miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Vaya culebrón...!

Hola de nuevo.

Cada día me sorprendo más, si es que cabe más sorpresa..., de las interpretaciones que algunas personas que se hacen llamar anónimo y algunas otras que indican su nombre o seudónimo, se hacen y dejan por escrito, acerca de mis comentarios.

Me siento el personaje de un “culebrón” que no existe. Me están atribuyendo parejas y/o ex-parejas que no han existido ni existen. Cualquier parecido de mi realidad con lo que escribo a veces, sería una putada, y afortunadamente, mi vida no es una putada.

Gracias a todas las personas que denotan preocupación por mí, acerca de lo que escribo, pero que nadie se preocupe porque estoy francamente bien. Eso sí, tengo mucho trabajo porque ahora, por culpa de la “jodida crisis”, hay que trabajar mucho más duro y durante más horas. Pero... os quiero a todas y a todos.

Y como soy un romántico, no voy a desaparecer jamás. Sólo os ruego un poco de paciencia. De cualquier manera, GRACIAS.

domingo, 9 de noviembre de 2008

¿Consejo romántico número 268? ¡He vuelto...!

Intento ser libre pero no lo consigo. Hay algo que me tiene encadenado y dominado. Trato de evadirla pero me atrae y me hipnotiza. No puedo vivir sin ella, aunque quiero hacerlo. Sé que no me conviene porque si no me hace daño a la entrada, me lo hará a la salida. Sé que no me conviene...

Es la más dura de las drogas. Y cuando ya creí haberla vencido, reaparece de nuevo tentándome, provocándome, animándome, convenciéndome, cautivándome...

Ya me la prohibí una vez y volví a caer. Me la prohíbo ahora pero caeré... Espero no convertirme el único animal que de tanto tropezar con la misma piedra la convierta en arenilla fina...

Me domina, me ciega, me fascina, la tengo en mi mente de forma crónica. Me esfuerzo por no rendirme fácilmente; lucho de forma brava por escaparme de su hechizo, pero todo resulta baldío e inútil, me atrapa...

Es fácil caer en sus garras porque cuando me falta, la vida la veo en blanco y negro, vacía y sin sentido. En cambio, cuando me tiene pillado, la vida es como el arco iris, me dan placenteros ataques de taquicardia y me sube la tensión de forma deliciosa: pum pum, pum pum, pum pum...

Pero me da miedo, mucho miedo, porque es lo único en esta vida que de un chasquido me puede llevar de la euforia al desánimo, del clímax al vacío, del mismo paraíso al averno... Lo malo es que cuando has estado en el paraíso, ya no puedes conformarte con vivir en la Tierra.

Qué puedo hacer contra esa droga tan poderosa que una vez que la has probado ya no puedes dejarla...

He vuelto, gracias a todas y a todos por vuestro reclamo... GRACIAS.