domingo, 23 de marzo de 2008

Consejo romántico número 82. Amaros con los siete sentidos...

Las relaciones de pareja empiezan a ir mal cuando se acaba uno de los ingredientes fundamentales: la dulzura. Al principio, el Amor entre las dos personas se percibe con todos los sentidos. Por eso, uno de los secretos para mantener y acrecentar el Amor es ser romántica y romántico con los siete sentidos.

¡Ah!, pero... ¿los sentidos no son sólo cinco?

No, los sentidos son siete: el olfato, la vista, el oído, el tacto, el gusto, el sentido común y el sentido del humor. Siete, a mí me salen siete, ¿que no?

Siete... Siete días tiene la semana (lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo). Siete son los colores del arco iris (de fuera hacia dentro: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta). Siete los pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza). Son siete las notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la y si). Siete son las artes (pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, danza y cine). Y siete son las vidas que tiene el gato.

Y en otro orden de cosas... Si por delante de mí pasara un Bugatti Veyron, con sus 16.400 centímetros cúbicos de motor y con sus 1.001 caballos de potencia, y una parejita de enamorados, ¿a qué crees que me quedaría mirando...? Pues sí, a la parejita. Esto no debe extrañar a nadie, porque no es nada nuevo que yo esté muy sensibilizado con todo lo relacionado con el Amor, el Romanticismo y las parejas.

Precisamente, ayer por la mañana estuve en el hipermercado comprando copos de avena y leche de soja. Y cuando estaba en la caja esperando en la cola a que me tocara mi turno llegó una pareja. Bueno, rectifico, llegaron dos personas, porque de pareja tenían muy poco... Ella lo trataba con mucho desprecio.

No puede evitar observarlos con mucho disimulo. Tampoco pude evitar imaginarme los comienzos de esa relación, cuando cada uno trataba de seducir al otro, cuando el romanticismo afloraba con los siete sentidos. Sin embargo, ayer por la mañana ella lo miraba de forma amenazante (sentido de la vista); lo empujó hacia delante (sentido del tacto); además, cuando él le hablaba ella no lo escuchaba (sentido del oído); mantenía su gesto fruncido como si algo oliera mal a su alrededor (¿sentido del olfato?); si en aquel momento se hubieran dado un beso, a cada uno la saliva del otro le hubiera sabido muy amarga (sentido del gusto); evidentemente, no estaban afrontando su problema de forma adecuada (sentido común); y por último, el sentido del humor se lo habían dejado en casa.

¿Cómo hubiera sido esa misma escena un tiempito atrás, durante los comienzos de la relación?

Seguramente, se mirarían el uno al otro con mucha dulzura y con mucho Amor. Cuando se está enamorada o enamorado de verdad es difícil dejar de mirar a la pareja mientras hace cualquier cosa, incluso mientras hace la compra. Cuando amas de verdad no puedes dejar de mirar sus ojos, sus labios, su cabello, sus dientes, su frente, su cara, su culo, sus manos, todo su cuerpo... Es imposible dejar de mirarla. Incluso la miras y te gusta cómo lee el envase de cualquier producto antes de echarlo en el carro de la compra (sentido de la vista).

En los comienzos de la relación seguro que se hacían mutuamente uno de los mejores regalos que una persona le puede hacer a otra: regalarle sus orejas al escucharla con total atención y no distraerse mientras la otra persona habla. Cuando se ama de verdad no permitimos que nuestra mente se escape de la conversación por muy aburrida que sea. Además, si amamos a nuestra pareja, ninguna de sus conversaciones nos parece aburrida. Una persona enamorada siempre escucha lo que tiene que decirle su pareja, siempre entenderá y respetará su punto de vista, aunque no esté de acuerdo con lo que dice (sentido del oído). Ahora ya no se escuchan, porque ni siquiera tienen nada bonito que decirse el uno al otro.

Seguramente, cuando estaban en los inicios de la relación nunca se empujaban. Nunca. En aquellos momentos, siempre aprovechaban cualquier oportunidad para acariciar a la pareja. En el hipermercado siempre se rozaban sutil, delicada y suavemente. Él no permitía que ella arrastrara el carro. Siempre lo manejaba él, mientras con la otra mano le tocaba el culo a su chica (sentido del tacto). Ahora... se empujan. ¡Qué pena!

Antes, durante una visita de media hora al hipermercado se besaban más de 45 veces. Tres veces cada dos minutos. Y sabían tan ricos esos besos... (sentido del gusto).

Al principio, todo les olía a su pareja. Y el olor era tan agradable que por eso se les quedaba esa cara de tontos enamorados (sentido del olfato).

Eran conscientes de cada uno de sus pensamientos, de cada una de sus palabras, de cada uno de sus actos. Siempre conseguían agradar al otro. Era tan divertido y gratificante conseguir una sonrisa de la persona amada (sentido común). Hasta que un día empezaron a dejar escapar sus malos hábitos y ocultaron su mejor versión para dejar salir la versión más mediocre de cada uno de ellos.

Durante los comienzos de la relación de cualquier cosa hacían un chiste (sentido del humor). Ahora, pasado un tiempo, de cada insignificancia hacen un drama y siempre encuentran un motivo para el conflicto.

¡Qué pena!, ¿verdad? Están dejando escapar la Magia. ¿Acaso no saben que si un día se amaron tanto, ese Amor puede crecer y perdurar toda la vida...? ¡Qué pena...!

El hipermercado es un buen termómetro para comprobar cómo marcha una relación de pareja. Por eso, mi consejo de hoy es: amaros siempre con los siete sentidos, incluso haciendo la compra...

Hasta mañana, que volveré con nuevos consejos románticos. Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola Manu!,jo,que desconectada estoy pero esque no paro todos los dias la verdad,he estado fuera y no he podido leer estos ultimos consejos de estos dias,en fin chico, que tendrias que empezar a pensar en publicar estos consejos en un libro, en serio,es genial, ya ves que te lo decimos todos aqui asique no solo soy yo la que te felicita por dar estas bonitas ideas.Te deseo un dia bonito.
Un besito y felicidades una vez más.

Jenny Cambara dijo...

Gracias por todos tus consejos!! los publicados en el blog y los que se te piden en confianza... me gusta mucho tu visión de querer cambiar los prototipos de muchas cosas relacionadas con el amor... y darnos a tus lectoras y lectores la oportunidad de hacerlo contigo! Bendiciones!! y aqui seguiré esperando más consejos de Manu!!! =D