martes, 22 de enero de 2008

Consejo romántico número 21. ¡Sorpresa...!

Como cada viernes por la tarde a eso de las 19,30 h, Miguel llegó a casa paseando, porque la oficina quedaba sólo a cinco minutos del apartamento dónde vivía con Mayte. Pero... como casi nunca, Mayte no estaba allí, esperándole.

Encima del aparador donde Miguel siempre ponía las llaves al llegar a casa, había una nota escrita con la letra de Mayte, en la cual se leía: “Estoy en la farmacia del centro comercial. Por favor, ven rápido, cariño”.

Lógicamente, la primera reacción de Miguel fue pensar: “¿Qué habrá pasado?, ¿estará enferma?” Y sin pensárselo dos veces, agarró nuevamente el llavero y la llave de su todo terreno y salió despavorido hacia el centro comercial. ¿Qué otra cosa podía hacer si no era seguir las instrucciones de Mayte?

Al arrancar el coche empezó a sonar un CD de música romántica de Lionel Richie. “Mayte ha cogido esta tarde el coche” –pensó-.

Al llegar al centro comercial, aparcó en cualquier sitio y se dirigió corriendo hacia la farmacia, pero cuando llegó observó que su chica no estaba allí. El farmacéutico, que era amigo de los dos, se le acercó y con una sonrisa inevitable, le entregó una tarjeta en la que se podía leer con la característica letra de Mayte: “¡Feliz aniversario, mi amor! Por favor, ve a la tienda de vinos del final del pasillo”.

Miguel se quedó muy tranquilo cuando comprobó que, afortunadamente, no había pasado nada malo, sino todo lo contrario: se trataba de una sorpresa de Mayte por el quinto aniversario que él había olvidado. Sin más demora, se dirigió a la tienda de licores del fondo de la calle principal del centro comercial, y allí le esperaba la dependienta, con una sonrisa picarona y una botella de cava con la etiqueta personalizada y envuelta en papel celofán. Además, en la otra mano, la chica portaba otra nota que se la entregó a Miguel junto con la botella. En la nota, manuscrita por Mayte ponía: “¿Estás preparado para celebrar esta noche nuestro quinto aniversario? Pues... ten paciencia, aún hay más: ve a tu camisería favorita”.

Miguel sabía de qué tienda se trataba, puesto que allí había adquirido la mayoría de sus camisas de los últimos años. Cuando llegó a la tienda le estaba esperando Jorge, su amigo el sastre que portaba una camisa azul como la que días atrás le había mencionado a Mayte que necesitaba. Además, estaba bordada con sus iniciales, como a él le gustaba. Del cuello de la camisa sobresalía una tarjeta en la que ponía: “Ya casi has terminado, cielo, pero antes, pasa por el hipermercado y acércate al mostrador de información. Pregunta por Toñi y dile que eres Miguel”.

Miguel no pudo evitar carcajearse y se dispuso a ir a paso ligero hacia el mostrador de información. La cara de alegría de Miguel le delató, y ni siquiera hizo falta que preguntara por Toñi, puesto que ésta ya se había dado cuenta de que se trataba de él. Se le acercó y le entregó una cesta de picnic llena de cosas ricas para comer.

Y en el lateral de la cesta sobresalía con el descaro de una nota que deseaba ser vista la última instrucción para Miguel. En ella decía: “Príncipe, te espero en la calle Tal, número 7”. Miguel se emocionó, porque esa era la dirección del romántico hotelito donde hicieron el Amor por primera vez y dónde le aguardaba Mayte.

El resto, tal como dicen, es otra historia...

Este breve relato es ficción, y todos los personajes, anécdotas y diálogos son fruto de mi imaginación. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es una pura maravilla...

Haaaastaaaaa maaaañaaaaanaaaaaa. Y gracias.

¡Ah!, ¿y por qué no me dejas tu comentario...? Gracias de nuevo.

4 comentarios:

Lucía dijo...

Que articulo tan lindo. Mis sentidos se activan cada vez que te leo y sentimientos que creia olvidados remueven en mi interior ofreciendome un abanico de emociones cálidas de mi pasado afectivo.

Te felicito.

Un abrazo,
-Lucia-
www.luciebryce.es

Anónimo dijo...

hola manu, soy juan de madrid

me gusta lo que leo pero nos estas dejando a los tios a la altura del betun

como las tias te lean no nos vamos a comer na de na

de todos modos intento aprender de ti ;-)

Anónimo dijo...

Que cosa más bonita... y como dice juan de madrid tendrán que tomar nota muchos jejejejeje. Un saludo y hasta esta noche para el siguiente consejito!!

sueñi dijo...

Jejejejejjejej. Me encantá!!! que mujer no ha soñado con algo asi en su vida?, y para que engañarnos , que hombre se resistiria a algo asi?, jeeeejjeje muchisimas gracias por estos momentos.