sábado, 23 de agosto de 2008

Consejo romántico número 229. Mañana debes serlo de forma especial...

Si preguntáramos a la gente que pasa por la calle si en su relación de pareja se cuida el romanticismo, seguramente la mayoría de la gente contestaría con algo parecido a: “hombre, ya no es lo mismo que al principio de la relación…”. Así las cosas, es normal que de forma generalizada exista la creencia de que el romanticismo decae con el paso del tiempo y que el deseo de conquista del principio se acaba disipando con la costumbre que produce estar seguro del Amor de la pareja. Esto no es nada nuevo ni para las lectoras ni para los lectores de este blog. Sin embargo, yo sigo insistiendo, porque de tanto insistir sé que al final me saldré con la mía…

El romanticismo no tiene por qué desaparecer con el tiempo. De hecho no debe desaparecer, sino lo contrario: renovarse y mejorarse. Si no, la relación se convierte en un “estar por estar”, sin más. Y aquí es donde empiezan a surgir la rutina y el aburrimiento, los conflictos absurdos y las discusiones sin fin.

Lo malo es que muchos… y cuando digo muchos, me refiero a muchos de ellos… Pues eso, muchos hasta sienten vergüenza al usar el término “romántico”, y huyen de ser comparados como tal porque piensan que ser romántico es sinónimo de estar desfasado, de ser sensible, blando, poco varonil… Cuando lo que realmente significa es ser suficientemente hábil a la hora de expresar el sentimiento más deseado y ensalzado por todo el mundo: el Amor.

Ojo, no estoy diciendo que la persona que no es romántica no ame. Sólo pretendo recalcar que el romanticismo es el camino más corto para manifestar y demostrar el interés, la admiración, el respeto, la pasión, el Amor… por la persona amada.

Y como ya hemos dicho alguna vez, es un error creer que el romanticismo consiste en regalar cosas materiales. Los regalos materiales están en decadencia… por lo menos en este blog. Hacer un regalo caro no significa Amar más, sino simplemente tener más dinero. Aquí, a lo largo del tiempo, hemos visto que el romanticismo está impregnado en todo lo que rodea a las dos personas enamoradas. Y no debemos permitir que esas pequeñas grandes cosas nos pasen inadvertidas delante de nuestros ojos.

El romanticismo está presente en cualquier cosa: un simple mensaje de Amor; acercarle a tu pareja la toalla cuando va a salir del baño; llevarle un vaso de leche con chocolate a la cama, o sin chocolate; sorprenderla con su plato preferido; acompañarle a aquel sitio que tanto le gusta, o al que tanto le fastidia; llamarla simplemente para decirle que la amas y que la echas de menos, para desearle una buena tarde; arroparle cuando te levantas a hacer un pis o a beber; prepararle y llevarle el desayuno a la cama los domingos; o cualquiera de los pequeños detalles de Amor que hemos visto ya a lo largo de estos ocho meses…

Por tanto, el romanticismo no es cuestión de dinero, ni siquiera de tiempo. No hay excusas para no ponerse ahora mismo manos a la obra para ser romántica o romántico…

Por otra parte, también hay mujeres que piensan que ser atento, dulce y romántico es sólo una misión del hombre. A nadie le amarga un dulce, y a los hombres tampoco… El romanticismo es maravilloso venga de quien venga, hombre o mujer. No es correcto atribuir en exclusiva la función del romanticismo al hombre, puesto que es una maravillosa condición al alcance de todas y todos y valoradas por los dos sexos.

También es un error pensar que la persona romántica no es apasionada. Ser romántica o romántico, cuidar los pequeños detalles y equipar a la relación de dulzura y ternura es totalmente compatible con la pasión y el erotismo. Es más, las personas románticas somos más pasionales y eróticas, y disfrutamos de una sexualidad romántica y apasionada.

Con tantas creencias falsas es lógico que todavía hayan tantas resistencias a mostrar el lado más romántico en la relación de pareja.

Por tanto, mi consejo de hoy es simple: durante el día de mañana saca de forma consciente y de forma constante tu versión más romántica. Y empieza desde ahora mismo... Lo ideal es que lo hagas siempre, pero mi reto es sólo para mañana, y si ves que obtienes un extra de felicidad a cambio, entonces... repítelo cada día.

Hasta mañana, y muchas gracias.

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