Consejo romántico número 158. Convierte en justo lo injusto...

Afortunadamente, las mujeres han superado con creces la discriminación que sufrían a la hora de acceder a un puesto de trabajo; aunque todavía los ingresos de ellas siguen siendo inferiores a los de los hombres que realizan la misma actividad, aun demostrando en muchos casos una valía superior. Además, actualmente la presencia de las mujeres en la universidad es mayor que la de los hombres.

En los últimos años, la sociedad se ha transformado dando un empujón a las mujeres que, hasta hace muy poco, estaban apartadas en un segundo plano. Lo malo es que este cambio no ha sido gratuito. Han conseguido lo merecido pero a costa de desarrollar un mayor esfuerzo que los hombres. No me refiero sólo a que ellas deben hacer un esfuerzo mayor para demostrar sus capacidades. Sino a que ahora ellas no sólo trabajan fuera, además, tienen una sacrificada doble jornada laboral que les exige hacerse cargo de las responsabilidades domésticas una vez terminada su cansada jornada de trabajo fuera de casa. Por lo tanto, la mujer sigue siendo víctima de una discriminación aún mayor que en el pasado. Y lo malo es que muchos hombres ven esto como algo natural, que no puede ser de otra manera. Consideran que es su deber y ni siquiera se paran a pensar por qué la casa está tan limpia cuando llegan a casa; y cómo es que la ropa está lavada, planchada y colocada en el armario; y los niños están cenados y duchados...

Como sabes, en otras ocasiones me he referido a que la pareja debe pactar un reparto equitativo de las tareas de la casa. Pero... ¿qué podemos hacer los románticos (varones) para compensar a nuestra pareja (chica) de esa tremenda injusticia que en la mayoría de los casos se da todavía?

Se me ocurre un detalle muy bonito: hacer en los fines de semana las tareas pendientes mientras ella duerme. Esto es un regalo perfecto para una mujer que tiene que integrar sus responsabilidades de madre, de trabajadora y de ama de casa. Y si, además, cumples a diario tu parte de las responsabilidades durante el resto de la semana, pues... ¡mejor aún!

Tanto hombres como mujeres debemos trabajar nuestra capacidad de atracción sobre la pareja. Para que la Magia del Amor siga aumentando tiene que haber una gran atracción. Hay que hacerlo de forma natural, que salga de la propia persona. La atracción debe ser física, intelectual, sentimental, carismática... pero debe ser una tracción imponente, ¡no lo olvidemos!

Si un hombre se levanta antes que su pareja para hacer las cosas de la casa demuestra, además de estar enamorado, su enorme carisma, del que su mujer, inevitablemente se sentirá muy atraída...

Te espero aquí mañana. Mientras tanto, haz lo posible por ser románticamente feliz.

Gracias.