¿Has sentido celos alguna vez? No te sientas culpable, los celos son un sentimiento natural, y de por sí no tienen por qué ser absolutamente malos. No sólo son normales, sino hasta son necesarios para mantener una relación amorosa y fortalecer el compromiso recíproco. Son tan necesarios (en su justa medida) para la relación, como el Amor y el sexo. De hecho, la mayor parte de los celos no son patológicos, sino una parte de nuestra sicología que está creada para mandar señales y mantener a la pareja fiel.
Los celos bien manejados enriquecen la relación de pareja, ayudan a mantener la pasión y a ampliar el compromiso entre ambas personas. En cambio, la ausencia total de celos denota falta de romanticismo. Ya lo dijo San Agustín hace tanto...: “si no está celoso, no está enamorado”.
En la propia naturaleza podemos apreciar cómo el macho protege a su hembra de otros machos. Los celos son un mecanismo natural de supervivencia, y en el reino animal permite la perpetuación de la especie.
El ser humano, por otro lado, tiene una ventaja respecto del resto de los animales: su capacidad de pensar. Con los pensamientos, el humano es capaz de dominar a los demás animales. Pero los pensamientos, mal gestionados, trabajan en su contra. Así las cosas, podemos concluir con que los celos son infundados son imaginados o creados en la propia mente, por un mal manejo de la suerte de pensar.
La capacidad de pensar del ser humano es una ventaja, sin embargo, se ve contrarrestada por los inconvenientes que pensar tiene. Si no... ¿por qué el ser humano, a diferencia del resto de los animales, puede llegar a tal grado de maldad, de egoísmo, de hipocresía, de prepotencia o de violencia gratuita (entre otras muchas cualidades negativas)? Está claro... porque pensamos.
Y como todo en la vida, los excesos son malos, y los celos no están libres de caer en los excesos. Los celos infundados se originan en la mente, por culpa de la baja autoestima. Hay personas que CREEN que necesitan a una pareja para ser feliz, y mientras esa persona no llega y están solas CREEN que no valen nada. Luego, cuando encuentran a esa pareja, la hacen suya, se sienten poseedoras de la otra persona, y eso les eleva la autoestima. Y ante la idea de perderla, sufren, mucho, porque al perderla su autoestima otra vez se vería mermada. Y ahí comienzan los celos infundados, ante el pensamiento de poder perder a la pareja.
Quien ama, siente celos. Pero... sentir celos no implica amar de verdad. Lo que sí es un axioma que no necesita demostración es que sentir celos infundados sí implica tener una baja autoestima.
Cuando no tienes confianza en ti mismo tu mente te juega muchas malas pasadas. Te planteas la duda de si tu pareja habrá pasado mejores momentos con sus anteriores relaciones que contigo. Es decir, se tienen celos hasta de su pasado.
Nadie, sino uno mismo, es culpable de sentir celos por la pareja. Bueno, rectifico: los culpables, en esto de las relaciones amorosas, no existen. Sólo existen responsables. Por tanto, nadie, sino uno mismo, es responsable de sentir celos por la pareja.
Nadie, sino uno mismo, es el responsable de cómo piensa, de cómo se siente, de cómo fabrica sus propios celos. Y sólo uno mismo es el responsable de eliminarlos. Y para ello sólo existe un requerimiento: querer eliminarlos de verdad.
Ojalá existiera un “predictor” que al untarle un poco de saliva nos señalara si los celos que sentimos son fundados o irreales. Pero no, no existe ese medidor de celos... Aunque déjame que te cuente un secreto que funciona con un elevado porcentaje de precisión: si tu pareja se pasa el tiempo hablándote de sus anteriores relaciones, entonces tu pareja aún guarda sentimientos por esas personas; aunque sólo te hable de ellas para criticarlas. Si éste es tu caso, esto significa que a lo peor tu pareja no ha cerrado todavía sus heridas y, por tanto, tus celos a lo mejor si tienen motivos para existir. En este caso, sólo puedes hacer dos cosas. La primera, pararla y decirle de forma amorosa algo del estilo: “mi Amor, te ruego que no me hables más de tu pasado romántico. Yo sólo quiero dedicarme a que pases conmigo los mejores momentos de tu vida. Por eso, céntrate en ti y en mí, por favor”. Si además de decírselo de forma amorosa, lo haces con un toque de humor o de broma, conseguirás suavizar la situación y tu pareja entenderá aún mejor el mensaje que tratas de lanzarle.
La segunda cosa que puedes hacer, si tu intuición te dice que tu pareja aún ama a otra persona, es darle su tiempo y su espacio, es decir, déjala en paz. Ni siquiera todo el Amor del mundo que seguro que eres capaz de darle, logrará que se olvide de la otra persona si aún está enamorada de ella. Déjala escapar, aunque la ames con locura. Además, esto en sí mismo es un bonito acto de Amor. Déjala partir; sabes que es por su bien; aunque te duela también te hará alguna vez sonreír de tranquilidad.
Ya te he confesado antes un secreto. Pero me sé otro... Déjame que éste también te lo cuente. Es el siguiente. Si desde el comienzo de vuestra relación tu pareja te dice: “nuestra relación debe basarse en la confianza mutua. Por favor, cuéntame todo sobre tu pasado amoroso”. ¡Cuidado...! Esto denota que tu pareja es tremendamente insegura. Prepárate para sufrir junto a ella...
Detrás de la palabra “confianza”, está ocultando su baja autoestima. Si aprecias un “interés neurótico” en tu pasado, debes prevenirte ante los muchos problemas que se te avecinan. ¿Que qué puedes hacer...? Y yo qué sé. Pero, ojito...
Por el contrario, si tu pareja no te habla de su pasado romántico y, además, te demuestra cada día que te ama a ti, ¿por qué ibas a tener celos? En el caso de que los tengas, sin duda estos son infundados, sólo son generados por tu imaginación.
Y si tu pareja realmente te ha sido infiel, entonces, tus celos estás más que justificados. Por tanto, pon a un lado de la balanza el Amor que sientes por ella, y si pesa más que el otro platillo, pues adelante....
Cuanto más baja sea la autoestima de una persona, más celosa es. No lo dudes nunca. La buena noticia es que la baja autoestima se puede curar. La autoestima se hace baja de forma involuntaria e inconsciente. Por tanto, imagínate cuánto podemos lograr sin ponemos en marcha un plan de cura de forma voluntaria y consciente... Trabaja con tu autoestima y asunto arreglado. En esto, las (y los) profesionales de la salud mental pueden ayudarte mucho.
Se lo suficientemente celoso (celosa) como para demostrarle lo mucho que la amas y te importa, pero NO seas lo suficientemente celoso (celosa) como para que te abandone agobiada (agobiado).
Hasta mañana. No me faltes, que preguntaré por ti.
Gracias.