lunes, 14 de julio de 2008

Consejo romántico número 195. El arbolito del Amor...

Existe un árbol precioso denominado científicamente como Cercis siliquastrum. Su nombre común en español es “árbol del amor”. Y se llama así por el color rosa violáceo de sus flores y por la forma de corazón de sus hojas. También se le llama el “árbol de Judas” porque en este pequeño y poco ramificado árbol fue donde se ahorcó Judas Iscariote, después de traicionar a Cristo; aunque en la Biblia cuentan que se ahorcó en una higuera. También se le conoce comúnmente como cercis, árbol de Judea, ciclamor, algarrobo loco.

Puede alcanzar una altura de entre los 6 y los 12 metros. Crece en todo tipo de terrenos, aunque prefiere suelos calizos, profundos y muy bien drenados. Asimismo, necesita posiciones bien soleadas. Florece de Abril a Mayo.

Los frutos de este árbol se emplean en farmacología popular como astringente. Las flores tiernas también se consumen en ensaladas y en escabeche. Su madera no es de buena calidad, porque se tuerce fácilmente y se descompone pronto a la intemperie.

Es un árbol ideal para jardines y paseos, por la sombra que producen y por su bonita floración. Tiene una larga raíz central, por eso, sufre mucho cuando se transplanta una vez adquirido un cierto tamaño. De ahí que se deba plantar en un sitio definitivo lo antes posible. Lo ideal es en primavera, antes de que broten las yemas.

Aunque este árbol soporta las bajas temperaturas, prefiere mejor un clima cálido. Resiste bien la falta de agua. Sin embargo, no aguanta los encharcamientos. Tampoco soporta las prolongadas heladas. Aguanta hasta -10ºC.

Se lleva mal con el viento, porque le puede partir los tallos. Las ramas rotas y en mal estado son propensas al coral, por eso, las ramas que estén dañadas deben ser retiradas al final del verano.

Se pueden abonar una vez al año, preferiblemente antes de la floración en primavera. Son muy sensibles a los pulgones y a las cochinillas.

¿Qué por qué te cuento esto...? Muy sencillo. Mi consejo romántico de hoy es plantar una árbol del Amor con tu pareja, en vuestro jardín, en vuestro parque favorito (sin que os vean), en el campo, dónde sea... Así, de vez en cuando, podréis ir a ver como crece, al igual que lo hace vuestro amor. No sé tú, pero yo lo pienso hacer... ¿A que sí?

Hasta mañana y muchas gracias.

3 comentarios:

Carla dijo...

Heeeyy!!!

Yo tengo uno de esos plantado en el jardin de la casa que tenemos en el Pirineo. Y son preciosos. Gracias Manu!!!

MUAAAAAA!

Carli

Anónimo dijo...

Nosotros no tenemos ninguno,aún,pero sí hacemos algo parecido.
Siempre que vamos al vivero, o bien a por alguna planta que se nos antoja, o porque se nos ha quedado algún hueco en el jardín o macetas, lo hacemos juntos.
Todas las primaveras, visitamos el vivero para traernos esas plantas que suelen durar tan solo una floración y que le dan un aire fresco y vistoso al jardín.
Tan solo con hacerlo juntos renovamos nosotros también y le damos aire fresco a nuestra relación.
No hay que buscar grandes ideas en momentos determinados, sino sacar pequeños detalles de todas las facetas y momentos del día a día.
Ojalá ese arbol del amor que propones plantar, su crecimiento y salud estuvieran directamentes conectados al amor de la pareja que lo planta, sería mucho más fácil darnos cuenta de que algo va mal cuando veamos esas flores y tallos marchitar.
Hasta mañana amigo/s/as.

Anónimo dijo...

Me gusta este árbol desde pequeña, es más, si supiérais el montón de florecillas rositas que he llegado a comer... jajaja. Y el día de mi comunión me empeñé en hacerme una foto con ese árbol y luego le gustó tanto a mi madre cómo quedó que la enmarcó. En mi pueblo, a las florecitas se las llama "sopetas".