otorgues más dedicación y esmero a tu trabajo que a tu vida romántica. No hay ningún trabajo en el mundo (ninguno) ni ninguna profesión ni ninguna afición ni hobby, y menos aún ningún equipo de fútbol, que merezca más atención que tu preciosa pareja.

Bueno, te dejo, porque me voy pitando que hoy salgo en la tele. Ya sé que suena a pegote, pero como todos los días no me llaman para una entrevista me apetecía decírtelo. Además, si sale bien, en unos días la colgaré en el blog para que tú también la puedas ver y escuchar.

Y para que vayas “haciendo boca” te dejo este vídeo. Ojalá te guste tanto como a mí.



Hasta mañana, y muchas gracias.

lunes, 28 de enero de 2008

Consejo romántico número 27. ¡Vaya capullo!

Miguel iba cada sábado a las 13,30h a recogerla a la oficina. Siempre la esperaba en la puerta. Pero esta vez fue diferente, él entró hasta el fondo, hasta su puesto de trabajo. Allí estaba ella, tan hermosa como siempre para los ojos de Miguel. Por respeto a sus compañeros, ella sólo le dio un beso inocente en los labios. Esta vez se reprimió y no se lo comió a besos como suele suceder cada vez que se encuentran. Dan envidia, siempre se saludan como si llevaran sólo dos meses de noviazgo y, sin embargo, ya son siete años los que llevan juntos, de los cuales, cinco conviviendo.

Él llevaba las manos detrás de su cuerpo como ocultando algo; y cuando se besaron le entregó una rosa de un color rojo muy intenso, pero que no estaba abierta, era un capullo firme y terso. Mayte se sonrojó cuando se percató de que sus compis la miraban...

Cuando ella cogió su bolso e hizo el ademán de salir de allí llevándose la preciosa flor, él la paró y le dijo: “Mi amor, me gustaría que la dejaras aquí dentro de un vaso con agua, para que cuando el lunes por la mañana llegues y la veas, sea yo lo primero que te venga a la mente”.

Ella le contestó: “Cielo, es preciosa y me la quiero llevar para casa. Sabes que no necesito nada para pensar en ti...”.

“Insisto cariño, por favor, déjala aquí, te lo ruego...”, dijo él de forma convincente, y ella aceptó.

Pasaron un fin de semana de lo más romántico, porque los dos se aman locamente y son unos campeones del romanticismo... Y el lunes por la mañana, cuando ella llegó a la oficina con pocas ganas de trabajar después de ese delicioso fin de semana que pasaron juntos, lo primero que hizo fue irse para la rosa, que ya estaba abierta y florecida. La cogió, y con los ojos cerrados la olió. Pero... algo de tacto diferente al de un pétalo le hizo cosquillas en la nariz, y ella extrañada miró rápidamente la flor, que como por arte de magia contenía un trozo de papel en su interior. Ella lo sacó y leyó: “Buenos días princesa. Te deseo una maravillosa semana de trabajo, y cuídate mucho mientras yo no esté a tu lado para cuidarte...”.

Ella se emocionó, pero... ni te imaginas como aquel simple gesto de Miguel la hizo cargarse de energías para afrontar la dura semana de trabajo que le esperaba...

Hasta mañana, y gracias por estar ahí.

domingo, 27 de enero de 2008

Consejo romántico número 26. Nunca dejes de sorprenderme...

Iban los dos en el coche, hacia la casa de la madre de Mayte. Conducía Miguel, y al pasar alrededor de una glorieta de estas gigantescas que ahora hacen en las ciudades, tomó una avenida ancha por la cual no debían pasar porque les alejaba del destino, pero allí sí había donde estacionar. Y sin pensárselo ni un instante, Miguel paró el coche y se bajó apresuradamente.

– Espera un minuto, mi vida –le dijo Miguel a su amada Mayte–.

– ¿Adónde vas cariño? –preguntó ella con cara de extrañeza aunque con una bonita sonrisa, porque era habitual que Miguel hiciera cosas extravagantes que luego la hacían sonreír, y a veces hasta sonrojar–.

– Vuelvo enseguida, princesa.

Miguel salió corriendo hacia la glorieta de las flores violáceas. Al llegar se paró, miró hacia todas partes y cuando comprobó que nadie le observaba, saltó dentro del mini jardín redondo y se fue a coger expresamente una margarita, la única flor distinta a las demás, que por cierto, creo que eran orquídeas lilas.

Volvió a salir de la glorieta, y mientras corría hacia Mayte esquivando a los vehículos que circulaban por la rotonda, se iba sacando su libreta de notas. Se paró detrás de unos coches que estaban a la cola del suyo, para que su novia no lo viera. Arrancó una hoja, a la cual le recortó los flecos que quedan después de separarla de las anillas, y escribió rápidamente un mensaje.

Cuando volvió a entrar en el coche, Mayte la miraba con una cara picarona.

– ¿Adónde has ido, cielo?

– Al pasar por la rotonda, por casualidad he visto una flor blanca entre tantas flores lilas. Era la única flor que parecía diferente a las demás y para que no se sintiera sola, he querido rescatarla y entregársela a una mujer que también es única y diferente a las demás. Toma princesa.

En la nota que envolvía el tallo se podía leer: “Te amo, no te amo, te amo...”. Miguel se encargó de contar los pétalos y comprobó que había un número impar...

Mayte agachó la cabeza y se emocionó, y con los ojos cristalinos (como yo los tengo ahora) le dijo: “Por favor, nunca dejes de sorprenderme, mi amor...”. El se acercó a ella y le besó una lágrima que le resbalaba por su mejilla izquierda.

Gracias por leerme, y hasta mañana.

sábado, 26 de enero de 2008

Consejo romántico número 25. Una receta riquísima...

En mi libro “Cómo mejorar tu relación de pareja”, en uno de los capítulos hablo sobre los ingredientes o los requisitos de la relación “perfecta”. Para mí, estos elementos son cuatro: Amor, pasión sexual, romanticismo y compromiso.

Todas las parejas reúnen, en mayor o menor cuantía, estos cuatro ingredientes. Y la estabilidad de la relación depende de la existencia o carencia de cada uno de ellos. La relación es como una mesa de cuatro patas, en la que si alguna de las cuatro (Amor, pasión sexual, romanticismo y compromiso) falta o está coja, la estabilidad de la relación como la de la mesa, es inconsistente.

Cualquier otro ingrediente que se te ocurra, está incluido dentro de alguno de estos cuatro, los cuales se desarrollan con mucho detalle en el libro. Pero hoy, lo que me apetece es hacer una deliciosa receta con estos elementos.

Este plato es para dos personas que conformen una pareja.

Ingredientes:

-
Infinitos kilos de Amor
- Infinitos litros de pasión sexual
- Infinitas tazas de romanticismo
- Infinitas cucharadas de compromiso

Preparación:

Se mezclan todos os ingredientes en cualquier orden, batiéndolos con entusiasmo. Permitir que queden algunos grumos de tamaño medio. Si no se dejan algunos tropezones y la mezcla es demasiado homogénea, el plato resulta demasiado aburrido. En cambio, si los grumos son muy grandes, los problemas serán más difíciles de digerir. Calentar a fuego lento, pero sin dejar que hierva.

Sazonar a gusto. Además, se le deben añadir algunas gotas de atracción, sensualidad, morbo, compatibilidad, honestidad, sentido del humor, compasión, consideración, respeto, cooperación, juegos, creatividad, complicidad, detalles, comunicación y cualquier otro componente que pueda dar un sabor exquisito al plato.

Presentación:

Esta receta da para 100 años o más. Dividir en 100 años y servir templado y en un solo plato para compartir. Subdividir cada año en 365 porciones y sazonar cada día de forma individual. Tomar a lo largo del día: un bocado cada instante.

Es importante advertir de que cada jornada puede tener un sabor diferente. Y esto es normal: algunos días son más dulces, otros son más agrios (en esas ocasiones debemos ponerle una dosis extra de dulzura), otros días sabe más suave, aunque en otros sabe más duro y difícil (es nuestra responsabilidad tomar este plato de forma más delicada durante esos días). También hay jornadas en las que nos sabrá más picante mientras que en otras es más difícil de tragar. Sin embargo, cada día es exactamente el alimento que se necesita.

¡Jo, qué hambre me ha entrado...! Me voy a cenar. Hasta mañana, y gracias.

viernes, 25 de enero de 2008

Consejo romántico número 24. ¿Quién dijo que resulta caro...?

Esta mañana, un buen amigo mío me dijo: “Manu, la semana que viene es el cumpleaños de mi novia, pero no tengo dinero para hacerle un buen regalo. Sólo puedo comprarle una tarjeta de felicitación, y eso no es nada romántico porque todo el mundo lo hace. Dime qué puedo regalarle y que sea barato, que tú sabes mucho de esas cosas...”.

Yo le dije que regalar una tarjeta sí puede ser muy romántico, porque el romanticismo no reside en una tarjeta ni en ningún regalo. El romance radica en la intención amorosa que se esconde detrás. No obstante, podemos y debemos ser creativos, tenemos que ser diferentes.

Nunca debes olvidar que tu pareja te eligió porque le pareciste diferente. ¿Diferente en qué? No sé, pero sí le pareciste diferente. Si no hubieras sido diferente, ¿por qué te iba a elegir a ti? Trata de diferenciarte de los demás (sólo en los aspectos positivos). También consigue diferenciarte del “ti mismo/a de siempre”. Tienes que lograr sacar lo mejor de ti en cada instante, y no sólo a la hora de hacer un regalo. Cuida los pequeños detalles, porque los detalles “pequeños” marcan la “gran” diferencia.

¿Y cómo podemos diferenciarnos, por ejemplo, con el regalo de una tarjeta de felicitación? Se me ocurren varias maneras. Una de ellas es enviarle la tarjeta a la madre de la persona que amas, agradeciéndole haber tenido una hija o un hijo como el que te tiene tan loca o loco de Amor... Joder, es sencillo, barato y diferente. ¿Qué no?

¿Te imaginas cuando tu pareja se entere...? ¡Dios, qué guay!

Bueno, te dejo... Hasta mañana y gracias.

jueves, 24 de enero de 2008

Consejo romántico número 23. El romanticismo también se delega...

Hoy he tenido un día muy ajetreado, y para colmo, llego tarde a un compromiso. Ya sé que no te interesa mi vida, pero te lo digo para advertirte de que hoy seré breve. No obstante, por muy atareado que esté y por muy poco tiempo disponible que tenga, siempre puedo sacar dos minutos para dejarte un consejo romántico...

Por ejemplo, un día de estos que vayáis los dos juntos a hacer la comprar al hipermercado por la tarde después de trabajar, puedes pedirle a alguna amiga o a algún amigo que vaya a vuestra casa mientras estéis fuera, con una exquisita y selecta cena encargada para la ocasión. Esta persona de ocupará de preparar la mesa con la mejor vajilla, cubertería y mantelería; sin olvidar las velitas, las flores y, por supuesto, una música romántica... Asegúrate de comunicarte con tu “ayudante” con el móvil para que cuando estéis de regreso a la casa prenda las velas, ponga el vino en la cubitera y apague la luz. ¡Ah!, y que se vaya pitando...

¿Te imaginas qué sorpresa le darás a tu pareja cuando sin esperárselo se encuentre aquel escenario tan romántico? Y como se te ocurra encender la tele me bajo en la próxima y no vuelvo. Te lo juro...

Lo que viene después de la cena ya es cosa vuestra. Para eso seguro que no necesitas ningún consejo... Además, se me hace tarde y me tengo que ir cag... leches.

Hasta mañana y gracias.

Por cierto, deja tu comentario, ¿vale? Me hará muy feliz. Gracias de nuevo.

miércoles, 23 de enero de 2008

Consejo romántico número 22. El romanticismo es cosa de campeonas y campeones...

Mayte y Miguel estaban paseando en un centro comercial de Jerez. Miguel estaba impaciente, no dejaba de mirar impulsivamente su reloj, deseando encarecidamente que fueran las 21,00 h. Además, de forma disimulada, procuraba no alejarse de la joyería del pasillo principal. Y por fin, un minuto más tarde de la hora prevista sonó por megafonía: “Din don dinnnnn. Atención, tengo un mensaje muy importante para Mayte: ¿quieres casarte con Miguel? Si la respuesta es sí, por favor, entra en la joyería".

Mientras Mayte sonreía llorando y totalmente sonrojada, se abrazaba a Miguel, quién portándola en brazos y sin importarle un bledo la presencia de la gente que aplaudía, entró en la joyería como un romántico campeón, dónde el dependiente, un hombre con aspecto bonachón, les esperaba con una bandeja de plata, en el que había un precioso anillo y dos copas llenas de cava fresquito...

En fin, el resto... prefiero que lo imagines tú. ¿Que no?

Hasta mañana, y gracias.

martes, 22 de enero de 2008

Consejo romántico número 21. ¡Sorpresa...!

Como cada viernes por la tarde a eso de las 19,30 h, Miguel llegó a casa paseando, porque la oficina quedaba sólo a cinco minutos del apartamento dónde vivía con Mayte. Pero... como casi nunca, Mayte no estaba allí, esperándole.

Encima del aparador donde Miguel siempre ponía las llaves al llegar a casa, había una nota escrita con la letra de Mayte, en la cual se leía: “Estoy en la farmacia del centro comercial. Por favor, ven rápido, cariño”.

Lógicamente, la primera reacción de Miguel fue pensar: “¿Qué habrá pasado?, ¿estará enferma?” Y sin pensárselo dos veces, agarró nuevamente el llavero y la llave de su todo terreno y salió despavorido hacia el centro comercial. ¿Qué otra cosa podía hacer si no era seguir las instrucciones de Mayte?

Al arrancar el coche empezó a sonar un CD de música romántica de Lionel Richie. “Mayte ha cogido esta tarde el coche” –pensó-.

Al llegar al centro comercial, aparcó en cualquier sitio y se dirigió corriendo hacia la farmacia, pero cuando llegó observó que su chica no estaba allí. El farmacéutico, que era amigo de los dos, se le acercó y con una sonrisa inevitable, le entregó una tarjeta en la que se podía leer con la característica letra de Mayte: “¡Feliz aniversario, mi amor! Por favor, ve a la tienda de vinos del final del pasillo”.

Miguel se quedó muy tranquilo cuando comprobó que, afortunadamente, no había pasado nada malo, sino todo lo contrario: se trataba de una sorpresa de Mayte por el quinto aniversario que él había olvidado. Sin más demora, se dirigió a la tienda de licores del fondo de la calle principal del centro comercial, y allí le esperaba la dependienta, con una sonrisa picarona y una botella de cava con la etiqueta personalizada y envuelta en papel celofán. Además, en la otra mano, la chica portaba otra nota que se la entregó a Miguel junto con la botella. En la nota, manuscrita por Mayte ponía: “¿Estás preparado para celebrar esta noche nuestro quinto aniversario? Pues... ten paciencia, aún hay más: ve a tu camisería favorita”.

Miguel sabía de qué tienda se trataba, puesto que allí había adquirido la mayoría de sus camisas de los últimos años. Cuando llegó a la tienda le estaba esperando Jorge, su amigo el sastre que portaba una camisa azul como la que días atrás le había mencionado a Mayte que necesitaba. Además, estaba bordada con sus iniciales, como a él le gustaba. Del cuello de la camisa sobresalía una tarjeta en la que ponía: “Ya casi has terminado, cielo, pero antes, pasa por el hipermercado y acércate al mostrador de información. Pregunta por Toñi y dile que eres Miguel”.

Miguel no pudo evitar carcajearse y se dispuso a ir a paso ligero hacia el mostrador de información. La cara de alegría de Miguel le delató, y ni siquiera hizo falta que preguntara por Toñi, puesto que ésta ya se había dado cuenta de que se trataba de él. Se le acercó y le entregó una cesta de picnic llena de cosas ricas para comer.

Y en el lateral de la cesta sobresalía con el descaro de una nota que deseaba ser vista la última instrucción para Miguel. En ella decía: “Príncipe, te espero en la calle Tal, número 7”. Miguel se emocionó, porque esa era la dirección del romántico hotelito donde hicieron el Amor por primera vez y dónde le aguardaba Mayte.

El resto, tal como dicen, es otra historia...

Este breve relato es ficción, y todos los personajes, anécdotas y diálogos son fruto de mi imaginación. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es una pura maravilla...

Haaaastaaaaa maaaañaaaaanaaaaaa. Y gracias.

¡Ah!, ¿y por qué no me dejas tu comentario...? Gracias de nuevo.

lunes, 21 de enero de 2008

Consejo romántico número 20. El mayor afrodisíaco de todos...

Se han dicho maravillas de las propiedades afrodisíacas de ciertos alimentos, como por ejemplo: ostras, almejas, mejillones, caviar, mariscos...; fresas, frambuesas, arándano; plátano, melón, cereza, granada, ciruela, uva, aguacate, coco, mango...; chocolate (en especial las peladillas de chocolate), nata, quesos, ajo...; dátiles, almendras... endibia, espárrago, zanahoria, alcachofa (o como se le llama en mi tierra: alcaucil)...

Personalmente, creo que el Amor que se siente por la otra persona, el Romanticismo y la Sensualidad que existe en el ambiente que rodea a la pareja son lo que determina la conclusión amorosa de una velada. De todos modos, con independencia del hecho de que algunos alimentos pudieran hacer que nos sintamos más interesados en el sexo, lo que sí hay que tener muy en cuenta es el “efecto placebo” (más que probado científicamente), que dice que el simple hecho de creer en las propiedades afrodisíacas de un agente externo puede provocar el efecto en el que se cree, lo que significa que prácticamente cualquier alimento o cualquier otra cosa puede ser potencialmente afrodisíaco si así lo creemos...

Sin embargo, la sensualidad, que es producto de la mente, es el mejor de todos los afrodisíacos. A través de la imaginación los amantes introducen experiencias nuevas, ensayan todo un mundo de sensaciones imprevistas que envuelven y adornan el contacto de los dos cuerpos.

Consejo romántico para ellas: chica, si deseas que tu chico sea más romántico contigo, la solución pude estar en darle más sexo. Por ejemplo, haced el amor cada noche, noche tras noche... hasta que él te suplique una tregua. Créeme, haz una pequeña prueba y verás como vuestra relación se transforma en más romántica aún si cabe... Y no, no estoy bromeando.

Consejo romántico para ellos: chico, si deseas más sexo con tu chica, la solución puede estar en ser más romántico. Cortéjala como lo hacía Don Juan con Doña Inés, o Romeo con Julieta... Enamórala y reconquístala cada día, de todas las formas posibles e imposibles, utilizando cada una de las ideas de este blog y, después, ideando más ideas románticas. Ella te dará a cambio todo el sexo que tú puedas desear y aguantar...

He dicho.

Haaaasta mañana, y gracias, claro...

domingo, 20 de enero de 2008

Consejo romántico número 19. Luchar contra el aburrimiento y la monotonía.

Los mayores enemigos del romanticismo son la rutina, el aburrimiento y la monotonía.

El aburrimiento nos arrastra al bloqueo mental y entorpece la posibilidad de hacer cosas nuevas para salir de la rutina. La monotonía hace que los días pasen sin que nada nuevo suceda. Cada día es igual que el anterior. Y siempre lo mismo... Y todo esto es muy dañino para la relación amorosa.

En mi libro “Cómo mejorar tu relación de pareja” trato en un capítulo completo sobre este asunto tan importante. Ese capítulo se llama “Luchar contra el aburrimiento y la monotonía”, y en él se narran muchas ideas sobre cosas que hacer para salir de las garras de la rutina. Asimismo, se incluyen algunas técnicas y trucos para pensar de forma alternativa y creativa. Si pensamos de forma alternativa, sin patrones ni estereotipos, nunca nos quedaremos sin ideas románticas.

Es tan fácil salir de la rutina cuando se sabe cómo hacerlo... Hay infinitas cosas diferentes, divertidas, baratas, sensuales, morbosas, también sexuales... que hacer cada día. ¿Qué te parece el siguiente consejito romántico?

Pasemos juntos una noche sin salir de fiesta. O mejor dicho, hagamos la fiesta en casa: no durmamos durante toda la noche, hagamos el amor, preparemos juntos la cena, hagamos el amor nuevamente, veamos alguna peli romántica mientras nos acabamos el vino de la cena, hagamos el amor de nuevo, preparemos un café rico, hagámonos algún masaje relajante-erótico, hagamos otra vez el amor, pongamos música chula en el salón y bailemos agarrados, muy agarrados; después hagamos el amor y quedémonos abrazaditos y dormidos desde el amanecer y durante todo el día, para recuperar fuerzas y volver a hacer el amor... Mmm, ¡guau!

Hasta mañana, y gracias por estar ahí.

sábado, 19 de enero de 2008

Consejo romántico número 18. Añade siempre chispa...

Seguro que todas y todos nos hemos dado cuenta de que la mayoría de los mejores romances que se cuentan en las películas tienen lugar entre personas que se acaban de conocer. Contrariamente a la creencia popular, esto no es así porque el romanticismo se acabe con el tiempo, sino simplemente porque en las películas es mucho más fácil reflejar los comienzos de un enamoramiento que la profundidad, el significado y los matices de una relación de largo plazo.

El romanticismo no está reñido con el tiempo. En todo caso debería ser al contrario: con el paso del tiempo conocemos mejor a nuestra pareja y, por tanto, más fácil nos resultará determinar que es lo mejor en cada momento para demostrar nuestro amor. Repito: en cada momento...

Cuántas veces hemos contemplado a esa pareja que está en el restaurante y que casi no intercambian ni una sola palabra. Ella se ha arreglado para la ocasión, está preciosa y radiante y, sin embargo, él no la mira.

Al comienzo de la relación se contemplaban, coqueteaban, se tocaban, se llenaban mutuamente la copa de vino... En aquellos momentos, un silencio decía más que diez millones de palabras. Sin embargo, ahora los silencios pesan mucho...

Hoy me quiero atrever con un consejo romántico para cuando estéis en publico; por ejemplo, cenando en un restaurante: susúrrale cosas bonitas al oído. Échale piropos, hazle elogios, dale mimos, halagos, lisonjas... Además, puedes, o mejor dicho debes susurrarle comentarios morbosos, eróticos, escandalosos y sugerencias descaradamente lujuriosas. Haz que todo el mundo piense que lleváis sólo unos días saliendo. Provoca envidia en los demás por lo bien que os lo estáis pasando. Prepara el terreno para que la velada acabe con fuegos artificiales... Así conseguirás que vuestra cena se aderece con la ardiente y susurrada pasión que sientes por tu pareja.

Procura añadir siempre un poco (mejor un mucho) de chispa a todo cuanto acontezca entre vosotros.

Por cierto, hoy no quiero irme sin agradecer a BRYCE's Entertainment, Hadas, Noche, Sueñi y Violet (ordenadas por orden alfabético) por sus preciosos y alentadores comentarios. Cuando empecé este blog lo hice con el aventurado objetivo de tener al menos una lectora o un lector. Sin embargo, el hecho de saber que ya son cinco (espero que sean más, aunque no se hayan animado todavía a dejar sus opiniones) es para mí un privilegio indescriptible y del que disfruto grandemente...

Gracias una vez más, y hasta mañana.

viernes, 18 de enero de 2008

Consejo romántico número 17. No pierdas la costumbre de ser adolescente...

¿Sabes que puede ser muy romántico? Hacer que tu pareja se sienta muy importante y muy especial.

Ayer, sin ir más lejos, un amigo mío contestó al móvil una llamada de su novia. Yo me quedé alucinado (espero que no esté leyendo esto; y cuando lo lea, ojalá no se dé cuenta de que hablo de él). La llamada duró aproximadamente unos tres minutos. Y en ese tiempo no le dijo nada bonito ni dulce ni cariñoso, y por supuesto, nada romántico. Se limitó a hablarle con monosílabos y con sonidos guturales. Estaba hablando con ella como cuando habla conmigo. Estuve a punto de comentar con él ese asunto, pero ya sabía lo qué me iba a decir (lo mismo que siempre me dice): que soy un empalagoso...

¿Acaso conoces a alguien más importante para ti que tu pareja? Esa persona es la que has elegido para estar a su lado el resto de vuestra vida. Por tanto, aprovecha cualquier momento y cualquier circunstancia para conseguir que se sienta muy especial. Lo queramos o no, lo sepamos o no, todos necesitamos ser y sentirnos importantes. Sin embargo, tu pareja, en su vida cotidiana se cruza cada día con un sinfín de personas que no la hacen sentir así, porque la gente va a lo suyo. ¿Por qué no lo haces tú por los demás? Lograrlo es muy fácil, y existen muchas maneras de conseguirlo. Por ejemplo, elogia sus puntos fuertes y valora sus éxitos. No me refiero a los súper éxitos profesionales ni a los puntos fuertes que la conviertan en un record Guinness, sino a esas pequeñas cosas que sabes que hace bien y a esas pequeñas cosas que la hacen diferente...

Otra forma de conseguir que se sienta importante y especial es dirigiéndote a ella de forma cariñosa. No lo hagas como mi amigo, con expresiones desagradables del tipo: "Mira...”, “Tú...”, “Oye...”,
“Escucha...”. Ni siquiera la llames por su nombre; así la llaman los demás. En este punto tienes otra oportunidad para usar tu creatividad. Evita el manido y usado por la mayoría: “Cari”.

¿Alabas en público a tu pareja? ¿Cuándo fue la última vez que comentaste con alguien lo afortunada o afortunado que eres por compartir tu vida con él o con ella? Halagar a la pareja delante de otras personas le hará sentirse muy muy muy especial.

Es una pena que con los años se pierda la costumbre de los adolescentes de expresar en público el afecto por la pareja...

Este consejo, como todos, no deben servirte para ampliar tu “cultura general”, sino para que lo pongas en práctica.

Gracias y hasta mañana.

jueves, 17 de enero de 2008

Consejo romántico número 16. El diario de una persona enamorada...

Permíteme una breve historia.
Un matrimonio está a punto de meterse en la cama. Ella Mayte y él Miguel; curiosamente se llaman como los dos personajes principales de mi próxima novela. Pero en este caso no se trata de ellos dos.
Mayte está cerca de cumplir los cincuenta años, mientras que Miguel tiene cincuenta y tres. Como cada noche, ella se está untando sus cremitas en la cara. Y cuando acaba, se para frente al espejo, se mira de arriba a abajo y le comenta a Miguel:
- ¿Sabes cariño…? Me miro en el espejo y empiezo a verme fea. Fíjate, cada vez tengo más arrugas en la cara. Mira mis pechos, ya no son firmes como antes, se caen –dijo con el ceño fruncido mientras se agarraba sus mamas–. Observa mis nalgas, tienen celulitis y están flácidas. Y mis brazos y mis piernas cada vez son más gordos y flojos.
Se da la vuelta y mirando a su marido, le dice:
- Por favor cielo, dime algo, pero sé sincero.
Miguel la observa detenidamente, y con una sonrisa en la cara le espeta:
- Vida mía, cada día en el trabajo estoy deseando que llegue la noche para verte frente al espejo mientas te pones tus cremas. Es uno de los momentos en los que más disfruto, porque al verte frente al espejo puedo contemplarte por duplicado. Créeme si te digo que eres la mujer más hermosa de todas. Y el paso del tiempo te sienta cada vez mejor.
Miguel hace una pausa mientras se acerca a ella, y abrazándola por detrás le dice:
El único desgaste que el paso de los años está produciendo en ti no son ni arrugas en tu preciosa carita, ni la caída de tus lindos pechos, ni en tus exuberantes nalgas, ni en tus esbeltos brazos y piernas... Lo único en lo que estás empeorando es en tu vista. Por eso no te ves tan bonita como te veo yo…
Enseñanza de esta historia: dicen que el Amor es ciego. Pero... en todo caso es al contrario, el Amor tiene una vista increíble; y si no, cómo es posible que Miguel vea a su mujer cada vez más hermosa...
Consejo romántico de hoy.
Ser romántica o romántico es sencillo, pero no fácil. No es necesario complicarse la vida para serlo. Sólo hace falta pararse a pensar un poco. Por ejemplo, me paro, me concentro en la persona amada y sin darme cuenta ya soy romántico. Y así las cosas, simplemente me dejo fluir... ¿Y qué sale? Pues algo sencillo: ¿qué te parece llevar un diario y una vez al día, más o menos, escribir en él lo que pensamos sobre la persona amada y sobre nuestra relación? Algunos días estarás más inspirada o inspirado y serás capaz de escribir una redacción de varias páginas. Otros, en cambio, las circunstancias te llevarán a escribir un simple “Te adoro con toda mi alma”. Pero lo importante es ponerte a escribir cada día. Al cabo de un año, el resultado será el libro de Amor más romántico jamás escrito por nadie. ¿Qué mejor regalo que éste...?

¡Joder, soy un monstruo...! Hasta me acabo de hacer daño en el cuello al intentar besarme a mí mismo...

Hasta mañana, si tú quieres. Yo sí querré.

Gracias.

miércoles, 16 de enero de 2008

Consejo romántico número 15. Como si te acabara de dar la última oportunidad...

En el año 1993, Mercedes Milá presentaba el programa “Queremos Saber” en Antena 3. Éste era un espacio de entrevistas y debates, en el que el público participaba en directo. En uno de los programas, Mercedes Milá invitó personalmente al hoy fallecido escritor Francisco Umbral (1932 – 2007) para que hablase de su libro “La década roja”, que acababa de salir publicado. ¿Te acuerdas, o eres muy joven?

Cuando el programa estaba terminando el escritor le dijo textualmente a Milá: “Yo estoy dispuesto a levantarme y abandonar la mesa, porque yo he venido aquí a hablar de mi libro, y no a hablar de lo que opine el personal, que me da lo mismo, que para eso tengo mi columna y mi opinión diaria”.

Pues bien, parafraseando a Umbral hoy te digo: hoy quiero hablar de mi libro... Porque, ¿sabes que yo he escrito un libro? Bueno, realmente he escrito varios, pero el mejor de todos se titula: “Cómo mejorar tu relación de pareja”. Y el subtítulo del mismo es lo que hoy te voy a dar como consejo romántico, porque realmente es el consejo de los consejos... No se me ocurre un consejo mejor que éste. Así que ahí va:

TRÁTALA, TRÁTALO, EN CADA MOMENTO, COMO SI TE ACABARA DE DAR LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD...

Nunca me gustó escribir con letras mayúsculas, pero esta vez no he podido evitarlo, porque el consejo lo merece...

¿Que por qué no me gusta escribir con mayúsculas? La respuesta no es romántica, pero te la daré. Se sabe que las mayúsculas hacen más lenta la lectura. No tienen elevaciones ni descensos que ayuden a reconocer las palabras y existe la tendencia a leerlas letra por letra.

El ojo es un órgano de costumbres; y estamos habituados a leer libros, revistas y periódicos impresos en minúsculas. Por eso, observa la dificultad que entraña la lectura de un párrafo escrito totalmente en mayúsculas. Si te cronometraras te darías cuenta de que lees más lentamente que si estuviera escrito en minúsculas. Así que... cuando escribas una carta de amor, ya sabes: en minúsculas.

Hasta mañana.

Graaaaaaacias.

martes, 15 de enero de 2008

Consejo romántico número 14. Claro, pero la mujer es un ser perfecto.

Ya se sabe que el varón viene encendido (excitado, estimulado, activado, acalorado, impacientado, desesperado, entusiasmado, seducido, enloquecido, agitado...) de serie. En cambio la mujer, que es un ser perfecto, necesita ser estimulada mediante juegos amorosos previos al acto sexual.

Generalmente (salvo excepciones), por culpa del varón, la mujer se tiene que conformar con unos míseros 14 o 15 segundos de juegos previos al acto pasional, porque su hombre inmediatamente “va a saco con los genitales”. Lo cual es un craso error, porque se sabe que “invertir” en juegos previos es muy “rentable”, puesto que prolonga el acto amoroso.

Os propongo una idea o consejo romántico: qué os parece si mañana mismo, sin más demora, durante toda la jornada jugáis a “calentar” el terreno. ¿Os imagináis que desde por la mañana que os levantéis empecéis a hacer planes para hacer el Amor esa misma noche? Durante todo el día os podéis llamar por teléfono al trabajo, mandaros mensajes de texto, correos electrónicos, con avisos, recordatorios, ideas, sugerencias insinuantes y morbosas... Lógicamente, cuando llegue la tarde tendréis la sensación de haber pasado toda la jornada estimulándoos de forma mutua con juegos amorosos. Así, cuando llegue la noche, estaréis como dos motos de carreras y los vecinos no podrán evitar ver como el cielo de sus casas se iluminan con fuegos artificiales...

Guay, ¿verdad?

Pues venga, no os entretengo más que mañana será un gran día.

Hasta mañana pues. Y gracias, ¿vale?

Consejo romántico número 13. He aquí un juego sexy.

¡Jo....! Como puedes comprobar no he llegado a tiempo por un minuto. Son las 00:00 h del 15 de enero, por tanto, he llegado tarde a mi cita diaria. El consejo número 13 correspondiente al día 14 de enero te lo presento ya hoy día 15. Pero... repito: por sólo un minuto no he llegado a tiempo. Por eso, espero que me perdones. No obstante, hoy os haré entrega de dos consejos, uno ahora y otro al final del día de hoy.

Todas y todos conocemos algún juego de salón. Cuántas estupendas velada hemos pasado jugando algunas partidas de un divertido juego, ¿verdad?

Os propongo lo siguiente: elijamos nuestro juego favorito y adaptémoslo para que se pueda jugar en pareja de forma especialmente romántica. Para ello, podemos cambiar algunas reglas, reescribir las tarjetas, hacer que las prendas o los premios tengan un toque romántico o sexy... En fin, vale todo lo que vuestra imaginación y vuestra creatividad pueda asumir.

Ahora os propongo una idea que no es ni de lejos la mejor, pero me servirá para ejemplificar lo que pretendo transmitir en esta ocasión como consejo romántico.

Esta idea nos puede servir para convertir los juegos previos al acto amoroso en un “juego” de verdad utilizando cinco dados.

Primero borraremos los puntos de cada cara y luego debemos volverlos a ilustrar de la siguiente manera:

- En un dado rosa (el de ella) escribiremos el nombre de una parte del cuerpo distinta en cada una de las seis caras.

- En un dado azul (el de él) apuntaremos también el nombre de una parte del cuerpo en cada una de las seis caras.

- En el tercer dado anotaremos un verbo diferente en cada cara, como por ejemplo: besar, lamer, acariciar, morder, masajear, manosear...

- En el cuarto dado escribiremos un adverbio distinto en cada cara, como por ejemplo: lentamente, dulcemente, suavemente, delicadamente, rápidamente, indirectamente...

- Y en el quinto dado pondremos palabras relacionadas con la duración, como por ejemplo: diez segundos, cinco minutos, media hora, un instante, hasta que gima, hasta que sonría...

Una vez que se han confeccionado los nuevos dados, el juego consiste en que cada uno tira su propio dado (el rosa ella y el azul él) más los otros tres dados (verbo, adverbio y tiempo). De esta manera sale una misión para cada uno en cada tirada. Por ejemplo: “él” le “lame” a ella “dulcemente” la “espalda” durante “cinco minutos”. Mmm, qué rico. Lógicamente, este juego se desarrollará hasta que los dos jugadores no aguanten más...

Guau, vaya lo que nos ha quedado. Espero que no podáis resistiros a ponerlo en práctica rápidamente, o mejor aún, que adaptéis a vuestra manera el juego que elijáis vosotros mismos.

Ya no te entretengo más, para que puedas pensar en esto... Hasta mañana. ¡Ah!, y perdona por el retraso.

Gracias.

domingo, 13 de enero de 2008

Consejo romántico número 12. Simplemente, te amo.

Al contrario de lo que mucha gente cree, el romanticismo no debe emplearse para pedir disculpas después de una discusión. Si hacemos esto, durante un tiempito todos los detalles románticos quedarán empañados, deshonrados, infamados, ofendidos, desprestigiados, manchados, vilipendiados y deslucidos.

Después de una discusión, lo mejor que se puede hacer es pedir perdón sencilla y sinceramente. Los detalles románticos podrán continuarse después de que los dos miembros de la pareja se hayan reconciliado.

Consejo romántico de hoy: mañana, en cualquier momento, llámala o llámalo por teléfono, precisamente porque no tienes ningún motivo para hacerlo. O mejor dicho, sí que hay un motivo, el más importante de los motivos, el mejor de todos: para decirle simplemente “Te amo con locura”.

Una vez más... gracias. Hasta mañana pues.

sábado, 12 de enero de 2008

Consejo romántico número 11. No corras. Mejor a 2,3 kilómetros por hora...

Una pregunta muy sencilla: ¿cuándo fue la última vez que salisteis juntos a pasear?

Que una pareja de enamorados pasee implica ir cogidos de la mano. También es necesario que durante el paseo ninguno de los dos lleve un mp4 con su música favorita ni espere ninguna llamada importante al móvil (mejor se deja el aparatejo en casa o se lleva apagado, para que el contestador haga su trabajo...).

Asimismo, otro aspecto importante de un paseo romántico es la velocidad. Pasear no es trotar. El trote es decididamente antirromántico. Se debe pasear lentamente. Y si me lo permites hasta puedo decirte que la velocidad del paseo amoroso es de 2,3 kilómetros por hora, incluso a riesgo de que los caracoles se te suban a los pies. Piensa que si existieran las carreras de paseos de enamorados, la pareja ganadora sería la última en llegar a la meta... ¿sí o qué?

Por otro lado, no vale la excusa de por dónde pasear... No es necesario tener que hacerlo por la playa bajo la luz de la Luna. Tampoco es obligado estar durante el atardecer en Sevilla paseando por el Barrio de Santa Cruz. El paisaje es lo de menos, aunque también es cierto que hay parajes mejores que otros. No obstante, cuando el Amor acompaña a la pareja mientras pasean, cualquier lugar es propicio; e incluso el gentío pasa inadvertido...

Lo más importante es la conversación. No aproveches para echarle nada en cara. Mejor pregúntale y preocúpate por cómo le ha ido en el trabajo. Haz que te cuente cosas sobre las que jamás habéis hablado nunca. ¿Crees que ya os lo habéis contado todo? Noooo, créeme que no es así. Procura incitar a que tu pareja hable y tú limítate a escuchar, a escuchar y a escuchar. Por supuesto, debe notarse que te interesa lo que te cuenta, porque... ¿hay algo que realmente te importe más que lo que ella tenga que contarte? Haz que se sienta importante para ti. Todos necesitamos sentirnos importantes para nuestra pareja.

Si debido a la alta velocidad del paseo, te cansas, aprovecha para pararte de vez en cuando y para abrazarla dulcemente, mientras la besas y le dices lo orgullosa u orgulloso que estás de tener algo que vez en su vida...

Usad menos el coche cuando vayáis juntos, porque además de que os pondrá las piernas duras y tersas, os incitará a pasear de forma romántica. La clave está en salir media hora antes...

Desempolvemos los viejos paseos románticos. Veréis que guay...

Gracias y hasta mañana.

viernes, 11 de enero de 2008

Consejo romántico número 10. Hoy... una parábola sobre el Amor.

Hace tiempo; bueno, no mucho, porque soy tan joven que no puede hacer tanto... Hace poco tiempo escuché una historia que recuerdo ligeramente, y que si me permites te la contaré a mi manera.

Era una mañana fría, como cualquier mañana fría de un invierno frío. El Sol brillaba dentro del taller, donde estaban todas las herramientas de tertulia alrededor de una lumbre que el herrero había hecho con unas cuantas ramas secas.

El dueño del taller salió para ir a desayunar. Encima de la mesa de trabajo dejó un trozo de hierro anclado con un sargento o gato de taller. Todas las herramientas, desde el fondo de la pequeña fabrica, miraban de reojo hacia el trozo de hierro que allí se encontraba capturado.

– Iré yo primero –dijo el hacha, mientras se dirigía con paso firme hacia la mesa de trabajo–, y lo esculpiré con unos cuantos tajos.

Pero en cada golpe que el hacha le daba al trozo de hierro, iba perdiendo su filo, hasta que transcurrido sólo un par de minutos la herramienta interrumpió su esfuerzo, ya no podía más. El filo del hacha había quedado totalmente romo y aplastado.

– Lo intentaré yo –gritó el martillo dirigiéndose hacia la mesa sin ni siquiera mirar al hacha que cabizbaja se cruzó con él–.

Después de varios golpes a cuál más duro, el mango se rompió, lanzando la cabeza de forma involuntaria hacia donde estaban las demás herramientas. Si no hubiera sido porque el destornillador estaba muy atento, se lo hubiera llevado por delante.

– Déjenme probar a mí –espetó el serrucho de forma pedante y con mucha soberbia–, yo me encargaré de modelarlo.

La cara del serrucho denotaba que por dentro se estaba burlando del fracaso de sus compañeros. Empezó a clavar sus dientes en el trozo de hierro. Pero al cabo de uno 25 intentos, los dientes casi habían desaparecido.

– ¿Me permiten intentarlo a mí? –dijo tímidamente una pequeña llama del fuego alrededor del cual se guarecían las herramientas–.

Todos los utensilios se rieron a carcajadas, especialmente los tres que lo habían intentado hasta el momento. Pero se lo consintieron, creyendo que se podrían mofar aún más, ya que estaban totalmente convencidos de que también fallaría. La tímida llamita cubrió suavemente al pedazo de hierro; no se despegó de él. Lo abrazó y lo abrasó delicadamente hasta transformarlo en un material blando y maleable. Así, la tímida flama consiguió darle la forma deseada. Aquella pequeña llamita logró lo que las otras tres poderosas herramientas no pudieron conquistar.

¡Así es el Amor!

Hay personas duras y frías que pueden resistir los tajos de la ira y del rencor, los golpes del odio y la soberbia, y las mordidas de orgullo y del rechazo. Pero... por más inflexible que sea el corazón de una persona, no podrá resistirse a los envites del Amor, porque el Amor es la fuerza más poderosa que existe.

Consejo romántico:

Si quieres que tu pareja cambie para que vuestra relación amorosa sea perfecta, sólo hay una manera de conseguirlo, y es renovándote primero tú. La buena noticia es que tus transformaciones provocarán en tu pareja los cambios que deseas...

Si tu pareja es poco romántica, no le pagues con la misma moneda, sino al contrario, sorpréndela continuamente con detalles románticos, sin darle importancia a que no te responda como deseas. Al cabo de un tiempito comprobarás y disfrutarás de los cambios...

Hasta mañana, y por supuesto, gracias.

jueves, 10 de enero de 2008

Consejo romántico número 9. La Regla de Platino...

Siempre se ha dicho que la Regla de Oro de las relaciones humanas es “haz a los demás lo que querrías que te hicieran a ti”. Según esta clásica norma, las personas aficionadas al fútbol tendrían que llevar este fin de semana a su pareja a un partido de liga; mientras que las que se deleitan con el bricolaje les regalarían herramientas y la gente apasionada de la informática le compraría la última novedad en ordenadores...

Lógicamente, esta regla no es de oro; ni siquiera de plata; en todo caso sería de bronce. La verdadera Regla de Oro, o mejor aún, de Platino... es: “haz a los demás, y sobre todo a tu pareja, lo que ellas y ellos quieren que se les haga”. Esta sí que sí.

Pero esta forma de pensar requiere una comprensión más profunda de la pareja. Nos ayuda a ver el mundo a través de los ojos de la persona que amamos y adoramos. Aumenta nuestra intuición y mejora nuestras habilidades para ser románticas y románticos.

Consejo de hoy:

Permanece siempre atenta o atento a tu pareja. Descubre todo aquello que le gusta, que le apasiona, que le hace gozar, que le enloquece... sin que te lo tenga que advertir. Y no dudes ni un instante en proporcionarle esas cosas una y otra vez... De esta manera serás una campeona o un campeón en la Regla de Platino...

Muchas gracias, y hasta mañana. ¿Sí o qué?

miércoles, 9 de enero de 2008

Consejo romántico número 8. Boicoteemos el día de San Valentín...

Hemos comenzado un nuevo año. Por tanto, dentro de muy poco empezarán a promocionarse los regalos románticos para celebrar el día de San Valentín: cenas en restaurantes, viajes, joyas, lencería, flores...

¿Realmente el día de San Valentín es la fiesta de los enamorados, o es el día de la comercialización masiva, absurda y a toda prisa?

Con esto no estoy tirando por tierra a tantos negocios que se hacen al amparo de dicha celebración. ¿O sí? Yo qué sé...

No esperemos a ese día para celebrar nuestro Amor. De hecho, cualquier momento es bueno para conmemorar que amamos tanto a nuestra pareja.

Por ejemplo, ¿por qué no celebráis hoy mismo que lleváis 100 días juntos?, ¿o 1.000?, ¿o 10.000?, ¿o 472?, ¿o 18.379?

Desde aquí propongo boicotear el día 14 de febrero. Ese día seremos románticas y románticos, pero sin necesidad de gastar ni un p... céntimo, ¿vale? Espero que de esto no se entere El Corte Inglés...

Cualquier día es perfecto para celebrar que estamos enamoradas y enamorados... Piensa en como sorprenderás hoy a tu pareja con una celebración sorpresa.

Consejo para llevar a cabo hoy mismo: bésale cada milímetro cuadrado de su piel durante el tiempo necesario, y por supuesto, muuuyyyyy leeeentaaaaameeeeenteeeee. ¡Mmm!

Haaaaastaaaa maaaañaaaaanaaaaa y graaaaciaaaaaas.

martes, 8 de enero de 2008

Consejo romántico número 7. ¡Vaya excusa...!

La gente, sobre todo los que se llaman como los varones... suelen espetar la excusa pobre de que “no tengo tiempo para ser romántico”. ¡Vaya estup...!

Hay personas que tienen más dinero que otras. Hay quienes son más altas que otras. Otra gente puede que tenga más pelo que otra. Pero... paradójicamente, aunque tengamos la sensación de falta de tiempo, en realidad, cada persona dispone, mientras vive, de todo el tiempo que existe.

Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos... Todos tenemos 86.400 segundos cada día. De manera que el problema que tenemos en cuanto al tiempo no es su escasez, sino el uso que hacemos del mismo. Podemos quejarnos de cómo y en qué lo utilizamos, pero no de no tenerlo.

Sí, ya sé que el trabajo es importante; y sí, la partida de tenis con los colegas también; pero... ¿hay algo más importante que poner en acción el amor que sentimos por nuestra pareja?

Todas y todos encontramos siempre tiempo para lo que de verdad nos importa. Así que...

Consejo para los chicos a los que les gusta el fútbol: cuando se desarrolle el próximo partido importante, ese que casi todas y casi todos quieren ver, invita a tu pareja a cenar. Esa será la mejor noche para hacerlo, porque todos los restaurantes estarán vacíos, no sufrirás atascos, será fácil aparcar... En fin, no habrá excusa para no salir esa noche y pasarlo bien.

Consejo para las chicas, tanto si les gusta el fútbol como si no: envíale una carta por correo ordinario. No hace falta ni que escribas nada, simplemente imprímele un beso. Para ello usa el lápiz de labios más rojo que tengas...

Hasta mañana, ¿que no?

Gracias...

lunes, 7 de enero de 2008

Consejo romántico número 6. El calor es romántico.

Uff, mira qué horas es... Casi no llego a tiempo de nuestra cita diaria.

El consejo romántico de hoy será breve, pero no por ello menos importante.

Cuando tu pareja te acerque sus pies fríos en la cama, en vez de dar un respingo, o de decir algo del tipo: “¡Ay, jooo... que pies más fríos tienes!", ¿por qué no permites que los caliente con los tuyos? Esta es una prueba de amor genuino, de aguante y de tolerancia. ¿Sí o qué?

Otro consejo: cuando tu pareja esté saliendo de la ducha la puedes sorprender portando una toalla recién calentada con la plancha. ¡Mmm!

Y otro más: cuando estés a punto te meterte en la cama puedes lavarte las manos con agua caliente. De esta manera, podrás acariciar a tu pareja y ésta notará el calorcito de tus manos. Imagínate en qué puede acabar todo...

Bueno, te dejo para que vayas al lavabo...

Hasta mañana y gracias.

domingo, 6 de enero de 2008

Consejo romántico número 5. El romanticismo es amor puesto en acción.

Anoche me enfadé con una persona. Estuvimos hablando sobre el Amor y el romanticismo, y me dijo que la realidad es muy diferente a lo que yo opino... Me jodío mucho su forma de hablar sobre el Amor; y antes de perder mi talante (porque este tema me sensibiliza demasiado) preferí salir pitando de allí. Y lo que más me jodió de todo es que esa persona tiene nombre de chica...

El romanticismo es una actitud, un estado mental. Si tu actitud mental es la adecuada, hasta preparar la cena puede ser muy romántico; pero si tu actitud es negativa, hasta un paseo con tu pareja por la playa, cogidos de la mano y bajo la luz de la luna llena será una experiencia penosa.

El romanticismo es una actitud vital. Consiste en aportar acción a los sentimientos. El romanticismo es amor puesto en acción. El amor es el sentimiento, mientras que el romanticismo es la acción que provoca ese maravilloso sentimiento.

El romanticismo empieza como una actitud mental, pero debe continuar y avanzar más allá de los meros pensamientos e intenciones y ser demostrado a la persona amada por medio de las palabras, de los pequeños detalles, de los gestos, de las miradas... es decir, a través de la acción.

El romanticismo se ocupa de las pequeñas cosas. Son más importantes los pequeños detalles y los pequeños gestos que hacen que la vida cotidiana con la pareja sea especial, que los regalos caros.

Hay dos tipos de romanticismo: el forzado y el genuino. El romanticismo forzado se da por imposición. Por ejemplo, si nos olvidamos de enviar rosas el día de San Valentín, será mejor que no aparezcamos por casa ese día. Sin embargo, el romanticismo genuino es verdaderamente romántico, es auténtico. Y consiste en tener detalles de amor cuando nadie nos lo ha pedido, como por ejemplo, llegar a casa un día después del trabajo y en vez de entrar directamente como lo hacemos siempre, pararse ante la puerta, llamar al timbre y saludar a nuestra pareja con una rosa blanca y una botella de cava... simplemente porque no tenemos un motivo especial para hacerlo. O mejor dicho, porque tenemos el motivo más potente de todos: porque la amamos de verdad.

Vaya, me enrollado demasiado y no te he dado todavía el consejo de hoy. Aunque pensándolo bien, en el texto anterior se esconden varios consejos románticos...

No obstante, quiero darte otro. No sé, se me ocurre por ejemplo que le dejes en el parabrisas de su coche una flor, o una nota, o yo que sé, pero déjale algo.

Bueno, tengo que marcharme ya, pero no sin antes darte las gracias...

sábado, 5 de enero de 2008

Consejo romántico número 4. Tu pareja no espera que...

Tu pareja sabe que la llamarás al móvil para decirle cuánto la echas de menos. También sabe, sin ninguna duda, que le mandarás varios mensajes de texto para recordarle que la amas con locura. Además, está segura de que también le enviarás un correo electrónico con algún PowerPoint de Amor. Tu pareja espera de ti una serie de cosas cada día. Pero... lo que no espera, ni se imagina, es recibir una preciosa carta de Amor. Y por supuesto, escrita a mano.

No seas perezosa ni perezoso. Ponte manos a la obra ahora mismo. Una carta de Amor bien escrita hará suspirar a la persona que amas. Además, la guardará con toda seguridad y cada vez que se cruce con ella revivirá las maravillosa sensaciones que le harás sentir dentro de tres días, porque tres días es el tiempo que falta desde ahora mismo y hasta que el cartero la deje en su buzón.

Hay gente que se siente ridícula o ridículo cuando piensa en escribir una carta de Amor. Algunas personas incluso piensan que está anticuado expresar sus sentimientos de Amor verdadero y apasionado. Pero... estas personas no conocen los efectos de expresar lo que sienten y por escrito. Es un placer para quien lo escribe y un privilegio para quien lo lee.

Venga, anímate, te encantarán los resultados que obtendrás a cambio de tan poco esfuerzo... Y seguro que vuelves a hacerlo más veces.

Por cierto, desde pequeño siempre he sabido, y no sé quién me lo contó, que si pones en el sobre un sello boca abajo significa “Te quiero”. Por tanto, no lo olvides.

Bueno, espero que te haya gustado este consejo romántico. Y también espero que esta noche los Reyes Magos de Oriente te traigan todo lo que te mereces.

Gracias por estar ahí.

viernes, 4 de enero de 2008

Consejo romántico número 3. Piensa como Shakespeare.

Jo, mira la hora que es, y tengo que irme pitando de aquí. He quedado para ir a comprar unos regalos de Reyes. Pero... no quiero faltar tan pronto a nuestra cita diaria. Así que hoy seré breve. De todos modos, la calidad de los consejos románticos no depende de lo extenso que sean, sino del Amor con el que los lleves a cabo. Y te recuerdo lo que ya te pedí el primer día: que te comprometas conmigo a que pondrás en práctica cada uno de estos consejos románticos...

Ahí va mi consejo de hoy:
  • antes de que tu pareja se vaya a duchar escribe con jabón en el espejo “Te adoro vida mía”, y lo rodeas con un corazón. Así, cuando el vapor empañe el espejo, tu dibujito quedará impreso como por arte de magia;
  • también puedes coger los huevos del frigorífico y pintarles con un rotulador pequeños mensajes de Amor;
  • y qué tal si haces lo mismo, por ejemplo en el rollo de papel higiénico o en el rollo de papel de cocina.

¿Ves, tres consejitos en tres minutitos? Si no cuesta tanto ser romántica ni romántico. Además, uno no nace romántico, esto se aprende con la práctica.

Hay quien dice que si piensas como una persona rica, atraerás la riqueza. Joder, pues piensa como si fueras un personaje de una tragicomedia romántica de Shakespeare, y acabarás siendo romántica o romántico.

Lo siento, pero me voy a comprar los regalos...

Gracias una vez más.

jueves, 3 de enero de 2008

Consejo romántico número 2. ¡Oh, se fue la luz...!

Aparentemente la energía eléctrica es limpia, porque donde se consume no emite ni humos ni ruidos. Sin embargo, producirla, transportarla y distribuirla origina importantes impactos ambientales. Así las cosas, cada vez utilizamos más electricidad. Y buena parte de este crecimiento del consumo se debe a la mayor demanda doméstica.

El consumo excesivo y el derroche energético suponen, por tanto, contribuir innecesariamente al tan nombrado cambio climático. Es imprescindible reducir nuestra huella ecológica y esto pasa necesariamente por tomar conciencia de las consecuencias ambientales que produce nuestro abusivo consumo de energía.

Hacer un uso racional de la energía supone, además de un beneficio para la economía doméstica, colaborar en la protección ambiental de nuestro planeta. Dos buenas razones para ahorrarla.

Joder, y digo yo: ¿por qué no hacemos saltar el conmutador eléctrico y simulamos un corte de electricidad en casa sin que lo sepa nuestra pareja...? De esta manera, como no podremos poner la televisión, ni él podrá quedar abducido por unas horas con la consola de videojuego, ni se podrá conectar el ordenador para terminar un trabajo pendiente, ni encender la calefacción... no habrá más remedio que prender unas velas, acurrucarse juntitos tapados por una mantita e imagínate el final... ¡Qué romántico!, ¿verdad?

¡Y encima velamos por nuestro planeta!

Gracias otra vez.

miércoles, 2 de enero de 2008

Consejo romántico número 1. ¿Qué le regalo?

¿Qué le regalo? Ésta es una pregunta típica que nos hacemos todas y todos en muchos momentos, cuando queremos tener algún detalle con nuestra pareja. Lo importante de los regalos no está en el regalo en sí, sino en el mensaje que transmitimos con él. La creatividad y el ingenio que usemos transmiten mucho más que el importe económico del mismo.

Las flores... El regalo con el que siempre aciertas. Las flores nos gustan tanto a los que tenemos nombre de varón como a las mujeres. Pero seamos creativos a la hora de regalar flores. La rosa roja es la flor elegida en un 95 por ciento de los casos para regalar en el día de los enamorados. Por eso, durante el día de San Valentín, el precio de las rosas rojas aumenta un 20%, ya que su demanda es un 30% mayor de lo normal.

Si regalamos lo mismo que todo el mundo, es porque amamos igual que todo el mundo. Trasmítele a tu pareja que la amas de forma diferente, que la amas más que nadie, más que a nadie, mejor que nadie la va a amar nunca... Para ello, regálale las flores de forma distinta, como nadie se las ha regalado jamás.

Regálale una docena de rosas con un toque diferente. Regálale once rosas rojas y una blanca, y con una nota que diga: “En cada ramo de rosas siempre hay una que destaca sobre las demás. Y tú eres ésta”.
O mejor, regálale un ramo con once rosas blancas y una roja. O mejor aún, once blancas y una amarilla. O yo que sé.

Ve más allá del romanticismo genérico, y muéstrate única o único y diferente. Y si no, ¿por qué crees que tu pareja te eligió a ti?

Gracias.

martes, 1 de enero de 2008

¡Bienvenida, bienvenido a nuestro rinconcito romántico...!

Es cierto que el Amor es el motor del mundo, pero es el romanticismo lo que hace que el Amor valga realmente la pena. El Amor es necesario (como necesario es comer verduras), pero lo que de verdad ansiamos y echamos de menos es el romanticismo (como ansiamos el chocolate aún habiéndonos hartado de verduras).
El romanticismo es lo que nos permite decir de forma enfática “estoy infinitamente enamorada o enamorado de ti”, en vez de un simple “te quiero”.
Con este blog pretendo ayudarte humildemente a reactivar la Magia del Amor, de la pasión y del romanticismo. Este blog está escrito para ti, tanto si tienes nombre de chica como de chico, tanto si eres joven como menos joven, tanto si estás soltera o soltero como si estás casada y casado. Es para ti si de verdad deseas que tu relación (o tu futura relación) sea verdaderamente más amorosa y más romántica.
¿Por qué hay tantas parejas aburridas y destinadas a agotar la Magia de los comienzos? No porque carezcan de amor, sino porque les falta el romanticismo y la pasión. El amor es tibio y confortable, mientras que el romanticismo y la pasión son calientes y excitantes.
Absolutamente todo el mundo desea tener pasión y romanticismo en su vida, pero...
  • algunas personas no saben cómo producir el romanticismo. En este blog te mostraré cómo hacerlo;
  • otras personas están ancladas en estereotipos culturales. Aquí, en este blog te enseñaré (siempre con humildad) a considerar a tu pareja como un ser único y especial;
  • y algunas otras personas han abandonado la búsqueda del romanticismo debido a la frustración pasada o al cinismo presente. Si así es tu caso, este blog te volverá a inspirar. Confía en mí.
Actualmente el amor romántico está en decadencia porque los valores fundamentales de la sociedad contemporánea se han debilitado grandemente. El romanticismo es el lenguaje del Amor, sin embargo, este ha dado paso a fórmulas más modernas y menos pasionales.
El romanticismo es la expresión del Amor, lo que hace que éste todavía esté presente en este mundo. Sin el romanticismo el Amor es un concepto entrañable pero vacío.
Cuál es el propósito esencial de los humanos si no el de expresar Amor. Por tanto, cualquier cosa que ayude a conseguir este propósito será positiva. Existen cientos, miles, millones de formas de expresar el Amor y de ser romántica o romántico.
Las personas que me conocen, sobre todos ellas... saben que soy muy romántico. Pero, yo no nací así. Yo nací pesando tres kilos, llorando porque tenía mucha hambre y con el pelo muy oscuro. El romanticismo no es algo que traía de serie. Es una actitud, un hábito que adquirí porque quise, y que cualquier persona puede adoptar si de verdad lo desea y si sabe cómo hacerlo. Yo sólo te puedo enseñar algunos trucos, pero... el deseo debe partir de ti. Aunque déjame que te diga una cosa que te motivará: si eres romántica o romántico, la vida te resultará más fácil y agradable. Créeme.
¿Sabes? En este momento me comprometo contigo a presentarte cada día alguna idea romántica, no sin antes pedirte que te comprometas conmigo a que la pondrás en práctica lo antes posible. Así, adquirirás el maravilloso hábito de ser romántica o romántico. O de serlo aún más si ya lo eres...
De nada sirve conocer cómo actuar de forma romántica si luego no lo pones en práctica. Es como saber que en un punto geográfico del Atlántico hay un tesoro hundido y no hacer nada por sacarlo de allí...
¡Bienvenida, bienvenido a nuestro rinconcito romántico...!