miércoles, 24 de septiembre de 2008

Consejo romántico número 258. ¿Hartos de discutir...?

Cuando comienza una relación y todo es nuevo, cada día surgen de forma espontánea nuevos detalles románticos que resultan increíbles y emocionantes para la otra persona. Sin embargo, con el correr del tiempo, cada uno se va acostumbrando a la presencia del otro, y aunque sigan enamorados, la relación empieza a tornarse algo rutinaria. Es duro de reconocer, pero seguramente ya no es tan fácil encontrar novedades en la persona amada. La buena noticia es que con sólo algunos cambios se puede volver a deslumbrar como en los primeros meses.

Y... ¿cómo podemos sorprender a nuestra pareja? ¿Cómo tener un gesto inesperado cuando ya nos conocemos tanto?

Hay un momento en el que todo el mundo desea tener una varita mágica... Me refiero a ese maldito momento en el que estamos inmersos en una “estúpida” discusión. Ahí precisamente deseamos que todo acabe, pero no es posible, al contrario, parece que cada vez estamos mas lejos de zanjar esa maligna discusión. Pues aquí también romper con la rutina es la solución. Lo habitual es enfrascarse en ganar, en tener la razón, en conseguir que la pareja de doblegue y nos dé la peseta (o el céntimo de euro), pero sabemos por experiencia que cada céntimo que le ganemos a la pareja, le estamos restando un millón de euros a la relación. Por tanto, ¿qué prefieres tener la razón o ser feliz? Si eres de los que eliges la segunda opción, ¿qué te parece si la próxima vez que te encuentres en una de esas odiosas trifurcas decides olvidar aquello que la provocó y le cortas su último argumento con un beso de tornillo repentino. Tu pareja no sabrá que tanque militar la ha atropellado. Lo mejor de todo, esto enfriará completamente la pelea, y tu pareja quedará gratamente sorprendida.

Son éstos, los pequeños detalles únicos o diferentes, los que verdaderamente suman, estos gestos espontáneos que desarman a cualquiera y que la dejan gratamente sorprendida.

Las sorpresas aportan emociones nuevas a la relación. Debes saber que es más grato aún sorprender a la otra persona que ser sorprendido. Y tendrás la oportunidad de comprobarlo cuando tu pareja se esmere en recompensarte por alguna de tus formas de hacerla sentir tan única y especial.

Hasta mañana. Buenas noches, y gracias.

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