sábado, 10 de mayo de 2008

Consejo romántico número 130. No esperes a que sea demasiado tarde...

Seguimos con esas simples fórmulas que desde el martes 6 de mayo te estoy ofreciendo para generar ideas románticas y creativas. Hoy vamos a hablar sobre cómo conseguir de forma consciente que nuestro pensamiento sea más fluido y más flexible. Al decir “fluido” me refiero a tener un mayor número de ideas y al decir “flexible” me refiero a la creatividad de esas ideas.

Una manera muy potente de incrementar la fluidez de nuestro pensamiento consiste en hacer una lista de ideas, ya que nos obliga a concentrarnos de una manera muy productiva. Por ejemplo, si dedicamos unos minutos a pensar en posibles detalles románticos que vamos a tener con la persona amada, pero sin hacer una lista, probablemente se nos ocurran algunas ideas, pero es casi seguro que tendremos algún problema para concentrarnos, seguramente censuraremos algunos pensamientos y sólo se nos ocurrirán los más obvios. En cambio, si hacemos una verdadera lista de los posibles detalles románticos que podemos tener con nuestra pareja, nos ayudará a concentrarnos e interesarnos en seguir pensando, y a tener un mayor número de ideas románticas. Si, además, nos concedemos un límite de tiempo seremos más productivos. Pero la fluidez no es suficiente; también debemos ser flexibles.

Flexibilidad de pensamiento significa capacidad de ver más allá de las ideas ordinarias y convencionales. Significa improvisar e intuir más.

Un ejercicio que ayuda a ejercitar la fluidez y la flexibilidad para generar ideas consiste en escribir frases de cuatro palabras que empiecen con las cuatro letras que conforman una palabra determinada, y en un tiempo dado. Por ejemplo, escribir en cinco minutos frases de cuatro palabras que empiecen con las cuatro letras del término “idea”:

- Inmaculada Debe Estacionar Antes

- Interesa Darlo Este Año

- Incluye Dados Espacialmente Anchos

Y así durante cinco minutos.

Vamos ya con la idea romántica de hoy. Últimamente, estoy recibiendo algunos correos electrónicos de algunas lectoras y lectores que siguen este blog, pero se lamentan de que la persona a la que aman no es su pareja, por eso, aunque les gustaría aplicar estas ideas con ellas, no pueden hacerlo...

Hoy me dirijo especialmente a estas personas que, todavía, no son correspondidas. Y lo quiero hacer con una breve historia.

Ella estaba enamorada de él desde el primer momento en que lo vio cruzar el pasillo en una mañana de octubre, al poco tiempo de empezar el nuevo curso. Ella lo veía cada día en el instituto. Y cuando él se iba con sus amigos, ella lo seguía, escondiéndose para que no la viera. Ella era cuatro años menor que él, por eso, temía que él la viera como una cría.

Un día, los amigos lo llamaron a gritos por su nombre. Oscar, él se llamaba Oscar, y ella por fin pudo pronunciar en silencio el nombre del chico al que amaba.

Una tarde de diciembre, cuando ya habían pasado más de dos meses desde la primera vez que lo vio, él se dispuso a marcharse a su casa, se levantó del banco en el que estaba sentado con dos amigos más, le dio la última calada a su cigarrillo, lo apagó en el suelo y se montó en su ciclomotor. Tras despedirse de sus amigos, se puso en marcha, y entonces, un coche que entraba en la calle a gran velocidad lo atropelló. Ella cerró los ojos para no ver el impacto, corrió hacia él que estaba tirado en el suelo, completamente inmóvil, aunque con los ojos abiertos. Ella se arrodilló, le cogió las manitas, las puso en su pecho después de besarlas y se puso a llorar gritando y pidiendo ayuda.

Él estaba grave, pero pudo pronunciar sus últimas palabras... Suspirando le dijo mirándola a los ojos: “¿Cómo es posible que a mis 19 años una niña de 15 me haya robado mi alma, mi cuerpo, y toda mi vida...”. Ella no comprendió el significado de lo que él le dijo porque casi no se le entendía, y con lágrimas en los ojos miró a la derecha y vio como los amigos de él se acercaban corriendo hacia el lugar del accidente. Entonces, uno de los chicos le murmuró al otro: “Esta es la chica de la que Oscar estaba enamorado, ¿no?”

Así es la vida. Marcha a una velocidad de 3.600 segundos por hora, y nunca es demasiado pronto para hacer todo lo que sientes y lo que deseas de verdad. Hazlo hoy, ahora mismo. Posiblemente mañana pueda ser demasiado tarde.

Cuando no estamos enamoradas o enamorados, nuestro corazón no es más que un músculo hueco y poderoso que bombea la sangre a través de los vasos sanguíneos y que nos permite vivir. Cuando no estamos enamoradas o enamorados nuestro corazón bombea sangre y nada más. Es sólo cuando estamos enamoradas o enamorados que nuestro corazón late. Ya no sólo bombea, sino que además late. Así que dile lo antes posible cuánto amas a la persona por la que late tu corazón. No permitas que te venza el temor a decírselo ya, porque luego... puede ser demasiado tarde.

Hasta mañana. Gracias.

Ya sólo faltan 20 días para el primer Fin de Semana Romántico (pincha aquí).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy nos has puesto deberes de lengua, nos has dado una clase de fisiología cardiaca y nos has contado una bonita y triste historia con moraleja. Un sabio y completito consejo, diría yo... Buenas noches MaNu, buenas noches a tod@s, aunque a mi aún me quedan un par de horitas de estudio...

Anónimo dijo...

Jooo.hoy me decido a escribirte xq esto si van con mi vida. Todos tus consejos me encantaria poder hacerlo con la persona que ocupa mi cabeza. Pero claro, es 8 años mayor que yo y me es imposible demostrarle mis sentimiento. Aunq hoy me hasado una leccion y creo que mejor declarar lo que siento. Total yo digo q un no lo tengo aora en mente lo mismo me llevo una sorpresa. Oju los nervios me matan y no se que hacer Manu.
Gracias por esto q has escrito hoy, ha exo en mi efecto para decdirme.

NAYA dijo...

Buenos dias MANU.
Me gusta tu planteamiento de pensar en que quizás no tengamos un mañana para decir o expresar lo que deseamos. Las cosas se dejan por timidez, talvez cobardia de afrontarlas, miedo a hacer daño, o que te lo hagan ect....
GRACIAS por el empujón.
Espero te guste este trocito:

Que para dormirme
recurro a los recuerdos
de tu brazo en mi cintura.
Y cuando despierto
sin saber nada de ti
el dia se hace eterno.

Cosas que nunca te dije
porque eran obvias
que ser feliz
fue el haberte conocido
que amarte es la sensación
del infinito