Es muy habitual que cuando en las parejas surge algún conflicto, cada miembro tienda a culpar al otro. Es muy fácil ver en qué se ha equivocado el otro. Incluso se le suele decir a la otra persona qué es lo que debe hacer o cambiar para que la relación funcione. En cambio, es muy difícil, casi imposible, darse cuenta de en qué se equivoca una misma o uno mismo, o qué debe cambiar una misma o uno para no volver a generar ese conflicto. Los seres humanos nos hemos acostumbrados a criticar y a quejarnos de los demás. Sin embargo, la autocrítica normalmente brilla por su ausencia.
Cuando reprochamos algo a nuestra pareja, ésta toma una actitud defensiva y rencorosa. Y con esa actitud es imposible que tenga en cuenta nuestra opinión. De nada sirve enjuiciar con la finalidad de que nuestra pareja cambie. Tu reproche nunca será bienvenido, y siempre producirá el efecto contrario al que pretendes lograr.
En las parejas no hay culpables. En las parejas hay responsables. Y generalmente, los responsables son los dos. Por eso, cualquier conflicto hay que afrontarlo con la actitud adecuada, que es la de reflexionar sobre “en qué medida soy yo también responsable de lo que está pasando”. Esta actitud es mucho más productiva que la del enfrentamiento y el enfado. Pero esto no quiere decir que yo me tenga que hacer el único responsable del conflicto, ya que mi pareja debe preguntarse lo mismo. Así, los dos revisamos nuestras respectivas actitudes y conductas.
En cambio, si durante el conflicto piensas que la culpable es siempre tu pareja y tú la víctima, entonces, así no aprendes ni avanzas, sino que te quedas estancada o estancado, atribuyéndole el error a ella, impidiendo tu propio desarrollo, el de ella y el de la relación. Y al final acabarás preguntándote “¿estoy con la persona equivocada?”.
¿Realmente te equivocaste al elegirla? ¿Ya no te acuerdas de cuando esta persona era perfecta, ideal, maravillosa, y con la que querías pasar el resto de tu vida? ¿Objetivamente ha cambiado tanto? ¿Y tú, no has cambiado? ¿Habéis cambiado los dos? ¿No ha cambiado ninguno?
¿Cuántas parejas se separan porque creen que están con la persona equivocada, y que con otra todo sería mejor? Al tiempo se encontrarán con una situación similar en la que lo único que ha cambiado es la nueva pareja. Después buscará a otra, y luego a otra, y a otra... Y pensará que la culpa de todo la tienen los demás o la mala suerte en el amor.
Lo que probablemente está pasando es que tenemos una asignatura pendiente en nuestra vida. Y esa asignatura es importante. Es de esas asignaturas troncales que cuando pasas de curso (nueva pareja) sin haberla aprobado previamente, te hace repetir de curso (fracaso de la nueva pareja).
Esto nos hace reflexionar sobre varios puntos:
- ¿No será que los conflictos y las dificultades son parte de la pareja?
- ¿Existe la relación ideal, sin desavenencias?
- ¿Los desacuerdos hacen que la relación deje de ser ideal, o por el contrario es lo que las fortalece?
- ¿Existe la pareja perfecta?
Te dejo que reflexiones sobre estás preguntas. Mañana seguiré con este tema tan importante. Y ahora te recuerdo el consejo romántico de hoy, que es el siguiente: cuando en vuestra pareja surja algún conflicto, afróntalo (los dos) con la actitud adecuada, es decir, antes de sacar toda tu artillería antiromántica, para y reflexiona sobre “en qué medida soy yo también responsable de lo que está pasando”.
Hasta mañana. Y por favor, déjame algún comentario o mándame algún correo... Sabes que me encanta.
Cuando reprochamos algo a nuestra pareja, ésta toma una actitud defensiva y rencorosa. Y con esa actitud es imposible que tenga en cuenta nuestra opinión. De nada sirve enjuiciar con la finalidad de que nuestra pareja cambie. Tu reproche nunca será bienvenido, y siempre producirá el efecto contrario al que pretendes lograr.
En las parejas no hay culpables. En las parejas hay responsables. Y generalmente, los responsables son los dos. Por eso, cualquier conflicto hay que afrontarlo con la actitud adecuada, que es la de reflexionar sobre “en qué medida soy yo también responsable de lo que está pasando”. Esta actitud es mucho más productiva que la del enfrentamiento y el enfado. Pero esto no quiere decir que yo me tenga que hacer el único responsable del conflicto, ya que mi pareja debe preguntarse lo mismo. Así, los dos revisamos nuestras respectivas actitudes y conductas.
En cambio, si durante el conflicto piensas que la culpable es siempre tu pareja y tú la víctima, entonces, así no aprendes ni avanzas, sino que te quedas estancada o estancado, atribuyéndole el error a ella, impidiendo tu propio desarrollo, el de ella y el de la relación. Y al final acabarás preguntándote “¿estoy con la persona equivocada?”.
¿Realmente te equivocaste al elegirla? ¿Ya no te acuerdas de cuando esta persona era perfecta, ideal, maravillosa, y con la que querías pasar el resto de tu vida? ¿Objetivamente ha cambiado tanto? ¿Y tú, no has cambiado? ¿Habéis cambiado los dos? ¿No ha cambiado ninguno?
¿Cuántas parejas se separan porque creen que están con la persona equivocada, y que con otra todo sería mejor? Al tiempo se encontrarán con una situación similar en la que lo único que ha cambiado es la nueva pareja. Después buscará a otra, y luego a otra, y a otra... Y pensará que la culpa de todo la tienen los demás o la mala suerte en el amor.
Lo que probablemente está pasando es que tenemos una asignatura pendiente en nuestra vida. Y esa asignatura es importante. Es de esas asignaturas troncales que cuando pasas de curso (nueva pareja) sin haberla aprobado previamente, te hace repetir de curso (fracaso de la nueva pareja).
Esto nos hace reflexionar sobre varios puntos:
- ¿No será que los conflictos y las dificultades son parte de la pareja?
- ¿Existe la relación ideal, sin desavenencias?
- ¿Los desacuerdos hacen que la relación deje de ser ideal, o por el contrario es lo que las fortalece?
- ¿Existe la pareja perfecta?
Te dejo que reflexiones sobre estás preguntas. Mañana seguiré con este tema tan importante. Y ahora te recuerdo el consejo romántico de hoy, que es el siguiente: cuando en vuestra pareja surja algún conflicto, afróntalo (los dos) con la actitud adecuada, es decir, antes de sacar toda tu artillería antiromántica, para y reflexiona sobre “en qué medida soy yo también responsable de lo que está pasando”.
Hasta mañana. Y por favor, déjame algún comentario o mándame algún correo... Sabes que me encanta.
3 comentarios:
Hola, tienes mucha razón siempre buscamso un culpable de nuestros malos pasos, de nuestros fracasos, y a veces nosostros mismos cavamos nuestra propia tumba... pero como suele decirse..."La culpa es muy fea y no la quiere nadie"...Gracias por seguir aqui después de haber rebasado la centena de consejos, intentando hacer un mundo mejor...una gran lucha, para un hombre solo...pero creo que estas reuniendo un gran ejercito y lo conseguiras...seguro!!! SUERTE!!
Besitos a tod@s.
Me ha gustado eso que ha dicho Sueñi del "gran ejército", jejeje.Todos a hacer caso a nuestro jefe Manu, jejeje.
Qué fácil es equivocarse y echarle la culpa a los demás, y esto ocurre en todo tipo de relaciones, no sólo en las amorosas... Es importante reflexionar para aprender de nuestros errores y no volver a cometerlos. Buenas noches!
Buenas... un finde de descanso y ahora ojeando todos los consejos... Yo tambien estoy de acuerdo con sueñi. Esto es un ejercito que ha ido creando Manu con sus maravillosos consejos... saludos
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