domingo, 27 de enero de 2008

Consejo romántico número 26. Nunca dejes de sorprenderme...

Iban los dos en el coche, hacia la casa de la madre de Mayte. Conducía Miguel, y al pasar alrededor de una glorieta de estas gigantescas que ahora hacen en las ciudades, tomó una avenida ancha por la cual no debían pasar porque les alejaba del destino, pero allí sí había donde estacionar. Y sin pensárselo ni un instante, Miguel paró el coche y se bajó apresuradamente.

– Espera un minuto, mi vida –le dijo Miguel a su amada Mayte–.

– ¿Adónde vas cariño? –preguntó ella con cara de extrañeza aunque con una bonita sonrisa, porque era habitual que Miguel hiciera cosas extravagantes que luego la hacían sonreír, y a veces hasta sonrojar–.

– Vuelvo enseguida, princesa.

Miguel salió corriendo hacia la glorieta de las flores violáceas. Al llegar se paró, miró hacia todas partes y cuando comprobó que nadie le observaba, saltó dentro del mini jardín redondo y se fue a coger expresamente una margarita, la única flor distinta a las demás, que por cierto, creo que eran orquídeas lilas.

Volvió a salir de la glorieta, y mientras corría hacia Mayte esquivando a los vehículos que circulaban por la rotonda, se iba sacando su libreta de notas. Se paró detrás de unos coches que estaban a la cola del suyo, para que su novia no lo viera. Arrancó una hoja, a la cual le recortó los flecos que quedan después de separarla de las anillas, y escribió rápidamente un mensaje.

Cuando volvió a entrar en el coche, Mayte la miraba con una cara picarona.

– ¿Adónde has ido, cielo?

– Al pasar por la rotonda, por casualidad he visto una flor blanca entre tantas flores lilas. Era la única flor que parecía diferente a las demás y para que no se sintiera sola, he querido rescatarla y entregársela a una mujer que también es única y diferente a las demás. Toma princesa.

En la nota que envolvía el tallo se podía leer: “Te amo, no te amo, te amo...”. Miguel se encargó de contar los pétalos y comprobó que había un número impar...

Mayte agachó la cabeza y se emocionó, y con los ojos cristalinos (como yo los tengo ahora) le dijo: “Por favor, nunca dejes de sorprenderme, mi amor...”. El se acercó a ella y le besó una lágrima que le resbalaba por su mejilla izquierda.

Gracias por leerme, y hasta mañana.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto es para llorar, pero no me importaría si me lo hicieran a mi. Que cosas más bonitas!! Quien fuera Mayte y encontrara un Miguel así jejejeje. Un beso

Anónimo dijo...

Después de cada consejo, pienso que al día siguiente no te podrás superar. ¿Sabes una cosa?, todos los dias me equivoco.
No cambies.

Jeno dijo...

mañana me marcho, pero estaré deseando regresar para leer de un tirón todos tus consejos. A lo mejor hasta me vuelvo romántica y todo. Y como no hay idioma más romántico que el Francés, pues...Bonjour...

Violet dijo...

joo,que bonito...a mi tampoco me importaría ser Mayte,pero hay pocos Migueles en el mundo( eso es como al que le toca la bonoloto)pero en fin...me conformaré por el momento con estar deseando que llegue un día nuevo para leerte.
Manu gracias,muchísimas gracias por alegrarnos la vida,por hacernos sonreir y llorar,incluso soñar,no cambies , cuidate mucho.

Un beso enormeeeeeeeeeeee

Anónimo dijo...

Hola Manu, como cada dia desde que me dijiste lo de tu web, paso a tu rinconcito romántico. Me encanta leer cada nuevo consejo que das. Eres un tio estupendo, ojalá hubiera mucha gente como tú. Deberíamos aprender de tí todos un poquito... Tengo problemas para acceder a mi correo así que he pensado en escribirte unas líneas por aqui.
No cambies...ah!!! y sigue sorprendiendome cada día, jeje. Un beso, cuidate.

sueñi dijo...

Amo a Miguel, jejjejejejje.Penita que el mio sea Jose Antonio!! En fin!! seguiremos soñando !! Gracias por escribir tan bonito. Un besote

Anónimo dijo...

¡¡¡Dioosss!!!... Este Manu me mata de un disgusto...
Eso es demasiado bonito para que sea cierto... NO, yo creo que pueda ser real, porque es así como me gusta a mi actuar...pero... es que, además, lo esperamos en la otra persona...y eso ya tiene otro color... Cada uno es como es... Pero yo también quiero un Miguelito... Bueno, no, quiero a mi amor...pero con los detalles esos que hablan "demuchoamor"...
GRACIAS por compartir todo esto con quienes no te conocemos... Y después mi padre habla del peligro de Internet?(Es que el pobre no puso Manu Moreno en el Google)...

Anónimo dijo...

Factor sorpresa. Fundamental en las relaciones de pareja. Todos deseamos un miguel en nuestras vidas, pero �porque no nos hacemos miguel nosotras con nuestras parejas? Alguien tendra que empezar a sorprender al otro no?. Un besazo

Vida Anónima dijo...

Ay, ay, ay....ayyyyyyyyyyyyy

P.D.: Es que me he quedado apenas sin palabras después de leer este consejo -llevo mucho "atraso", los voy leyendo cuando puedo...pero seguiré haciéndolo-. Sí algo he aprendido en todos estos días que estoy leyendo este blog es que realmente se aprende a ser romántico/-a. Porque toda mi vida he pensado que no lo era, que eso no iba conmigo, pero ahora me hallo soprendida porque muchas de los consejos que das, de las historias que relatas... me gustan, me emocionan....Vaya, creo que me estoy volviendo romántica, o quizás lo era un poquito y yo sin saberlo, jajaja.

Sigo con mi lista y tengo pensado hacer una revisión por si me olvido alguna cosita

Saludos

;D

ElminimundodeJessi dijo...

que bonito! si es verdad que ojalá hubieran muchos Migueles.... esta historia es preciosa, digna de compartirla con el mundo. PRECIOSA!