lunes, 25 de agosto de 2008

Consejo romántico número 231. ¿A caso te crees que es mágico y nuca se acaba...? Y no hablo del Amor.

Recuerdo que antes de emanciparme yo creía que el rollo de papel higiénico era interminable, porque en casa de mis padres nunca se acababa. Siempre estaba el rollo cargado de suficiente celulosa con un trozo colgando esperando a que tiraras de él.

Cuando me fui de casa y se acabó el primer rollo en mi nuevo cuarto de baño de mi nuevo piso, descubrí que nada era como creía hasta entonces: los rollos de papel higiénico, al igual que las cajas de pastelitos de cabello de ángel, también se acaban y hay que sustituirlos por otro nuevo... Esa lección la aprendí tarde. Aunque nunca es tarde si hay aprendizaje. No obstante, también sé muy bien que hay hombres que no han vivido nunca solos, sino que pasaron de vivir en casa de mamá a vivir en su propia casa con la esposa o con la novia. Es decir, siempre han vivido al lado de una Santa Mujer... Porque parece ser que en el ADN de las mujeres viene determinada la predisposición a renovar el rollo de papel higiénico cada vez que se acaba.

Si eres varón y sigues perseverando con tu pareja (mujer) en la eterna polémica de “quien lo acaba lo recambia”, te recomiendo que leas lo que a continuación sigue porque puede ser un detalle amoroso que tu chica jamás olvidará.

Es muy sencillo; se trata de que cojas un rollo de papel higiénico al que le quede sólo un poco de celulosa (no mucho, como para un uso de tu chica; así no complicas el asunto...); luego lo desenrollas con mucho cuidado y en el canuto de cartón, de forma bien visible, escribes un mensaje amoroso, por ejemplo: “Amor mío, te prometo que a partir de ahora sustituiré el rollo de papel higiénico cada vez que se me acabé. TE AMO, PRINCESA”. Luego, vuelves a enrollar el papel en el cilindro, con más cuidado aún, para que no se note lo que has hecho anteriormente; y por último, coloca nuevamente el rollo en el dispensador. Imagínate la sorpresa que tu pareja se llevará cuando acabe con el poco papel que queda y lea lo que allí pone. Trata de estar cerca para ver su cara y escuchar su suspiro...

Jo, soy un hacha... No me doy un beso en la cara porque no llego, si no... Hasta mañana, y gracias.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola "hacha". Jajaja. Es original la sugerencia de hoy, de algo que no es romántico, trabajaándolo, sale una genialidad.

Carla, espero que te haya salido bien tu examen.

Dave, bienvenido a este pequeño "club" de románticos, jejeje.

Un beso para Manu y para tod@s. Byee!

Anónimo dijo...

Buenas... y oleeeeee!!

Es genial la de cosas que pasan por tu cabeza Manu. Nunca pensé que de algo tan ... puff!! saliese algo romantico, eres un hacha.

A partir de ahora ya que seré yo la 1º que lo haga en casa, miraré a ver si mi chico me responde jejejeje.

Ahora vamos a gastar más papel de la cuenta jejejeje, ansiosos por ver algun mensaje jejejeje

Carla cuentanos que tal te ha salido?

Bueno Manu que una vez más me has sorprendido, me encanta este consejo.

Saluditos

Anónimo dijo...

Que pasada??? Eres un monstruo manu. Y el corage que da cuando se acaba, pues ahí vas tu y lo solucionas con un bonito texto eh!!

Vaya la de cosas que se te ocurren a tí, esta me la guardo para un fin de semana de romantico.

Saludar a David, ya era hora de que entraran hombres, que parece que solo las mujeres son romanticas.

Hasta la proxima.

Anónimo dijo...

ultimamente, te pierdes mucho, no lo hagas, tus consejos hacen mucha falta